domingo, 9 de noviembre de 2008

CUANDO LOS HÉROES SON VILLANOS Y LOS VILLANOS HÉROES


El 11 de enero de este año, según rezan las crónicas, se declaró un incendio en una casa de un pueblo de Sevilla, la Algaba. Ni corto ni perezoso, un bombero de paisano que transitaba por el lugar, al ver la dramática situación penetró hacia el interior. Tras comprobar que el matrimonio de personas mayores que allí vivía estaba fuera de peligro comenzó a apagar el fuego. Este hecho no debió de sentar muy bien a los guardias civiles que había por allí. Y es que ya se sabe, lo primero que hay que hacer cuando se declara un incendio es cumplir con las ordenanzas civiles y militares:

- A ver, usted, identifíquese…
- Me llamo Francisco Tellado y soy bombero. Hay que entrar deprisa, salvar a la gente que haya dentro y apagar el fuego…
-Los bomberos de uniforme vienen de camino. A ver, carné de identidad…
-Mientras que saco la cartera y los papeles,  los de ahí dentro acabarán fritos…
-¡Identifíquese, coño!

Más o menos, uno se imagina así la escena, echándole un poco de literatura al asunto. Y mientras tiene lugar tan edificante y provechosa conversación, unos viejecitos tosiendo y tragando humo (él en silla de ruedas) y el fuego ganando metros en cuestión de segundos. Seguramente el bombero se enfadó y salió echando leches  para el interior de la casa mientras los guardias seguían entusiasmados hablando del reglamento y del carné de identidad que aquel forastero tan atrevido no les había enseñado. Al final, cuando el bombero de paisano prácticamente había conseguido apagar el incendio, lo trincaron. Fue entonces cuando Paco se identificó con papeles, pero ya con la conciencia tranquila y el trabajo bien hecho, aunque aquel día estuviera de vacaciones. En la calle la gente que se apiñó a ver el espectáculo pronto se dio cuenta de la grotesca situación y empezó a abuchear a los guardias. Si yo hubiera estado allí habría hecho lo mismo.

¿Y qué adivinan que ocurrió al cabo de unos días? Que citaron  a juicio al intrépido bombero… por desacato a la autoridad. ¿Y qué adivinan que ha dicho el juez de turno? Que el bombero debe pagar una multa y las costas del juicio. O sea, cerca de 600 euros. La justicia, cuando le interesa, muestra una rapidez inusitada: aquí te pillo y aquí te mato. Tonta, ciega, muda y … subnormal. Algo huele a podrido en un país donde a gente honrada y que se juega la vida  por salvar al prójimo (a veces hay desacatos que huelen a gloria y a sentido común) la tratan de villana mientras miles de malandrines y chorizos campan libremente a sus anchas o salen del talego tras una mísera condena. A algunos, como el tal Julián Muñoz, extrincador de Marbella, hasta se los rifan para salir en las telecacas y forrarlos de pasta gansa con el cuento chino de que lo suyo es de “interés general” (por ejemplo, porque se han acostado con una famosa tonadillera). El mundo al revés: es un pésimo negocio ser una persona honrada.

La familia salvada por el bombero que se metió donde no le llamaban (tiene bemoles la cosa…) ha dicho que ella pagará la multa, a lo que el condenado por desacato ha dicho que no, que lo hizo porque sintió que era su deber y que volvería a hacerlo. Quiere que le conmuten la multa por unos días de prisión. Mucho me temo que lo mismo acaban echándolo del real cuerpo de bomberos. 

