domingo, 23 de noviembre de 2008

LOS ENEMIGOS DE CASA Y EL FRÍO DE AFUERA

 

El otro día pillaron al señor Bono, presidente del Congreso de los Diputados, diciendo una verdad tan obvia como elemental: “Los de los partidos propios son unos hijos de puta”. Todo el mundo sabe que eso es así aquí y en Groenlandia, pero los meapilas –incluido el señor Bono- se rasgan las vestiduras cuando a alguien se le escapa semejante verdad y al bocazas de turno –el señor Bono, claro- le falta tiempo para disculparse. Disculparse, ¿de qué? ¿De ser sincero por una vez y de decir no sólo lo que piensa si no lo que todo hijo de vecino sabe? Adenauer ya lo dejó escrito hace la tira de años, sólo que de una manera menos tosca y más inteligente: “Hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido”.

Es dentro del propio partido donde se dan los mayores navajazos, encontronazos y sablazos pues es ahí donde hay que luchar a brazo partido por ganarse la confianza del Gran Jefe, por situarse en los puestos del ranking que darán derecho a un carguete y a seguir estando vivo en la cosa politiquera. Sólo cuando has conseguido auparte a un lugar desde donde tienes asegurada la manduca de Jabugo y la influencia es cuando llega el momento de tomar en consideración a los otros enemigos: los de los partidos rivales. Ahora serán ellos quienes aspiren a dejarte con un palmo de votos y a convertir tu victoria provisional en humo de pajas. Ahí ya vale todo, hasta la mayor de las desvergüenzas, con tal de conseguir entrar en el hit parade electoral y conseguir un premio gordo o regordete. Y si, pese a todo, no te comes una rosca, siempre quedará la pedrea en forma de puesto de confianza, despacho de influencias, consejillo de administración, etc. 

Pero, para qué vamos a engañarnos, mejor tener una casa –aunque repleta de enemigos- que vivir fuera de ella, en plena calle. Lo vemos todos los días. Hay tropecientos mil gobernantes, gobernantillos y tipos que no se merecen el puesto que ocupan: por tontos, incapaces y soplagaitas. Mientras tanto, se muere de asco gente mucho más preparada y capaz, sólo que no tiene partido que le sustente, le nombre o le aproveche laboralmente. Hasta para ser conserje o guardia de la porra tienes que tener un padrino, sea político o sindical. En caso contrario, a pasar más frío que un mono en el Polo Norte.

La mediocre actriz Pilar Bardem, por el mero hecho de ser del Partido Comunista, la tenemos siempre repartiendo la sopa y dogmatizando sobre lo que es bueno o malo. Hasta un auditorio municipal lleva su nombre. El artista Miquel Barceló se embolsa un millonario contrato a dedo, como el de la ONU en Ginebra, simplemente porque es amigo del señor de las cejas circunflejas. El escritor César Vidal, más pepero que el mismísimo Rajoy, vende libros como rosquillas gracias a que escribe lo que a los alegres chicos/as de don Mariano les encanta leer. En efecto, dime con quien andas o con quien te acuestas y te diré lo bien que te ganas la vida. Sí, hay que convivir con los enemigos internos del partido, que te pueden aguar la fiesta cuando menos lo esperas, pero peor sería vivir en los arrabales del poder donde hace un frío que te cagas.

-Pues está claro, Puñetas. Hay que meterse dentro de las sectas, aunque sea tapándose la nariz…
-Eso no es tan fácil. Los que están dentro ya procuran que el derecho de admisión se cumpla a rajatabla. Cuanta menos competencia, ya se sabe… Pero es que hay gente negada para el sí, señor, para tragarse los carros y carretas de cualquier Gran Jefe. Gente incapaz de dejar el cerebro en el pasillo, antes de entrar a la reunión de la Ejecutiva o de la Asamblea local. Gente a la que la disciplina del que manda le repatea, que piensa por sí misma, que tiene ideas contradictorias (como la vida, no como el manual del perfecto idiota), que sólo aspira a vivir en paz consigo misma, sin tener que arrepentirse de decir una palabra un poco más alta que otra contra esos enemigos que parecen amigos guays en las afotos. Gente, en fin, que prefiere vivir con honra y sin barcos. La mayoría no se queja de su situación pero, eso sí, no se calla y está dispuesta a decir que no o que ya está bien a la menor oportunidad. Para eso disfrutan de la libertad de la calle y del frío que pela. Gente con preparación y espíritu crítico a la que el manual electoral del perfecto idiota no dirige ni una sola palabra o intención: es gente irrecuperable. ¡Afortunadamente, capullos!


== VIDEOTECA ==

LOQUILLO - BRILLAR Y BRILLAR
Uno de los que van por libre. Será como sea, pero nunca lo verás a la sombra del poder.



JEANETTE - SOY REBELDE
Dedicada a los rebeldes almibarados, tan bien pagados por sus jefes de fila.

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