Mientras tanto, en este coƱo de la Bernarda llamado Spain, en los veranos seguimos siempre con la misma cancioncilla: los bosques se queman, los automovilistas se despanzurran en las carreteras, algunos cabestros siguen matando a sus seƱoras en vez de buscarse otra, nos visitan millones de extranjeros atraĆdos por no se sabe quĆ©, miles de bobos y tontĆcolas se distraen en las fiestas corriendo delante de los cornĆŗpetas, haciendo el burro con toneladas de tomate, uvas u otro manjar que saciarĆa a un ejĆ©rcito de hambientos o quemando petardos y pĆ³lvora para desatascarse de cerumen los oĆdos. Paletismo y estupidez como marca registrada autĆ³ctona: a lo mejor eso es lo que busca tanto turisteo. En la polĆtica, los jerarcas desaparecen con las calores, aprovechando tambiĆ©n que el personal activa el encefalograma plano. Seguimos teniendo a la policĆa mĆ”s inĆŗtil de todo el orbe (la ertzaintza vasca), incapaz de detener a un terrorista etarra o a un imberbe kaleborriquero, aunque se le espatarren ante sus mismas narices. (En realidad, los culpables son los politicuchos que la mal dirigen). Por las CataluƱas ya no puedes estar tranquilo ni en la playa, con tanto tiburĆ³n, raya, medusa o cayuco visitante, que aprovechan que el cateto del Carod manda provisionalmente en el Generalitato, para hacer de las suyas y robarle planos ante las cĆ”maras. Ah, y la tabarra de Navarra. El resto del paĆs no existe (a pesar de los Ćmprobos mĆ©ritos de algunos cortijeros) y si existe, todo funciona como un reloj suizo, desde la arcadia andaluza a la sĆdrica Asturias, pasando por la quijotesca Mancha o las afortunadas Canarias. Para entretener al personal y aumentar el nivel de divorcios veraniegos (y, con ellos, el trĆ”fico econĆ³mico), las telemugres –como todos los veranos- pusieron su granito de arena largando basura a tutiplen por su catĆ³dicos tubos de escape.
En fin, que pese a todo hemos sobrevivido al verano y a las vacaciones, pero no estamos seguros de hacerlo en el futuro mĆ”s cercano, donde nos esperan elecciones generales, la aprobaciĆ³n de otros quinientos Estatutos y, lo que es peor, esa cruel guerra por el fĆŗtbol que han entablado las telecacas “progresistas” (me entra la risa con el entrecomillado, pero habĆa que escribirlo, rediĆ³s) y que nos puede llevar a un invierno huĆ©rfano de nuestros iconos favoritos: los destripapelotas.
A ver cuando la NASA comprueba que se puede vivir en Marte, que el PuƱetas se apunta el primero, aunque sea como conejillo de indias. Oye, me da igual que el viaje sea en verano o invierno…
EL POLLO DE ADEJE
AsĆ fue el verano en lo musical. Ya saben, la canciĆ³n del verano y estas polladas… Vean y oigan esta basura durante al menos treinta segundos (echenle estĆ³mago) y quedarĆ”n vacunados para todo el resto del aƱo. ¡Hasta la prĆ³xima canciĆ³n del verano!
2 comentarios:
¡Bienvenido de nuevo, amigo PuƱetas!
Si decides irte a Marte, igual me apunto como compaƱero de viaje. Si es que aceptas a un cascarrabias como yo.
Ya serĆamos dos, lo cual no sĆ© si lo aguantarĆan en Marte...
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