domingo, 15 de marzo de 2009

SEA DESDE DONDE SEA


(Aviso: el autor no se responsabiliza de los ataques de histeria que la lectura de este articulillo pudiera producir en algunas almas cándidas y/o apesebradas. La política es muy dura y descarnada, así que aquí no nos andamos con florituras ni eufemismos. Tal para cual).

Los ñores y ñoras del PNV tenían tal seguridad en mantener la lendakariza del País Vasco que –días antes de las elecciones- uno de sus diputados en Madrid, un tal Erkoreka, decía con el gracejo y sentido de la irrealidad que tanta fama les ha dado: “Que el PSE gane sería como ver un cerdo volando”. Ante argumento tan finolis los resultados electorales le respondieron con una mayoría insuficiente que puede dejar en la calle  a quienes han controlado la vida y hacienda de los vascos durante un tercio de siglo. No tendrán donde caerse muertos porque son de muy buena familia, pero durante una temporadita los teléfonos los van a tener más calladitos que de costumbre.

En un país políticamente normal (y ni España ni el País Vasco lo son), gobernaría el partido más votado con el apoyo de algún otro de la oposición. Aquí eso no es posible. Así que en vez de gobernar el PNV con los apoyos del PSOE (lo mismito que ocurría en el Congreso, pero al revés), el señorito Patxi López ha visto que puede hacer historia y chupar poder pues adivina tú cuando se presentará otra ocasión como esta. Y se ha lanzado a por la lendakariza sin encomendarse ni a dios ni al diablo (al PNV y al PP, quiero decir). A los segundos los quiere contentar con unas piruletas (cuando piden merluza y chuletón) y de los primeros espera que se comporten como unos caballeros, cosa  difícil. Sí, sabemos que algunos políticos son capaces de todo con tal de gobernar y obtener una paga vitalicia hasta que se les caigan los dientes  por cosas de la avanzada edad, pero entre el suicidio y el oportunismo debe haber un término medio, ¿no?

El señorito saliente, don Ibarretxe, dice que seguirá gobernando su país “sea en donde sea” y los  peperos (camaradas de circunstancias) sacan la patita y dicen que ellos son algo tontos pero no idiotas, así que mejor será que las viandas prometidas las plasme don Francisco en un papelito, por si las moscas del olvido, donde dije Diego digo Jacinto y tal y cual, Pascual. (Ya en la campaña electoral decía que no quería saber nada con la derechona, así que vean qué memoria de elefante tiene don Patxi).

Otra cuestión es que en el cortijillo vasco hace falta que se abran las ventanas, se aireen las calles y se retiren a disfrutar del paisaje quienes han hecho una interpretación reiterada e indebida del mandato ciudadano, que no es apropiarse de un país si no servirlo, sin excluir a nadie. Sólo por ello mucha gente está entendiendo que la jugada Psoe-Pepe bien merece la pena, aunque el invento acabe como el rosario de la aurora y tengamos luego a los peneuvistas dirigiendo el cotarro hasta el juicio final. Vamos a asistir, probablemente, al paulatino pero necesario derrumbe del Régimen peneuvista –eso de que siempre gobiernen los mismos, además de aburrido, es letal para la libertad- , pero por eso mismo harían bien los protagonistas en tomarse la cosa muy en serio porque el poder del PNV es inmenso y, como las termitas, va a estar carcomiendo el nuevo edificio, con paredes de cristal gracias a los miles de espías infiltrados en estos 30 años; habrá trampas para cazar constitucionalistas hasta debajo de las piedras; las calles se llenarán de gente protestando con cacerolas y, ojalá que no, los descerebrados de la eta sacarán fuerzas de flaqueza para hacer lo que más les gusta: destruir el país que odian, es decir, su propio país. Crudo panorama el que pinto pero que los futuros dirigentes psocialistas harían bien en tomar en serio, como una hipótesis más de trabajo… para evitar que se produzca, no vaya a ocurrir  como con la crisis económica del amigo Zapatero, que decía que era una mentira y un invento de los canallas de siempre y luego cuando estalló pilló en calzoncillos y bragas a las tres cuartas del país.

Interesante, sí. Se presenta apasionante el futuro cercano del terruño vasco si al final sale la salsa que en estos momentos se está cociendo en las mismas narices del políticamente cínico y ofendidísimo don Ibarretxe, con la sana moraleja del "donde las dan, las toman". Mas, no se olvide los esencial: los que se consideran amos y dueños del terruño (unos con pistolas y otros por la gracia de Sabinillo Arana) van a dar mucha guerra en el hipotético adiós o hasta luego. Nos encantaría equivocarnos pero hace ya mucho tiempo que dejamos de creer en los milagros o que éstos salen gratis.

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