martes, 7 de octubre de 2008

UNA HISTORIA MUY MONA

Publicado en la sección de "Reir" de "Webalia", me parece que muestra muy didácticamente una parte de la cruda realidad económica, que es de risa pero también la mar de seria. Lo incorporo a estas Paridas haciéndolo mío -corrigiendo sintaxis y añadiendo algunos detalles puñeteriles- al tiempo que felicito calurosamente  a su ingenioso autor o autora.

"Una vez llegó al pueblo un señor muy bien vestido. Se instaló en el único hotel que había y puso un aviso en el periódico local indicando que estaba dispuesto a  pagar diez dólares por cada mono que le trajesen. Los campesinos, que sabían de un bosque cercano repleto de gráciles monos, salieron corriendo a cazarlos. El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de monos que le trajeron a 10 dólares cada uno.

Poco a poco fueron quedando muy pocos monos en el bosque, por lo que ya era difícil cazarlos. Los campesinos fueron perdiendo el interés por el negocio. El hombre ofreció entonces 20 dólares  por cada mono. Los campesinos corrieron otra vez al bosque.

Poco después, cuando mermaron aún más los monos, el hombre elevó su oferta a 25 dólares. Los campesinos siguieron cazando los pocos monos que aún quedaban hasta que fue casi imposible encontrar más. Entonces el hombre ofreció 50 dólares por cada mono. Como tenía negocios que atender en la ciudad, dejó a cargo del asunto a su ayudante, prometiendo regresar a la mayor brevedad. El ayudante convocó a los campesinos y les dijo:

- Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección, Ya  ni recuerda que los tiene. Yo me ofrezco a venderles los monos por 35 dólares. Cuando mi jefe regrese de la ciudad, tal como él dijo antes de partir, les comprará monos a 50 dólares cada uno. ¡Vean qué fácil es ganar un buen dinerín!

Los campesinos juntaron entonces todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula. Esperaron el regreso del jefe y siguieron esperando... porque ya nunca más volvieron a verle el careto. Lo único que vieron desde ese día fue la jaula vacía y evaporados los ahorros de toda su vida.  Como nadie les compraba los monos de 35 dólares (ni siquiera a medio dólar), los devolvieron al bosque. Al menos el medio ambiente natural salió beneficiado en esta ocasión".


Nota: Si ustedes comparan este bello cuento con el modus operandi habitual de la Bolsa, el Mercado de Valores y el Sistema financiero de cualquier país medianamente desarrollado, habrán acertado plenamente. ¡Se merecen un mono de regalo que podrán canjear previo envío de 50 dólares para sufragar los gastos de empaquetamiento, tramitación  y aduana! 

4 comentarios:

Jc dijo...

Me vas a permitir, amigo Puñetas, que lo cuelgue yo también.

Un saludo.

Juan Puñetas dijo...

Encantado. Merecería el cuento una segunda parte, en la que se contase cómo el gobierno de la ciudad y del bosque acudió en ayuda del hombre de negocios para prestarle dinero (obtenido previamente de los campesinos, vía impuestos) con objeto de que aquel pudiese seguir haciendo de las suyas. Sólo así habría liquidez de nuevo en la ciudad, trabajo (el de la caza), ventas (armamento, medios de transporte, construcción de jaulas) y otras menudencias necesarias para el buen vivir de todos.

El problema, amigo JC, es que no se sabe cómo acabará el cuento, si con el hombre de negocios entre rejas tras haberse merendado también el dinero de todos, vía Estado; si aupado a presidente de Gobierno; si con una revolución de cazadores y campesinos o, simplemente, con un incremento de las horas de pronografía y fútbol televisado a través de las telecacas para que el personal de a pie se consuele y no piense más allá de sus narices.

O quizás todo se irá al garete y será de nuevo la hora del reinado de los simios.

Veremos el transcurso de los acontecimientos...

Anónimo dijo...

¡Genial, Don Juan¡

Juan Puñetas dijo...

¡Hombre, don Freixo, dichosas sean las teclas! Gracias, pero en realidad lo que he hecho -como decía al principio de la entrada- ha sido "fusilar" un texto que un buen amigo me hizo llegar por correo. Eso sí, tuve que limpiarlo, alicatarlo y personalizarlo un poco para hacerlo más presentable. Al hilo de mi respuesta a JC, presiento que el futuro va a ser el reinado de los simios... Si es que ya no los tenemos encima presidiendo Consejos de Ministros, Consejos de Administración y otros órganos de mal vivir, je, je...