lunes, 25 de octubre de 2004

EL PUTO COCHE

La guerra de todos los días.

Ayer llovía un poco en Madrid. Se cuadruplicaron los accidentes de tráfico. Por Almería se echó un poco de niebla en la autovía y, cataplof, choque en cadena entre casi 20 coches y un par de muertos. Por otras Comunidades la cosa no fue mejor. Muchos emplean aquí la infantil y pueril justificación del mal tiempo. Pero cuando hace un sol de justicia y el azul del cielo se distingue a la perfección, también la gente se sigue matando con el puto coche. (Algunos lo achacan al exceso de calor, claro). Paparruchas.

Mientras que cualquier guerrita, incluida la ya empalagosa de Irak, produce unas cuantas decenas de muertos diarios gracias al uso de los sofisticados tanques, bombas, misiles y demás parafernalia bélica, con el pacífico coche entre las manos, miles y miles de conductores (más los peatones que se llevan por delante), mueren a la mayor gloria del progreso, la paz, la estupidez y el mercado. Nunca negocio tan redondo como el automovilístico movió tanto la idiocia del ser humano. Las consecuencias: sólo en Europa hay 40.000 muertos al año y más de un millón y medio de heridos gracias a la Renault, Opel, Audi, Ford y restantes marcas automovilísticas. Empresas que dan de comer a muchísimas gente, pero sobre todo a las funerarias y a los sepultureros. Inicialmente la culpa de tanto accidente es de los que conducen; detrás de ellos caminan los inútiles y acomodaticios politiquillos que pasan olímpicamente del tema; y cerrando filas también les corresponde su parte alícuota de irresponsabilidad a las citadas Empresas que poco aportan a la solución del problema, por mucha propaganda y adelantos técnicos que le echen al asunto.

En Europa, 40.000 muertos al año. Y sólo cuentan los que fallecen los primeros días. Pero es que en China, donde el coche está empezando a despegar, cada día mueren 600 personas en accidentes de tráfico, lo que hará un cómputo anual de unos 220.000 fiambres. ¿Cuántas guerras de Irak caben en estas cifras? ¿Cuántas guerras mundiales? Pues oiga, como el que oye llover.

Ahora en España se va a implantar el carné de puntos para intentar aminorar los más de 4.000 muertos y 150.000 heridos anuales. Cada trastada que hagas, puntos menos y al final tendrás que volver a pasar por la autoescuela. Pamplinas. Cagarrutillas insignificantes que –con suerte- sólo bajarán la mortalidad un 10 %. Tantos siglos de evolución genética e histórica para acabar al final con menos seso que el hombre de Neandertal. Antes el personal se moría o mataba por comer, por salir de la miseria, por la represión de los poderosos, por enfermedades…. Ahora la mayoría la espicha metido en un cuatro-latas que corre sin necesidad a 200 por hora, que toma una curva al doble de la velocidad permitida o que se va al terraplén gracias al despiste con el cigarro, el móvil o la tecla del CD. Una de las muertes más estúpidas y absurdas que recuerdan los tiempos. Pero no aprendemos.

Todavía recuerdo mi primer cochecillo, un vulgar Seat 127, hace ya más de 20 años. Sólo tenía 45 caballos y cogía perfectamente los 140 kilómetros por hora, aunque cuando alguna vez hice esta majadería, aquello parecía una cafetera. No tenía el potente caballaje de los coches de ahora, ni los neumáticos sin cámara que tantos reventones evitan, ni poseía ABS, ESP o airbag, ni dirección asistida, ni navegador, ni reposacabezas de seguridad, ni asientos anatómicos, ni cristales a prueba de golpes ni tantas pijadas de “seguridad” como llevan los coches de hoy día. Tampoco las carreteras de entonces tenían nada que ver en seguridad y comodidad con las autovías y autopistas de ahora. Pero una cosa aseguro: con mi seillas nunca tuve miedo en una carretera y eso que me recorrí media España con él. Hoy, con un coche mil veces más “seguro”, cada vez que salgo de la puerta del garaje es que me voy cagando las patas abajo ante la que me espera en las calles y carreteras.

Así que no me hablen de guerras, ni de terrorismo ni de violencia. Ya tenemos bastante con el tráfico rodado y los millones de potenciales delincuentes que circulan con un volante entre las manos. Todos serán unas bellísimas personas en su casa y en la cama (como este menda), pero es montarse en un trasto rodante y se transforman de un modo alarmante en unos energúmenos con ojos. Ni los profesionales del volante se salvan. Ante eso, o hay mano dura o a la larga aquí no quedará vivo ni el apuntador. Que es lo que nos merecemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy te has pasado de exagerado, Puñetas. Yo creo que no es para tanto. Cierto que son muchos muertos, pero es que son millones y millones de coches y vehículos circulando. Es inevitable y las cifras podrán bajar un poco, pero no más. Nos irritará, te sacará de tus casillas pero es algo que no tiene solución. Y que cada vez irá a peor. (Como ves, sí coincidimos en el final de esta película)

Anónimo dijo...

Por si fueran pocos los muertos, don Zaparerín acaba de conceder gratis total el carné de moto a los conductores que lleven tres años de carné. El objetivo dicen que es que la gente viaje más en moto por aquello de los problemas de aparcamiento y ecétera. Pero, claro, que sigan tambien comprando el coche. El negocio que no pare, claro. ¿Cuantos tíos se la pegarán ahora con las dos ruedas? Apunta otra subida de la mortalidad. Todo sea gracias a la pasta y al progreso inevitable.