viernes, 6 de mayo de 2005

TEMAS PROVINCIANOS

En España, para los enteraos de turno, sólo existe Madrid y Barcelona como centros guay del paraguay, esos que cortan el bacalao. El personal que vivimos a las afueras de estas grandes urbes somos poco menos que unos mindundis, que sólo salimos en la prensa y medios de comunicación “nacionales” cuando hay un asesinato, un gran follón o una cosilla de esas que hacen mucha gracia por la corte de una y otra ciudad. Alguien me objetará que también se habla mucho del País Vasco, pero todos sabemos porqué pues es sobre el tema de la violencia, la secesión y otros berenjenales sobre los que gira siempre la información, que como su nombre indica siempre es “vasca” y no de Bilbao, San Sebastián o Deusto.

Cuando hay puentes festivos, a tenor de las noticias que dan las teleles, parece que sólo se desplaza el personal de los madriles y las barcelonas. En los demás lugares el gentío se queda amarrado al brasero si es invierno o al sofá si es verano. En los deportes, qué vamos a decir que no sea ya conocido: sabemos de los equipos de fútbol (de los demás, ni eso), cuando se enfrentan al Real Galaxia o al Barcelona Plus. Y si pasa algo gordo por el Sur, el Levante o el Norte, decenas de periodistas y plumillas bajan o suben a los territorios de provincia a enterarse y contar luego lo que ha pasado, para que todos nos enteremos. Menos Madrid y Barcelona, el resto del país somos un pequeño erial que sólo sirve para rellenar los tiempos muertos de los noticieros. Somos los catetos o paletos. O los provincianos, que también vale.

Así que hoy voy a serlo con todas las consecuencias, hablando brevemente de lo que acontece por Málaga para que algún lector ocasional se entere de lo que vale un peine, pues si no vive por aquí no se enterará de nada. (Y eso que –dicen- estamos en la era de la información y la comunicación. ¡Ja!).

EL FOLLÓN. Y menudo. Resulta que a la prensa han llegado informes confidenciales y secretos elaborados por un escolta sobre la vida pública y privada de una concejal del PP. Y dicen que hay por ahí más informes de tal guisa. El alcalde va a trasladar a la Fiscalía la investigación sobre el caso, pero los partidos de la oposición –esos que tan responsables y comedidos son en el gobierno de la nación- se han lanzado a degüello. Y resulta que la perjudicada no es la concejala “popular”, sino que todo es “una caza de brujas del PP” (IU) o que “existe una caja B con informes detallados sobre los ediles” (PSOE), acusando directamente al coordinador de Seguridad del Ayuntamiento, al cual “le entra síndrome de ministro del Interior y militariza a la Policía Local”. Cualquier persona con dos dedos de frente y sin más carné que el de identidad, pensaría que aquí el sujeto paciente es el PP, su concejala y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga. Pues no, toda la movida responde a un interés pepero que nadie en sus cabales ve, pero así es la puñetera política de asquerosa, sea en Madrid, Barcelona o en una ciudad de provincias.

EL CACHONDEO. Ya lo había vaticinado: “Algunos mostrarán su demagogia e ingenio con esto del matrimonio gay y algún Ayuntamiento habrá que soltará las pelas para pagar el viaje de bodas a las Bahamas”. No adivino el porvenir. Simplemente es que conozco el paño politiquil como si lo hubiera fabricado. Leo hoy en la prensa local: “El Ayuntamiento de El Borge pagará el viaje de luna de miel a la primera pareja de homosexuales que celebre su boda en el pueblo”. Y el alcalde, de IU, pero con dinero que no es suyo si no de todos, ha añadido muy ufano: “Además vamos a poner a disposición de ellos todos los medios que tenemos para que ésta sea una boda inolvidable y emocionante”. Alcaldes hay que de puro tontos no llegan a listos ni aunque lo intenten.

EL DRAMA. Si tienes pasta eres alguien. Así que la dueña de la residencia de ancianos de Alhaurín de la Torre, acusada tras dos años de investigación de la Guardia Civil, de malos tratos, detención ilegal, robo con fuerza, encubrimiento y todas las fechorías posibles, como tiene dinerín (la mayor parte arrebatado a los abueletes), pues podrá pagar los 46.000 euros del ala que el juez le ha puesto de fianza para que siga haciendo gracietas libremente hasta que dentro de 8 ó 10 años el buen hombre acabe el sumario, se celebre el juicio y –de paso- se hayan muerto ya todos los ancianos esquilmados y maltratados. Si la buena señora no tuviese nada más que una mano por delante y otra por detrás, se pudriría preventivamente en la trena durante todo este tiempo. Moraleja: si todavía hay alguien que llama a este proceder “justicia”, que visite raudo la General Óptica. Que, por cierto, está en todas las provincias españolas, no sólo en Madrid o Barcelona. Y es que, encima de paletos y provincianos, somos cortos de vista.

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