miércoles, 29 de septiembre de 2004

LA TELECACA

Está muy de moda poner a la TV de vuelta y media, que si basura, que si detritus, que vaya mierda que ponen, que si la caja tonta… Pero la gente se traga todo lo que le echan… y más. Incluso muchísimos niños permanecen viendo el maldito cacharro hasta la madrugada, según rezan estadísticas recientes y según manifiesta gente que trabaja con los enanos. De modo que más valdría que el personal reconociera que le gusta la telecaca, que la palabra es indivisible, que responde a la propia esencia de dicho medio de incomunicación y que si la cosa funcionase en plan cultural y con calidad y buen gusto, el negocio duraba dos días y tres cuartos de hora. La prueba está en que la televisión a la carta, como el engendro ese de Digital +, que podría cubrir importantes lagunas televisivas y parcelas info-formativas que numerosos sectores afirman hipócritamente demandar, se limita a echar películas americanas, mucho fútbol y deporte, series también americanas, dibujos animados y algunos documentales. Pura farfolla. Y es que no se puede esperar otra cosa de quienes hacen televisión ni del medio mismo. Esto lo sabía gente más lista que nosotros y que ya opinaba así de la puñetera tele, incluso cuando hace bastantes años era mucho mejor que ahora:

“Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro”. (Groucho Marx). "La televisión es el único somnífero que se toma por los ojos". (Vittorio de Sica). "La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural". (Federico Fellini). "Si de la televisión quitaran a los locos y a los bobos, dígame usted qué quedaría". (Indro Montanelli). “Ver televisión produce cáncer mental”. (Yo mismo).

Francamente, no me gusta perder el tiempo estando plantado como un pasmarote delante de un televisor que más parece un WC que un instrumento de comunicación de masas. Y encima, el poder político anda detrás del invento para tenerlo siempre bajo control y que así la manada de espectadores no se salga del guión establecido. La primera medida que adoptó el gobierno Zapateril actual a su llegada al poder, antes incluso que retirar los soldados de Irak, fue ocupar los despachos ejecutivos de la televisión y radio estatal. “Con el púlpito controlado, aquí comulga con nosotros hasta el gato”. Eso sí, todo el invento pagándolo de nuestro bolsillo porque hemos llegado al extremo de que la gente precisa de la telecaca más que del pan o de la leche. Y por si fuera poco con la estatal, ahora nos invaden las televisiones autonómicas (también controladas por el poder político de cada Comunidad), y las municipales. Eso sin contar las diarreicas teleles privadas, sean nacionales o locales, que también costeamos gracias a la publicidad, ese otro engendro moderno que para lo único que sirve es para encarecer el precio de los productos.

Así que a mí me sacarán todos los meses un pastón para costear tantos basureros televisivos, ya que en este terreno los “demócratas” gobernantes no admiten la objeción de conciencia televisual, pero lo que no conseguirán es amarrarme diariamente al sofá con el mando a distancia en una mano, viendo pasar atónito el pestilente desfile de tanta podredumbre audiovisual ante mis miopes y cansados ojos. Hasta ahí podíamos llegar…

¡Lo que faltaba!
(Siemens crea un frigorífico con tele incorporada)

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