lunes, 4 de mayo de 2009

A LA CAZA DEL PAPA: 13 DE 271

 
Era por marzo cuando nos vendieron como noticia unas palabritas del Papa Benedicto, al que lo único que me une es la palabra “Papa”, pero en mi caso con tilde en la última vocal. La cosa salió de una televisión francesa –France 2- a raíz de una pregunta sobre el SIDA que su corresponsal en Roma hizo al Santo Padre (¿Padre de quién? –pregunto ingenuamente) cuando viajaban en avión camino de Camerún. El máximo responsable de la Iglesia Católica respondió al periodista  empleando 271 palabras, una detrás de otra; sin embargo el franchute –usando esa economía de tiempo tan habitual en las telecacas: dos minutos de información y doscientos de anuncios y bobadas- puso en boca del Pontífice sólo 13. Concretamente éstas: “no se puede solucionar este flagelo distribuyendo preservativos; al contrario, aumentan el problema”.

Como es natural (y se pretendía), pronto los teletipos corrieron la voz por el ancho mundo: ¡el Papuchi rechaza los preservativos en la lucha contra el Sida! Todos, yo el primerico, caímos en la trampa. Y no será porque no tenemos constancia fehaciente de lo mentirosos, pendencieros y camelantes que son los medios desinformativos de hoy día. Pero una cosa es que usted y yo, así como la vecina del quinto, nos creamos muchas de las patrañas de la prensa y teleles, simplemente porque nos toman por imbéciles, (o sea, a su imagen y semejanza) y otra muy distinta que gente tan aparentemente seria e informada como los diputados del parlamento belga o de la OMS se crean a pie juntillas las 13 palabritas puestas en boca del Papa por France 2, como si fuesen a misa y como si el Papa también fuese subnormal. Así que les faltó tiempo a los parlamentarios belgas –cuyo país tiene serios problemas de toda índole menos el religioso- para condenar las palabras del Papa.

La bola ha seguido creciendo y acto seguido, según leo en el diario El País, “IU-ICV quiere que todo el Congreso de los Diputados, en representación del pueblo español, diga si también le parecen escandalosas las palabras del Papa. Para ello ha presentado una proposición en la que se critican esas palabras y se pide que el Gobierno se pronuncie en contra de las mismas y proteste formalmente ante el Vaticano”. Al parecer la proposición ha sido admitida a trámite por la Mesa camilla del Congreso y pronto tendremos a don Llamazares y otros ilustres sabios de nuestra política doméstica lanzando sapos y culebras contra don Benedicto. Naturalmente, en representación del pueblo, al que ellos pretenden liderar en todos los órdenes de la vida, incluyendo el religioso, el moral, el sexual y hasta el deportivo. De extender la argumentación a otros personajes en el Congreso pronto veremos reprobaciones al presidente del Real Madrid por sus famosos “chorreos” o al dueño de Mercadona por retirar de sus estanterías cientos de artículos de marca.

El quid de la cuestión es si gente como nuestros diputados o el diario El País, se han leído enteritas las 271 palabras del Papuchi, enterándose de primera mano (hay videos, por ejemplo) sobre lo que dijo realmente y no sobre lo que el periodista francés dijo que había dicho, en un ejercicio tan cagarrutero de su profesión que a estas horas ya debería estar cobrando el subsidio del paro. Tiene uno la impresión que aquí pocos se han dedicado a tan sagrado menester porque lo que prima, por encima de todo, son las razones ideológicas, o sea, la pura miserabilidad.  Miren por donde, el Puñetas sale hoy en defensa del Papa Benedicto, víctima de dos poderes más influyentes que el suyo, claramente de capa caída desde hace varios siglos: el mediático idiotizante y el político bananero.  En IU justifican que “esta no es una cuestión religiosa, es salud y ciencia". Será que como Llamazares es premio Nobel de Medicina… Sea el asunto catalogado como ciencia o fenómeno paranormal, lo primero que hay que hacer es leerse los papeles y ver los videos correspondientes. Más que nada porque se puede uno quedar con el culo al aire, aunque a estos tipos de Izquierda Hundida (por ellos mismos, claro) lo que les importa de verdad no es la verdad si no montar el numerito a ver si así consiguen algún votante más a costa del Pontífice. Como si el Papa de Roma le interesase a alguien cuando vota en unas elecciones…

3 comentarios:

la aguja dijo...

