viernes, 4 de marzo de 2005

LAS VÍCTIMAS DE PECES BARBA

Érase una vez un país llamado España donde había una Asociación de Víctimas del Terrorismo (etarra, mayormente), constituida para defender sus derechos así como para denunciar cualquier auxilio o ayuda a los terroristas por parte de muchos políticos hipócritas y algunos jueces desnortados. Dicha Asociación estaba y está bastante escorada hacia la derecha política, no sólo porque la banda vasca ha desnucado básicamente a este sector, si no también porque fue con el gobierno de la derecha aznarista cuando vio reconocidos sus deseos de protagonismo, reconocimiento y auxilio.

Cuando el partido socialista subió al poder en marzo del año pasado, gracias a los votos y a las bombas del 11-M, uno de sus objetivos prioritarios fue disminuir el protagonismo de la AVT por estrictas razones políticas. El sectarismo, ya se sabe, no distingue de espectros ideológicos. Así que lo primero fue facilitar la creación de otra Asociación de Víctimas: las del 11-M. Éstas se podrían haber integrado en la Asociación ya existente, pero la jugada estaba clara para aquellos que tienen ojos para ver y orejas para escuchar.

El siguiente paso era colocar en la dirección de la nueva asociación de víctimas a alguien cercano. Esa ha sido siempre la política de la izquierda. Mientras la derecha ocupa los puestos básicos de las empresas y la economía, la presunta izquierda se encarga de copar férreamente todo lo que huela a sociedad civil, siempre que el invento le interese. Asociaciones de vecinos, ONGs, grupos juveniles y todo aquello que se mueva, hay que amarrarlo en tiempos de sequía de votos para que metan ruido en la calle y en los medios. Cuando llegan las vacas gordas, se les tiene bien controladitos y amarrados a la subvención para que dejen de incordiar. El ejemplo de la Asociación de vecinos del barrio del Carmelo de Barcelona, con el último desastre allí ocurrido, es un ejemplo paradigmático y maragalliano de lo que digo. Por eso los afectados con la ruina de sus casas se han tenido que agrupar para defenderse a sí mismos. La asociación vecinal está hibernada con el 3 %.

Así que se despidió a la primera persona que dirigía la nueva asociación de víctimas y se puso a alguien más afín, la señora Manjón. Pero como la AVT lleva más años de batalla y es más numerosa, la jugada de jugar a la contra hace poco daño. Llega entonces el momento de crear la división y la polémica en la AVT primigenia para que el personal vea que la calidad y el señorío está en la nueva. Y ahí entra en escena un viejo conocido de la afición, el señorito Peces Barba, al que los que ya tenemos años conocemos desde hace siglos.

El presidente del Gobierno, para seguir con la faena relatada más arriba, se saca de la manga a este catedrático digital (de dedo), rector de una famosa universidad privada (los amigos socialistas defendiendo siempre el sector público…) y lo nombra como Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo. Sin consultar a las víctimas de uno y otro signo. ¡Pa qué! Y don Gregorio, que así se llama el susodicho, comienza a hacer de las suyas, o sea, comienza a intentar demoler el granito de que están hechos los miembros de la AVT inicial. Desaires, opiniones, descalificaciones, entrevistas torticeras, renuncias significativas… Y todo sin dejar el carguete de rector, que el hombre es de los que creen que quien se va a Sevilla pierde la silla tan trabajosamente ganada.

Como era de esperar, los de la AVT están hasta el gorro de Peces y de Barba. Y lo quieren echar. Y el Zapatero que hace de presidente dice que a Gregorio no lo echa ni Zapatero. Y mientras tanto, se acerca la conmemoración del 11-M y entra en escena la otra Asociación de Víctimas con su señora Manjón al frente, que es la única que habla aquí, y dice lo que tiene que conmemorarse y lo que no. Y a los curas no les deja mojar en el asunto porque el doblado de campanas de las iglesias madrileñas no le gusta a la buena señora ya que huelen a muerto. O sea, que la fecha se acerca y no veas el cirio que hay montao con las campanas manjoneras y los barberos de la AVT.

El próximo paso será ilegalizar a la AVT primera y meter a la doña en una lista electoral del PSOE, aunque sea en el farolillo rojo, pero cuando eso ocurra cualquiera sabe cómo andará el mundo y donde estará el país.

Y colorín colorado este bello cuento se ha acabado (por ahora).

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