martes, 4 de octubre de 2005

ECLIPSAO Y DEPRIMÍO

Ayer, con el eclipse de sol que tuvo lugar y que tan bellamente fue visto en parte de la península ibérica, ya pocas cosas nos quedan por ver.


Lo peor es que también las neuronas se le han eclipsado a más de uno. Juan Puñetas, un suponer. Así que llega el martes y anda uno dándole a la tecla sin que salga nada potable. De modo que habrá que recurrir a la cultura, je, je, para que nos eche una mano salvadora. Y qué mejor que un par de citas largas de un libro estupendo que, entre col y col, entre Estatut y Estatut, estoy leyendo en estos días. Me refiero a “El libro de los abrazos”, de Eduardo Galeano, escritor que frecuenta mi biblioteca, especialmente en aquellos momentos en que quiero deprimirme un poco. Aconsejo esta terapia porque es la mar de saludable. Así, sale luego uno al mundanal ruido y a la calle y se encuentra con que el impacto ambiental y social le provoca menos quebraderos de cabeza y contrariedades de lo previsible. Con Galeano uno se entrena perfectamente para estas lides. No es ironía. Es pura y exacta realidad.


Aquí van los dos fragmentos indicados. Que usted se deprima bien, casual o recurrente lector.


El sistema

Los funcionarios no funcionan.
Los políticos hablan pero no dicen.
Los votantes votan pero no eligen.
Los medios de información desinforman.
Los centros de enseñanza enseñan a ignorar.
Los jueces condenan a las víctimas.
Los militares están en guerra contra sus compatriotas.
Los policías no combaten los crímenes, por que están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es mas libre el dinero que la gente.
La gente está al servicio de las cosas.

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cantaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino numero.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

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