martes, 25 de octubre de 2005

ELE LA GRASIA Y OLÉ, IÑAKI

Leo en la prensa que desde mediados de septiembre la televisión autónoma vasca emite un anuncio de esos que las cadenas hacen para darse autobombo, satisfacer el ego de los gobernantes y directivos y –de paso- informar de algo. En este caso, la nueva programación de otoño que, como suele suceder en todas las teleles, es la misma basura que el resto del año, pero sin hojas por aquello de la climatología.


En el anuncio de marras el protagonista, con acento andaluz, cuenta su vida y viene a decir lo siguiente: "Nací soso, pero soso, soso, maldita sea mi estampa, ¡un andaluz soso! (...) Salí a buscar la gracia por todo el mundo, pero ná. (...) Hasta que un día recalé en Euskadi, eso sí fue un golpe de suerte".


Al parecer, con "acento grotesco y exagerado", el supuesto ciudadano andaluz confiesa que nació "soso" y que tal circunstancia, que "se supone sin duda como adversa", era "un 'masaso' tan grande 'pa' un 'andalú'", que lo probó "tó", le hizo "resá a la Macarena" y salir al mundo en busca de la "grasia", hasta que un día recaló en el "paraíso" de Euskadi y halló "la sal de la vida". Hasta aquí lo que cuenta la prensa.


Como los gobernantes de Andalucía no se enteran de nada desde que tienen a sus patrones gobernando el yate desde Madrid, ha tenido que ser el Partido Popular quien denuncie el asunto al considerar que "no es de recibo que una televisión pública se promocione a costa de ridiculizar a los nacidos en otra comunidad autónoma”.


Yo creo que el PP se equivoca radicalmente de planteamiento porque el anuncio de la ETB está más apegado a la realidad de lo que parece y ridiculiza menos de lo que algunos creen. Ciertamente que los creativos de la telele vasca demuestran que siguen anclados en todos los topicazos del mundo, dentro de los cuales un andaluz tiene que ser un tío analfabeto, chistoso y con la sonrisa de oreja a oreja. Eso les pasa porque –como buenos nacionalistas- están tan encerrados en su idílico mundo que hace ni te cuento el tiempo que no se dan un garbeo por el resto del planeta. Todavía no se han enterao que por el Sur la gracia y el salero se acabaron con la muerte de Franco, aunque todavía en muchos medios de comunicación continúen los topicazos de antaño. Miren si no a la flora y fauna de los políticos andaluces (empezando por el presidente Chaves y acabando por las ministras zapateriles de Fomento y Cultura) y verán que ellos y ellas son más sosos que un burro rebuznando.


Pero frente a este error conceptual de los creativos de la tierra de Sabino Arana y el comandante Arzallus, es completamente cierto que ahora la gracia, el no aburrimiento, la sal de la vida y el chachi piruli se encuentran en el País Vasco a manos llenas. Y es que la vida allí resulta de lo más divertida. Un suponé: llegas de turista hoy mismo, día 25 de octubre, y te encuentras que si llegas a pasar a una hora determinada por unos lugares también determinados, hubieras volado por los aires gracias a los tres artefactos que ETA ha explotado cerca de varios juzgados a lo largo de la geografía vasca. ¡Eso sí que es divertido y gracioso, no el aburrimiento y sosería que se da en Castilla la Mancha, Aragón o la mismísima Andalucía!


Tan divertida y excitante es la vida en la comunidad autónoma donde emite la ETB, que al menos un tercio de la población se parte de risa viendo que en cualquier momento un comentario político mal expresado, un apoyo poco claro o una pequeña protesta ante cualquier abuso de los que allí gobiernan ininterrumpidamente desde hace 30 años, les puede costar muy caro, incluso con la vida. No veas lo diver que es que todos los días no sepas si vas a volver a casa por la noche, entero o a trocitos. A muchos les ha pasado.


Oír todos los topicazos y cantinelas que el poder omnisciente vasco (desde el más beatífico al más belicoso) suelta todos los días como si fuesen perlas de un rosario irrefutable hace soltar las carcajadas más ostentosas a cualquier cerebrito venido del exterior, de otro planeta, aunque se encuentre tan sólo a unos kilómetros conforme se sale de la comunidad autónoma vasca en dirección al sur, este u oeste.


Así que, por mi parte, felicito enormemente a la ETB no por su ingenio sino por sus altísimas dotes de realidad y apego al terreno: hay que ir al País Vasco para olvidar la sosería y encontrarse con las ganas de vivir, el cachondeo y la gracia más racial. Yo es que, en cuanto pueda, cojo el petate y emigro para aquellas santas tierras.


Noticia de última hora: Leo, cuando voy a subir a la red este comentario, que la ETB “acaba de retirar el anuncio de promoción del País Vasco que ridiculizaba a los andaluces”. Para una vez que aciertan, van y la fastidian. No somos nadie.

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