miércoles, 2 de marzo de 2005

UN RARITO QUE LAS VA A PASAR CANUTAS



Michael Jackson es un tipo (no sé como calificarle, si hombre, niño o dibujo animado) que hace música pero al que más de uno, como en mi caso, sólo conocen por lo rarito que es. Un tipo que a consecuencia de innumerables operaciones de cirugía estética parece más un muñeco de cera que un ser viviente. Que reniega de su color de origen. Que se le cae la nariz a trozos. Que tiene un terror patológico a los gérmenes (o sea, a la vida). Que se ha casado dos veces pero nadie sabe como ha sido. Que tiene un tercer hijo de origen desconocido y que casi se le cae por el balcón. Demasiadas rarezas para no ser calificado al menos de rarito.

Todos podemos necesitar en algún momento de la vida un psiquiatra, pero este tipo necesita un ejército. Un batallón de psiquiatras que con Michael harían el agosto, y septiembre y octubre y todo el año. Acaba de empezar el proceso judicial contra el menda, en el que es acusado de abuso sexual a menores y otras gaitas pederastivas. No es la primera vez que es presa de tales acusaciones aunque esta vez la cosa va más en serio y su futuro puede ser el trullo o una casa de salud mental (para los pobres, manicomio). Un ex policía que trabajó para el rarito durante tres años ya afirmaba a principios del año pasado en un libro sobre su antiguo jefe blanco-negro o negro-blanco que en ese tiempo más de 150 niños habían dormido con Michael en una habitación especial. Este lo ha dicho un montón de veces con la inocencia de los locos o el morro de los que se hacen el tonto: “Dormir con la persona amada es maravilloso, por eso yo duermo con los niños a los que amo”.

Lo ha dicho por escrito y hasta en la televisión en directo: “Cuando se habla de cama se piensa en algo sexual. Pero no es una cuestión sexual. Vamos a dormir. Yo les tapo. Es muy encantador. Es muy dulce”. Y ante la sugerencia de que este comportamiento entre un hombre (o lo que sea) de 45 años y menores de edad puede parecer inapropiado, el artista respondía: “¿Por qué no se puede compartir la cama? La cosa más amorosa que se puede hacer es compartir tu lecho con alguien. Es una cosa hermosa. ¿Qué hay de malo en compartir un amor?”.

Todo muy normal. Lo extraño es que nadie haya movido ficha desde hace tantos años hasta que un psicoterapeuta, obligado por la legislación californiana a denunciar los abusos a menores, levantó el mochuelo hace tiempo al tener un paciente de 12 años con el lastre psicológico y físico de haber dormido y quién sabe si más cosas con el zumbado del Jackson. La cosa tiene pinta de acabar mal, aunque ya se veía venir dado el higo chumbo que tiene el tipo encima de los hombros. Quizás, al final, a Jackson vuelva a salvarle el dinero que suelte a quienes le acusan (ya lo hizo otra vez) pero la impresión que hay en el ambiente patógeno que le rodea es que quedan menos de dos telediarios de la NBC para que lo hundan definitivamente en el caos. Hay gente que ni con toda la fortuna del mundo sabe vivir decentemente. O quizás por eso mismo.

Claro que si rarito es el tipo, ¿qué decir de algunos de sus más conspicuos seguidores? Leo en la prensa que “incondicionales de Jackson han dejado incluso sus trabajos para mudarse a California, para seguir el juicio desde cerca”. “Es fantástico el tío”, dice una majarona, fan del amigo. “¡Se pone ropa espectacular y, además, tiene una cara tan rara!”. Y para rematar la faena la tal Vicki Behringe, más loca de atar que su admirado cantamañanas, afirma muy seria: “Cada día trae un sombrero diferente. Dicen que tiene una colección de más de 200”.

En fin, camaradas. Cuanto loco hay suelto por el mundo y encima saliendo en los periódicos.

1 comentarios:

CHR87 dijo...

gran verdad...gran verdad xD