lunes, 21 de marzo de 2005

MAMÁ, QUIERO SER BANQUERO

A finales del año pasado, los directivos del Banco Popular (que de Popular no tiene nada), salieron con el cuento de que iban a cobrar una comisión por usar los cajeros de sus oficinas fuera del horario de caja. Concretamente, querían birlar 0,3 € a sus propios clientes. Nada menos que 50 de las antiguas pesetas, con las que allá por el año 2.000 (antes del criminal subidón de precios con la llegada del euro) te podías tomar un café, comprar un periódico y hasta comprarte diez bolsas de pipas –hoy no te aceptan los 30 céntimos equivalentes ni como propina.

Alguna gente puso el grito en el cielo y la mano en su cartera por semejante desfachatez. Primero porque los cajeros automáticos trabajan las 24 horas y no sólo en horarios de oficina; segundo porque la apuesta por los cajeros ha partido de la propia banca, que es la que ha hecho su agosto con la misma, despidiendo o no contratando personal; y tercero porque es de un morro de alucine el que te quieran cobrar comisión por sacar TU dinero en TU mismo Banco.

Tras las protestas el Banco Popular se echó para atrás (y con él todas demás entidades de ahorro, que estaban al acecho), aunque estoy seguro que este retroceso es para tomar carrerilla y fuerza para embestir la próxima vez con más ahínco.

En estos últimos días están saliendo a la luz los beneficios que los Bancos y Cajas de Ahorros tuvieron el año pasado. También es de alucine. “Las cajas andaluzas ganaron 516,7 millones en 2004, un 23,4 % más”. Eso las cajas de ahorro de una de las comunidades autónomas más deprimidas económicamente. ¡Qué no ganarán las mejor situadas territorialmente! “La banca ganó 7.766 millones en 2004, un 23,4% más, pese al pago de prejubilaciones”.

Pese a ganar estas millonadas, con unos incrementos astronómicos respecto al año anterior (la inflación anda por el 3-4 %), encima los muy capullitos querían cobrar a sus usuarios por sacar dinero de sus propios cajeros automáticos. La avidez, la gula monetaria y las ganas de esquilmar a sus propios clientes no conoce límites para estas entidades que si son algo se lo deben precisamente a esos mismos clientes y que si hacen tanto negocio propio es gracias al dinero ajeno. Pues nada, quieren sisar aún más. Y lo conseguirán cualquier día, de modo que el horizonte próximo será que cada vez que saques dinero del cajero automático de tu sucursal, aunque sea en horas de oficina, te cobrarán una comisión. Ya lo hacen hasta por enviarte SUS cartas informativas en las que encima te meten publicidad y propaganda propia.

¿Y quién parará los pies a semejantes buitres, que acabarán alimentándose al final de carne humana? Si algún subnormal piensa que cualquiera de los multicientos gobiernos que tenemos en el país, va dado. ¿Cómo van a ir contra la mano que no sólo les da de comer sino de la que ellos mismos sacan buena tajada? El asunto tiene difícil solución pues hoy día estamos obligados prácticamente a tener una cuenta en semejantes antros. La rapiña está perfectamente organizada, regularizada y constitucionalizada. Sólo nos queda a los mortales elevar nuestras maldiciones al cielo y que algunas de ellas se hagan realidad. Aunque no caerá esa breva, claro.

PD: Su última cruzada pretende hacerse con la pasta de los más de 3 millones de emigrantes que hay en España. Que Alá y todos los dioses del universo les pille confesados. No saben en qué manos van a caer.

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