domingo, 17 de febrero de 2008

CIBELES Y ARCO: PUES VALE, PUES ANDA YA...


Han coincidido por estas fechas dos eventos de alta relevancia y frescura social que aquĆ­, tan atentos a la realidad circundante y asfixiante, no podemos dejar pasar por alto. Al igual que el resto de los medios de intoxicación de masas, ¿cómo vamos a ignorar la celebración de dos puestas en escena tan modĆ©licas como Cibeles y Arco, para mostrar al mundo moderno la moda y el arte actual?

Empecemos por lo del Arco ContemporĆ”neo, que viste menos… Como ya estĆ” todo inventado y requete-inventado, los artistas actuales no tienen mĆ”s remedio que dedicarse a crear cosas llamativas y epatantes. Hasta la mismĆ­sima Reina de las EspaƱas ha acabado por entrar por el aro: “El arte estĆ” para provocar, ¿no?”. Y en eso estamos. Al fin y al cabo, los destinatarios finales de la producción actual son esas gentes de la media y alta burguesĆ­a, que a pesar de que viajan mucho, aĆŗn son capaces de sorprenderse con cualquier gilipollez firmada. En eso, reconozcĆ”moslo, el pueblo llano y bajuno no estĆ” a la altura debida. A los curritos de 6 de la maƱana a 6 de la tarde, por mil euros al mes mĆ”s IVA, residentes en barrios atestados de cafres, ruido y tiendas de todo a tres euros, la capacidad de sorpresa sólo se la mantiene el Real Madrid o el BarƧa con algĆŗn que otro gol supertransdencental. La feria de Arco va destinada a otra gente, la guay, la sensiblera, la de buena imagen y un coco virgen capaz de sorprenderse con cualquier escultura formada con un circuito elĆ©ctrico y varios cables deshilachados en forma de berberecho. ¡Oh, ah, rediós, quĆ© maravilla, cuidao que me voy a correr de gusto…! TodavĆ­a hay clases sociales y quĆ© manera tan distinta que tienen de ver la vida y el arte.


En Arco hasta se ha podido disfrutar con algĆŗn que otro cuadro que valĆ­a la friolera de 23,2 millones de euros. “Un lecho de pintura gris, el boceto de un lavabo y un hombre tosco y desnudo, vuelto de espaldas, que se acerca al agua. Los pantalones caen al suelo como si quisieran narrar alguna historia sórdida”. AsĆ­ han descrito el cuadro gente cultĆ­sima que sabe mucho. ¡Es un Bacon y de esos hay poquĆ­simos en el mercado! –gritaban como posesos los que querĆ­an venderlo, quitĆ”ndoselo de en medio. Alrededor, pasmados, cientos de mirones, “guapos de spa, releĆ­dos de catĆ”logo” (son palabras de Ɓngel Antonio Herrera) que podrĆ”n contar a sus futuros nietos cómo el vello del pubis se les erizó un dĆ­a al contemplar 23,2 millones de euros disfrazados de cuadro. Supongo que el comprador final lo tendrĆ” ya colgado en su modernĆ­simo cuarto de baƱo, justo encima del WC…


MĆ”s populachero, en cambio, es el desfile de modelos trotones/as de la Pasarela Cibeles. Da igual que presenten la moda primavera-verano que la otoƱo-invierno. Siempre van a galope. Como ya el aƱo pasado dedicamos al asunto un amplio artĆ­culo, esta vez nos centraremos en uno de los habituales de la muestra: David DelfĆ­n, un diseƱador de moda, o lo que sea, que empezó a hacerse muy famoso desde que apareció por el tugurio Cibeles allĆ” por 2002, presentando unas modelos encapuchadas como si fueran a cometer un atraco en plan finolis o a encomendarse al talibĆ”n de turno. Desde entonces el amigo ha seguido creciendo en el negocio, pero sus neuras siguen siendo tan extravagantes como siempre. Esta vez hizo un desfile carcelario, colocó una alambrada en medio, unas cadenas en los pies de un modelo y a otro le tapó el rostro con un pasamontaƱas. Todo muy guay y fashion. Y el pĆŗblico, ¡oh, ah, llĆ©vanos a AlhaurĆ­n o Alcatraz, Davidito, donde la vida tiene otros alicientes…!


Todos los modelitos y vestiditos presentados en el sarao de Cibeles han quedado la mar de monos, que es de lo que se trataba, porque luego ya no los ves ni en las actrices, que son los Ćŗnicos seres vivientes que tienen estómago para ponĆ©rselos y bolsillo para comprarlos. Pero bueno, la cosa ha estado muy divertida y ha dado mucho trote, culo y teta en los telediarios y revistas del colorĆ­n, que es de lo que se trataba. Ahora, los artistas que han mostrado todos sus encantos, volverĆ”n a encerrarse entre las cuatro paredes de su taller-sastrerĆ­a para seguir ideando cómo vestir a gente medio anorĆ©xica en el siguiente desfile. Y nosotros que lo veamos, genios y genias…


== VIDEOTECA ==

Para compensar tanto modernismo modil y contemporaneidad artƭstica, nos ponemos en plan clƔsico pero con vista actual.

ANDREA BOCELLI Y SARA BRIGHTMAN - TIME TO SAY GOODBYE

12 GIRLS BAND - RIVER DANCE

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