No creo que Benedicto tenga autoridad moral para hablar de lo que está bien o lo que está mal.
Si no recuerdo mal, está requerido por la justicia yanki por algún temita de una pederastia de nada.
Sí, él no estuvo allí, pero según he podido saber trasladó a un acusado de pederastia, clérigo, a Roma y le dio cobijo, alejándolo de las garras de esa justicia de los hombres tan mala tan mala.
Claro, la fuente era un documental —muy difundido, eso sí—, pero cierto es también que la SMI no ha dicho ni pío sobre ese documental que se titulaba algo así como pederastia y clero. Allí se entrevistaban a víctimas de los pederastas clericales (pocas, eso sí, que la vergüenza que arrastran no les permite dar la cara). Siempre podremos dudar de lo que el documental decía...
En fin, que lo que diga este hombre no tiene mucho peso para mí.
Y siento discrepar con el fondo del artículo. Leída la transcripción completa de sus declaraciones (supuestamente literal) aparecen por ahí cerca de la frase de marras unos paréntesis sabiamente interpuestos —que no sé yo cómo uno al hablar puede hacer paréntesis—. En cualquier caso lo que dijo y lo que transcribió el periodista no distan tanto como para pensar en una artería.
Y como muy bien sabe el autor, quien suscribe tampoco defiende a capa y espada a los lleva-cuentos de profesión, pero bien pudiera ser que el recorte se diera en la agencia de noticias por cosas de las prisas o que el tijeretazo lo diera un redactor-jefe con sabe dios qué intenciones.
¿Sabemos siquiera si el periodista en cuestión ha sido apartado de las comitivas que acompañan a toda la parafernalia con que se mueve la SMI?

Freixo dijo...

Quien no tiene desperdicio es el Llamazares ese. Con tíos así se hunde hasta un corcho.
Pero es buen chaval, aunque no dimite ni de coña, que peor es ejercer la medicina en un centro de salud abarrotado y acordándose la pacientela de tus muertos.
Por cierto,..
¡Muy atinada la entrada, dilecto Don Juan¡

Juan Puñetas dijo...

Buscando en la interné una cosa me encontré con ésta del Papa de Roma. Buscando buscando encontré el video donde el buen hombre contestaba a las preguntas del periodista gabacho. Mi francés ya está algo oxidado pero comparando un poco lo que allí decía con lo que aparecía en el enlace (paréntesis incluido, que cierto que no viene a cuento)me decanté pronto porque en esta ocasión el interés periodístico por los titulares, la concisión y la brevedad chocaba de bruces con la realidad. Y la verdad es que el Papuchi decía en casi 200 palabrejas algo más que la tontería esa del preservativo. No sé si tendrá autoridad moral o no pero de lo que estoy convencido es de que no es un memo. Y sólo un memo puede sintetizar su pensamiento en la única frase que le publicaron.

En mis asuntejos profesionales -hace ya años- me pasaron cosas semejantes con los medios (prensa, radio y televisión). A uno le hacían cuatro o cinco preguntas y luego sacaban en la telecaca de turno cinco segundos, escogiendo una frase que a ellos les venía bien a su discurso, sin importarles que así uno quedara como un tontoelhaba. En varias ocasiones me pasó, así que decidí no dar mi opinión NUNCA MÁS, salvo que fuese en directo o me prometiesen por escrito que se iba a respetar íntegramente mis declaraciones, no sacándolas de contexto ni entresacándolas de la chistera. A cambio yo me comprometía a ser lo más explícito y breve posible. Naturalmente, se negaron en un par de ocasiones posteriores y desde entonces estoy en la gloria. Que uno será lo que sea pero escucharte o verte en los medios diciendo una gilipollez porque el periodista de turno ha cortado la frase donde le ha salido de la pirula, eso cabrea y bastante.

Que se lo hagan al Papa de Roma y de Berlusconi tiene su gracia (alguien diría que donde las dan, las toman), pero no está bien que uno desee para los demás lo que no desea para sí.

En realidad (no sé si lo he logrado, Aguja), en el articulillo no defiendo al Papa y lo del periodista francés tampoco me parece muy grave: así los crían. Lo grave es que gente aparentemente tan seria y responsable como los diputados, sean belgas, españoles o kenianos, no se preocupen -teniéndolos- de buscar los datos originales para así no columpiarse en el alambre. Y es que algunos, con tal de defender sus tesis ideológicas, son capaces de pasar por alto hasta la más elemental de las normas: cotejar la información. (Deberían estar escarmentados pues a ellos los medios suelen aplicarles la misma medicina). Que no lo hagamos los juntaletras aficionadillos como el muá, pase y repase, pero los de los "representantes" del pueblo uno espera algo más.

En fin, que si con lo de hoy me he ganado una bula o dispensa papal, canjeable por algún premio o bicoca en este mundo (no en el más allá), aquí quedo esperándolo, aunque no caerá esa breva, je, je...