En la actual Muyanmar, antigua Birmania (43 millones de habitantes), gobierna una sanguinaria Junta Militar desde hace 45 añitos. Como aquel territorio es un área de influencia de China (otra que tal baila), su situación política y económica está siendo silenciada por los organismos internacionales y por las agencias de prensa de manera continua desde hace la tira de años. Ahora, sin embargo, nos están informando un poco. Seguramente porque no es habitual (y en las televisiones viste mucho) ver a miles de monjes budistas protestar en las calles, como hicieron antes estudiantes y trabajadores. Este foco de atención está permitiendo comprobar la tiranía que reina en aquel país, de la que el común de los mortales no teníamos ni pajolera idea.
Las suaves protestas actuales (francamente, varios miles de pacíficos monjes semidesnudos, no parece que sea un gran peligro) ya han originado una docena de muertos, temiéndose que aumente el número ostensiblemente en los próximos días, en cuanto el grueso del ejército birmano acuda a los lugares de más protestas. Un ejército asesino al que lidera un genocida llamado Than Shew, antiguo cartero al que los poderes fácticos han puesto delante de los focos, colgándole un kilo de chatarra en las solapas, nombrándole “General” y haciéndole presidente del “Consejo para la Paz y el Desarrollo del Estado”, que es como allí se llama a la máxima organización gubernamental que se dedica a asesinar y reprimir a cuantos no les caen simpáticos o protestan un poco. (“Consejo para la Paz…” ¡Cuántos horrores se cometen en tu nombre, pobrecica mía…!)
Las imágenes en directo del asesinato del fotógrafo japones a manos de un soldado han dado la vuelta al mundo y llenado de indignación a cualquiera con un mínimo de humanidad. Porque hay que ser muy hijo de puta para disparar a bocajarro a alguien que no te está haciendo nada, que no impide que desempeñes tu labor de control de la calle y que sólo está allí de paso, como periodista de otro país. Si así se reacciona con alguien que tiene detrás un país y un gobierno para apoyarle, cabe imaginar el “exquisito” trato que se dispensará a los paisanos y lugareños.
Este soldado asesino, al que muchos ciudadanos del mundo desearíamos ver encarcelado hasta que se pudriera, demuestra cómo hay seres humanos que sólo tienen de humanos la presencia física. Seres degradados y animalizados –con perdón de los animales- cuya sola existencia nos hermana con las piedras antes que con semejante basura. Matar de esa manera, tan gratuita, fría y miserable, repugna hasta a la gente más insensibilizada contra el dolor, la miseria y la estupidez humana. Porque lo de este soldado asesino, como se ve en las imágenes que han dado la vuelta al mundo, es una muerte injustificable y absurda hasta desde el punto de vista militar. Hijo de perra.
== VIDEOTECA ==
3 comentarios:
Es la primera vez, amigo Puñetas, que te veo perder los estribos ("hay que ser muy hijo de puta", hijo de perra), pero he de reconocer que motivos no te faltan. Es cierto que hay que ser muy hijo de puta para asesinar a sangre fría a un fotógrafo que lo único que hace son fotos.
Y hace falta ser tanto o más hijo de puta para llevar años ignorando las barbaridades que en Birmania sucedían y ahora echarse las manos a la cabeza como quien cae del limbo. Me estoy refiriendo, naturalmente a la UE y los USA.
Sin en ningún caso ver aspecto positivo alguno, tanto en el soldado como en el régimen de ese pais, en efecto, atroz el comportamiento del soldado, pero, por un casual, ¿han pensado Vdes. en como puede funcionar, en un país militarizado como el que hablamos, la relación jerárquica del estamento militar?. El soldado es -casi seguro- un elemento manipulado por los superiores y sometido a presiones extraordinarias. En un tribunal "normal" es seguro que tendría bastantes atenuantes.
Quiero ponerles un ejemplo relacionado con el caso:
Ardenas 1944, soldados alemanes sabotean instalaciones aliadas con uniformes americanos.Son apresados y fusilados. Quienes planificaron y dieron la orden de ejecución de esta acción irregular (oficiales superiores..Skorzeny, Peiper) cautivos mas tarde, fueron puestos pronto en libertad.
Si alguno de aquellos soldados se hubiese negado a practicar la operación en tales condiciones, es seguro que quienes lo pasarían por las armas serían sus jefes.
Otro: A partir de 1944, el Jefe de la Armada Alemana, Doenitz, dio la orden a la flota submarina de "suprimir" cualquier testigo de un hundimiento. 6 oficiales fueron ahorcados en Hamburgo por llevar a cabo esta orden, luego de un proceso después de la Guerra y Doenitz se fue "rositas" por este cargo en el Proceso de Nuremberg.
En ambos casos, paises militarizados con escaso respeto al derecho natural o de gentes.
C'est-la-vie, amigos.
"Sempre il lupo mangia prima l'agnello, il pastore rimane cosi vivo".
Pues sí, tiene razón Freixo cuando señala que el soldado es una máquina más del engranaje. El clima de impunidad y manipulación permite actos tan salvajes como el suyo. En un clima de terror y de impunidad, soldaditos como éste tienen su coartada. Pero no era ese el objetivo principal de mi parida, sino el frío acto de tú a tú entre el soldado asesino y el fotógrafo, captado en imágenes y videos. Otros muchos soldados circulaban por allí y ninguno se atrevió. Estoy convencido de que ese soldado sería igualmente un asesino sin la coraza protectora del uniforme militar.
Naturalmente que escenas como esa se están produciendo a centenares todos los días. Por ejemplo, en los actos terroristas, incluidos los de nuestro país. Pero verlo desde tu casa, cuando te estás comiendo un filete o un lechuga en la paz de tu hogar, a miles de kilómetros y con el estupor que produce la frialdad y cobardía del militarote, hace perder los estribos hasta al más santo varón. El muá, un suponé...
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