martes, 13 de marzo de 2007

TODO VALE EN EL NEGOCIO


Eso piensan algunos, que todo vale con tal de mantenerse en el poder o de recuperarlo; que todo vale con tal de meterse un fajo de billetes en el bolsillo; que todo vale con tal de salir en las telecacas y estar en el candelero; que todo vale con tal de trincar pasta del ciudadano (el canon ese de la SGAE, por ejemplo); que todo vale con tal de promocionarse o dar publicidad al negocio.


Hay una gran cantidad de gente para la que todo vale. Y que encima nos toma a los demás por imbéciles. No hablo de la clase política, que eso les va casi en los genes. Hoy, al hilo de la actualidad, quiero referirme a algunos de esos “artistas” y “creativos” que con tal de vender dos camisas, una foto o una canción son capaces de tomar el pelo a miles o millones de personas. Veamos.


Ya mismo se van a salir con la suya: se aplicará un canon en España a todo aparatejo o instrumento que sirva para registrar o grabar cualquier cosa, sea una foto, una peli, una canción, una triste hoja de papel. La culpa la tiene la piratería galopante de interné. Que la hay, de eso no hay duda, pero también hay conductores que se saltan las normas de tráfico y no por ello se propugna que se descuenten puntos del carné de conducir a todos los automovilistas por si acaso hacen alguna trastada. Si hay piratas (habría que discutir mucho sobre el tema, y probablemente, la lista empezaría por las grandes multinacionales del sector y la propia SGAE), aplíquese sobre ellos el rigor de la ley con las pruebas en la mano, pero decidir que todo el mundo pague previamente el coste económico del pirateo de (en proporción) unos pocos, no sólo atenta contra el sentido común si no contra el mismísimo Estado de Derecho, si bien esto último no preocupa mucho porque suele brillar por su ausencia. Así que pronto pagaremos hasta por la impresora que tengamos en casa, porque ya se sabe que tal artilugio está para imprimir a precio de oro páginas de libros, plagios de obras de teatro o guiones de cine y otras bagatelas. En fin, todo vale y todo se justifica: todo por la pasta.


El terreno publicitario es otro lugar donde se cometen numerosas tropelías (siempre para vender más) contra el buen gusto o la verdad. Ciertamente que a veces la frontera de lo que es correcto o no es fina como un papel de fumar, pero a menudo está tan clara y evidente que a uno le provoca hasta indignación. Así, la firma italiana Dolce&Galbana ha anunciado la retirada de toda su campaña de publicidad en España porque el Instituto de la Mujer le pidió la retirada de un anuncio por fomentar la violencia hacia la mujer. Un anuncio chorra y absurdo, que representa una escena del todo innecesaria para promocionar la moda, pero es que hay muchas empresas que buscan vender a través del escándalo o la provocación. D&G parece de esas (basta echarle el vistazo a la foto de arriba con el cura u obispo, que no sé qué pinta en un anuncio de ropa en el que, encima, aparece un tío en pelotas). Toda una desfachatez que se comprende al presentarse D&G como “una marca que siempre está de moda, irónica, libre, innovadora, irreverente, transgresiva e informal”. (Digámoslo claro, para derribar falsos mitos y trolas: D&G es una marca que vende calzoncillos, bragas, camisas, chaquetas y otras vulgaridades. ¿Qué tiene eso de irreverente o transgresor?) Pero como estos cantamañanas se creen unos genios, encima han calificado sus fotos como “arte”, señalando que retirarlas equivaldría a «quemar museos como el Louvre o los cuadros de Caravaggio». Finalmente han dicho que “se rinden a la censura española”. Pues, arrivederchi, fantasmones…


Pero lo más fresquito que hay sobre el particular es la que se ha montado con un libro subvencionado por la Junta de Extremadura en el que aparecen fotos sobre personajes católicos como Jesucristo, la Virgen y otros en actitudes claramente pornográficas. Los políticos afectados ya han comenzado a dar marcha atrás pues dependen del voto y éste puede evaporarse dentro de un par de meses, pero el “artista” defiende su obra a capa y espada, con un cinismo y una desvergüenza mayor aún que la de los señoritos de D&G o los de la SGAE. Dice el camarada, un tal Montoya, que con sus afotos quiere criticar a la institución católica, "sin ánimo de ofender a nadie". "Cada cual puede creer lo que quiera y yo respeto las creencias de cada cual, pero lo único que hago es una crítica a esa institución, nada más", declaró Montoya a Onda Cero. (Esto me recuerda al chiste ese de: “No quiero ofenderle ni que se ofenda, pero es usted un gilipollas”). Pero lo bueno viene ahora cuando Montoya afirma que sus fotografías no son pornográficas. “A usted le parecen pornográficas... Pero ¿usted que preparación tiene en el ámbito plástico? Usted no tiene formación para decir que eso es pornografía" –le dijo al locutor y a toda la afición. Se ve que en cuestión de arte, fotografía y pornografía el personal somos como los del chiste: gilipollas. Y añadió por si no había quedado claro: "Cualquier fotógrafo que vea eso, lo que menos le sorprende es el contenido. Se va a fijar en otras cuestiones, por supuesto, inaccesibles para los neófitos en la materia".