En unos momentos de gran nerviosismo, uno puede entender  la actitud de los guardias ante un tipo que aparece de pronto por allí y que se mete dentro del fuego saltándose las órdenes de la policía. (Las cosas vienen mal dadas y el tipo la palma: no veas el marrón que les puede caer a los guardias por haberle dejado pasar). Pero una vez que todo ha ocurrido felizmente y que la actitud de aquel hombre –un bombero, no lo olvidemos- ha salvado a una familia, ¿a qué viene seguir insistiendo en el desacato? Lo que no tiene justificación racional alguna es que un juez, meses más tarde, en la tranquilidad de un despacho, conociendo lo ocurrido y el agradecimiento hacia el bombero de paisano por parte de la familia salvada y de todo un pueblo, imponga una multa al héroe porque  éste no llevaba el carné en la boca y no se quedó fumando un cigarrillo viendo como pasaba el tiempo esperando que llegaran sus compañeros de profesión. ¡Como si la burocracia fuese consustancial a las situaciones de emergencia, donde lo que hace falta es valentía, rapidez e ingenio! Un juez que, pasados varios meses, aún no se ha enterado que el asunto acabó  felizmente gracias al arrojo y valor de un hombre entrenado y preparado para salvar vidas ajenas, fuese vestido en esos momentos de bombero o de lagarterana, estuviese o no en horas de servicio o de francachela. ¿Pero en qué mundo viven algunos miembros de la judicatura?   

-¡Identifíquese, coño!
-¡Oiga, que pueden morirse los de la casa como no se apague el fuego pronto!
-No se preocupe. A esos también los identificaremos, aunque queden carbonizados.


El Puñetas tiene la impresión de que ayudar desinteresadamente a los demás se está convirtiendo en una acción de alto riesgo.

== VIDEOTECA ==

HÉROES DEL SILENCIO - LA CHISPA ADECUADA.
Visto el éxito de la heroicidad del bombero, conformémonos con estos héroes del rock. Qué pena que se hayan separado...



SERRAT - LECCIONES DE URBANIDAD
Consejos para los villanos de todos los colores...



ILLAPU - AUNQUE LOS PASOS TOQUEN
Cada vez que veo el vídeo, más me conmueve. ¿Dónde estaban la justicia y los jueces bien plantados en aquel entonces y en aquel lugar, cuando el Gran Villano montó la que montó? 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Kafkiana la historia de la GC y el Bombero y solo posible en Celtiberia (excluido Portugal).
Pero,....querido D.Juan..¿es una broma,una charanga,un transtorno mental transitorio dentro de esa República Chaviana?.
Siga toujours con salud.

Juan Puñetas dijo...

¿Broma, dice, don Freixo? Tan real como el bocata de jamón que desayuné esta mañanda.
Aquí le pongo un enlace de los muchos que hay por la interné:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Condenado/bombero/negarse/dejar/fuego/elpepusoc/20081107elpepusoc_3/Tes

Y si quiere otras fuentes, escriba en Google "bombero condenado por apagar fuego" y verá que uno es muy fantasioso pero la realidad (como debe ser) siempre supera a la ficción.

Anónimo dijo...

¡Paca!

Pacagarse, macho.

Anónimo dijo...

En los USA le hacen una película al bombero, macho.

Bueno, pensándolo bien, allí hubiera sido la Guardia Sivil los que se hubieran metido en la casa para rescatar a los damnificados.

Que digo en los USA... Y en Francia, y en Inglaterra, y en Italia, y en Bélgica, y en... Sí, en todos los sitios menos en el terruño hispano, que me da que aquí alguien ha querido ser más papista que el Papa; y todo por una envidia mal sana de los guardias y de un corporativismo mal entendido del juez.

Los bomberos, como no forman parte de ninguno de los Poderes, pues así le ha ido al héroe éste. ¿Y el ayuntamiento no se moja? ¿No le impone una medalla al valor, al arrojo, al deber cívico... al yo-qué-sé?

Juan Puñetas dijo...

Suerte tendrá el hombre con que no lo expulsen de la profesión por "meterse donde no le llaman".

Aquí los auténticos héroes son los chorizos. Esta semana entrevistarán en las telecacas (previo pago, claro) a el alcalde trincador de Marbella, el Julián Muñoz, y al ex de la Guardia Civil, Luis Roldán. Todo la mar de edificante...