martes, 25 de septiembre de 2007

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LOS QUE LA DESPRECIAN


Anda el Puñetas alucinando con la movida que cuatro descerebrados llevan haciendo desde hace unos días, quemando fotos de los Reyes por las calles de Gerona y aledaños. Y alucino porque las razones que dan para realizar la quema de las afotos es que expresan una “opinión política”, y que es un acto de “libertad de expresión”. Lo cual quiere decir que cualquier indocumentado puede salir a la calle y pegarle fuego a la foto que le salga de los pinreles, lleve el careto del presidente del gobierno, del muy honorable president de la Generalitat, de un ministro/a, de un torero, de un famosuelo o de cualquier vecino del barrio, porque “política es todo” (así piensan estos catedráticos de la nada).


Los medios periodísticos, judiciales y tal –siguiendo el dicho de que cuando el dedo señala a la luna, el imbécil mira al dedo- se están luciendo contándonos la batallita de si es delito o no la quema de las mencionadas fotos y los insultos y obscenidades que las acompañan, sin pararse a pensar que antes que el fuero es el huevo, es decir, que lo que hacen estos revolucionarios de pacotilla o estos memos de solemnidad no es libertad de expresión ni nada que se le parezca. Y que antes que acusarles de un delito o llevarles a la cárcel, más prioritario sería que fuesen a la escuela (a estudiar, por ejemplo, Educación para la Ciudadanía), pagándola de su bolsillo, así como la limpieza de las calles tras la “hoguera real”.


Lo que hacen estos majaderos -recordándonos que si por ellos fuera todavía existiría la Inquisición- no es expresarse libremente sino insultar y despreciar a quienes no piensan como ellos, sean los reyes, un conferenciante, un pobre inmigrante o un simple tendero. Gente maleducada, bronca, incapaz de ponerse en la piel de los que no piensan como ellos, que se esconde cobardemente en la pequeña masa indocumentada para injuriar a todo el que se le pone por delante y que, en el colmo de la megalomanía (ellos, pobres diablos), se cree que representa a todo un país. Gente de mal carácter y, encima, autoritario. Un problema psicológico, cuando no psiquiátrico, antes, mucho antes que político. Pero que de no atajarse a tiempo podrá derivar en algo mucho más gordo que pegarle fuego a una fotillo.


¡Qué lecciones de convivencia más gloriosas nos están dando estos descerebrados! Porque se puede ser republicano, antimonárquico, independentista, y hasta hortera, pero siempre aportando razones, argumentos, datos, ideas, diálogo… Entonces, aún no compartiendo sus ideas, se les podría comprender, justificar, aplaudir e incluso asociarse a ellos. Pero, ¿qué tipo de argumento y dialéctica es esa de quemar en la vía pública una vulgar foto, represente a una pareja de reyes o a una de bueyes? ¿Piensan acaso que su pataleta infantil acabará, de sopetón, con la monarquía? ¿De qué fuentes históricas, cuentos de hadas o películas de series B han bebido estos tipos? ¿O simplemente a lo que aspiran es a que sus fotos salgan en las revistas y en el YouTube?


Abierta la veda, con el beneplácito cuando no el vergonzoso silencio de la clase política que come del pesebre, aquí no hay excepción que valga. Cualquier día nos queman hasta a Ronaldinho, porque el chico sale de noche a tomarse una copa… De otra cosa no tendremos en este país de países, pero lo que es burros con mechero o con spray dispuestos a “expresarse libremente”…


== VIDEOTECA ==

EL HEROICO ACTO DE LA QUEMA DE AFOTOS

A LA TAVERNA DEL MAR (KAVAFIS-LLUIS LLACH)

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