jueves, 20 de noviembre de 2008

GILIPOLLECES

Si la interné sirve para estas memeces, yo me borro. A un tontolhaba afincado en mi ciudad se le ocurrió no hace mucho el hacer una convocatoria de almohadas en el casco histórico. Usando una de las llamadas “redes sociales” (que, como en este caso, son más bien, redes cretinas), su llamada dice que ha tenido un gran éxito y ya aventura que habrá miles de jóvenes el próximo sábado en la Plaza de la Constitución (que en ese momento debería llamarse Plaza de la Gilipollez), a cierta hora de la noche, todos vestidos con pijama o con una prenda blanca. El objetivo: arrearse almohadillazos durante diez minutos. Luego, vuelta a casa con las fotos digitales del evento y a seguir durmiendo la marmota. Si yo fuera el alcalde acordonaba la zona, y tras la batalla no dejaba salir a nadie hasta que el suelo de la Plaza quedase tan limpio como estaba antes de tan bella historia. No caerá esa breva, claro, y los empleados de limpieza se tendrán que emplear a fondo, detrayendo su trabajo de otras zonas o cobrando horas extras que pagaremos todos. Esto sí que es una auténtica red social: a un aburrido jovenzuelo se le ocurre una estupidez, usa el interné para buscar adeptos, miles de cretináceos le bailan el agua y luego, tras la gran cagada, que los ciudadanos paguen las gracieta a través del personal de limpieza. Oiga, el chico está más contento que unas pascuas y no me extrañaría que hasta algún politiquillo cabestril lo contratase para la cosa del fomento del turismo local. Instalados en la soplapollez casi permanente, acabaremos incorporándola a nuestros genes (si es que ya no la tenemos dentro…).

                           

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te informo que al final fueron cuatro gatos y al ver la escasez de gilipollas con pijama y almohada, se fueron a celebrar el botellón del Paseo de los Curas, mucho más animado.

Anónimo dijo...

Hay que poner enlaces a estas cosas, que yo quería haber ido. Citas la noticia pero no enlazas la fuente, ni das día y hora.

Si no te gusta te jodes. Otro día vamos a ir con un par de sartenes a tu calle, a ver si así protestas por algo.

No creo yo que el ruido de las almohadas entrechocando te hubiera quitado el sueño.

Ya está bien de que la ciudad sea para carcamales como vosotros. No podemos jugar a la pelota en el parque; si queremos jugar al fútbol hay que pagar...

Ya está bien, hay que pagar por todo, por estar en el bar, por ver la tele plus, por tener acceso a Internet.

Y para una cosa que no molesta que se nos ocurre, va el Puñetas y nos pone en la picota.

Seguro que el fracaso de la convocatoria ha sido culpa tuya.

Joder, que ya está bien. Dejadnos ser jóvenes de una puta vez...

Juan Puñetas dijo...

Nada, amigo, si quieres diversión me dices cual es tu calle y convoco a través de internet una mesa redonda masiva para hablar a altas horas de la noche sobre la cría del calamar en las aguas del Caribe. Sería algo tan esperpéntico como lo de las almohadas, pero dejaríamos en paz a los señores de la limpieza.

Tienes razón en lo de las almohadas. Será una gilipollez (eso lo digo yo) pero era gratis y no molestaba mucho (eso lo dices tú). ¿Ves cómo los dos tenemos razón?

El problema es que el interné está lleno de bocazas que prometen acudir a un sitio y luego si te he visto no me acuerdo. Gente comprometida con una ideas y responsable con unos principios que luego pierde en cualquier despiste o descuido.

Sigue siendo joven antes de que se te pase el arroz y si lo de la almohada te gusta, ya sabes que echarse una siesta todos los días (diez minutejos) serena el espíritu, regula la digestión y nos mantiene alertas. En el uso de la almohada para esos menesteres siempre me encontrarás. En restregársela amistosamente en el hocico a un desconocido en la plaza de un pueblo o ciudad, como que no. Pero los carcamales somos así, amigo, y todos estamos condenados a serlo, más temprano que tarde. Y malo será si no es así...