Montoya recalca que las citadas fotografías se justifican por haberse sentido afectado "por la doble moral de la Iglesia y otras muchas cosas”. También somos muchos, incluso millones, los que tenemos quejas sobre dicha Institución pero sabemos criticar y despotricar guardando un poco las formas, el buen gusto y la compostura. El amiguete no tiene esos prejuicios burgueses y tal como lo piensa, va y hace la afoto. Y es que “lo digo con el corazón. Como hago todo... Yo todo lo hago desde las tripas”. Pues las fotos, queridísimo Montoya, las has hecho más bien desde la po…”

4 comentarios:

Jc dijo...

Querido amigo Puñetas:

Con respecto a la SGAE, no voy a decirte nada, pues me consta que sigues a menudo mis escritos y creo que en ellos he dejado manifiestamente clara mi postura.

Respecto a lo de D&G, creo que es una muestra de estupidez por ambas partes. Por una la propia empresa que se cree que todo vale y no es así. Con tal de ser más "listos, radicales y transgresores" que nadie son capaces de cualquier cosa. Pero por otra está ese pseudo-feminismo radical (ése del ciudadanos y ciudadanas) que tanto daño está haciendo incluso a nuestro idioma.

Y por último, respecto al soplagaitas ese de las fotos, me recuerda bastante a la polémica que se organizó cuando las famosas caricaturas de Mahoma. Y es curioso que, quienes en aquel momento defendieron la libertad de expresión a machamartillo ahora se rasgan las vestiduras. Y quienes de aquella pidieron respeto para las creencias de los demás, ahora estén defendiendo justamente lo contrario.

¿En qué coño de país vivimos?

Anónimo dijo...

Entre los que le dan a lo políticamente correctamente más de la cuenta, los que llaman "arte" a lo que no es si no simple busca del negocio mediante la propaganda y el escándalo y los que reaccionan -como dices bien- según tengan el día, , aparte de no aburrirnos, podemos decir que -respondiendo a tu pregunta- estamos viviendo en el coño de España. ¡Me lo has puesto a "huevo" con tu pregunta del final!

Anónimo dijo...

Pues si, ambos dilectos, ponderados y equilibrados amigos JC y Puñetas, vivimos en un pais de ficción, en lo que lo políticamente correcto es lo ética y estéticamente incorrecto. Para no aburrirles, tan solo decirles que siento vergüenza ajena y una ganas inmensas de perderme por otro pais políticamente menos correcto pero socialmente equilibrado cuando veo esa foto del infumable Sonrisas con una cla talibana-feminoide cantando "ista..ista...".

Juan Puñetas dijo...

Aquí pasamos de un extremo a otro con suma facilidad. Todavía recuerdo el careto del anterior presidente, esa mirada torva y cejijunta, esa risa de hiena, cosa rara porque apenas se reía en público, el semblante siempre serio , diciendo cuatro ideas simples con la mayor pompa y circunstancia. Y ahora tenemos lo contrario: un tipo que siempre se está riendo pero nunca se sabe de qué, que te abraza por la espalda aunque escondiendo bien el puñal trapero, que dice cosas la mar de enjundiosas pero de una simpleza que te cagas. En fin, que ¿no ha llegado el momento de tener a un presidente normalito, que no se crea que el mundo sólo está lleno de buenos y malos (él está dentro de los buenos, claro), o que todo el mundo es bueno (menos la oposición), o que va a arreglar el mundo mundial, cuando no tienen tiempo ni hacerlo en su propia casa...?

No sé, alguien habrá por ahí, ¿no? Si algunos sólo pedimos alguien eficaz, cotidiano, normalito, sencillo, apegado a la realidad, sin grandes ideas ni ganas de arreglar el mundo... Jodé, ahora que lo pienso, no pedimos nada...