viernes, 16 de febrero de 2007

EL ESTATUTO DEL ALMENDRUCO


El día 18, domingo, se vota (o votó, según cuando leas ésto) el nuevo Estatuto de autonomía de Andalucía, a través de un referéndum. De los 4 partidos que cortan el bacalao por el cortijo andalú, tres apoyan dicho Estatuto, aunque cada uno por razones distintas, claro. Mientras para los de Izquierda Unida representa un paso para el federalismo español (Andalucía siempre como trampolín para otros fines ajenos a ella), para los del Partido Impopular significa que “Andalucía es parte de la indisoluble unidad de España” y para los que vienen gobernando el cortijo desde hace más de 25 años (los alegres zascandiles del PSOE), la cosa está clara: un nuevo Estatuto para que podamos seguir mangoneando otros 25. Sólo el Partido Andalucista (cuatro gatos que caben en un taxi, y encima peleados entre ellos) propugna el “no”. Piensan que así se atraerán a los descontentos y despistados, que son muchísimos. Aviados están.


Oyendo lo que dice el personal que vende el pescado estatutario, pareciera que es mejor que el bálsamo de Fierabrás, esa pócima mágica que preparaba don Quijote y que curaba todas las dolencias del cuerpo humano, pero eso no se lo creen ni ellos, aunque lo importante es que se lo crea el “sabio” pueblo andaluz, que sólo se equivoca cuando les manda a hacer gárgaras. No preocuparse, que en esta ocasión dicho pescado ya está vendido antes de que se ponga a la venta el día 18. Saldrá el “sí” porque no es habitual que un pueblo vote “no” en un referéndum pues, pese a disponer de la libertad teórica para oponerse, la incultura política, la propaganda, el voto cautivo, el control social y otras gaitas cumplen su cometido con bastante seguridad. Y si lo que hay es mucha abstención (signo de que a los andaluces el Estatuto se la trae floja), no preocuparse porque los gobernantes ya han dicho que a ellos les da igual el nivel de abstención siempre que el "sí" sea mayoritario. O sea, con que sólo voten los funcionarios puestos a dedo por la Junta de Andalucía y aquellos que viven de las limosnas de ésta, ya tendremos garantizado el “sí”. ¡Así me gusta, majetes, que todo esté controlado!


Lo que no dice toda esta pandilla de gañanes de la política que vive estupendamente bien de ella, y que por eso mismo hace del chiringuito autonómico una causa básica de subsistencia, es que el Estatuto es innecesario mientras previamente no se reforme la Constitución española, que es el marco del cual deberían emanar las normas autonómicas. (Curioso, oyes, los tropecientos Estatutos Autonómicos se han quedado anticuados, pero la madre Constitución española, no). Lo que no dicen es que, a través de sus larguísimos 250 artículos, es intervencionista hasta los tuétanos, pero qué más da si eso al personal le encanta: la libertad diaria es dura y difícil, ya se sabe, y una ayudita gubernamental nunca viene mal. Lo que tampoco dicen es que eso de “realidad nacional” es un invento que se han sacado de la manga los muy tunantes, pues por estas tierras jamás se había oído previamente ese concepto tan estrambótico. En fin, en este mercado de fariseos en que han convertido algo inicialmente tan noble como la política, cada uno vende la mercancía con las mayores trolas y propagandas que puede pues ya se sabe que lo importante es vender como sea, aumentar la cuota de beneficios y darse a la buena vida, que para cuatro días… (Que la calvicie no te impida vender un peine…)


Un Estatuto, por sí mismo, no garantiza nada. Y menos viniendo de una gente que lleva un cuarto de siglo tomándonos el pelo ininterrumpidamente. Por eso ocho de cada diez andaluces afirma no conocer el Estatuto, muchos votarán por compromiso y pocos se creerán lo que afirma el mayor mentiroso de la región: “Votamos un Estatuto que nos equiparará con las regiones más ricas de Europa”. El señorito Chaves, el Presi, tiene un rostro de hormigón y, encima, toma por imbéciles a los andaluces. Allá los que le bailen y rían las gracias, la ceguera es voluntaria y –afortunadamente- no contagiosa. Naturalmente que tras más de 25 años de autonomía la región ha dado un gran salto adelante. ¡Como el resto del país, aunque en la carrera sigue ocupando los últimos puestos! Al camarada le “gustaría el cien por cien de participación, pero eso es utópico. Lo que importa es la victoria del sí”. También ha dicho esta perla: “Os pido que votéis por vuestros hijos, por vuestros nietos y por mi nieta”. Ozú, parece que nos estamos jugando el Juicio Final… Y esta otra: ”Si gana el “sí” gana Andalucía y ganan los andaluces; con el “no” pierde Andalucía”. Finalmente, “llamo a votar con el corazón para abrir un nuevo ciclo histórico”. Pues mire usted, hay que votar siempre con la cabeza y la razón. A lo máximo, pensando en el bolsillo, pero con el corazón… No me juegue con las emociones (y menos de patrias, naciones y realidades nacionales) porque entonces entramos en terreno demasiado pantanoso…


Así pues, que salga el sol por Antequera, pero que salga ya, porque hay que pasar rápido las páginas de los milagros estatutarios y entrar decididamente en las de las soluciones concretas, que ahí os quiero ver, aunque la verdad verdadera, es que ya os tengo demasiado vistos y calados. Un ejemplillo desternillante. Artículo 157.3: “La política económica de Andalucía se rige por los siguientes principios: el desarrollo sostenible, el pleno empleo, la calidad en el trabajo, la igualdad en el acceso al mismo, la cohesión social, la creación y redistribución de la riqueza”. No se pueden decir más embustes en menos renglones, cuando uno mira la realidad circundante y cotidiana. Más, que siga la fiesta, oyes, que comer no comeremos, pero lo que es reírnos…


P.D. del 18/02/07 a las 22 horas: Ya se conocen los resultados del referéndum sobre el Estatuto del Almendruco. Casi un 64 % del personal censado ha decidido quedarse en casita viendo las telecacas o han salido de paseo, pero sólo para estirar las piernas o tomarse unas cañitas. "No problem" para la casta política que gobierna y oposita en el cortijillo andalú. Al fin y al cabo, en los USA esa tasa de abstención es la habitual hasta cuando eligen al presidente. Ya estamos equiparados, al menos en una cosa buena, con el país más rico del mundo. ¡Y que siga la fiesta y la risa!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya podían haber gastado el millón largo de euros que dicen que se han gastado en propaganda en otras cosas de provecho dado que el sí salía cantado y el personal iba a pasar del tema. Se demuestra una vez más que los políticos van por un lado y el pueblo por otro, o sea, pasando de ellos. ¿Queda, acaso, otra alternativa? O a lo peor es que ya pasamos de todo...

Anónimo dijo...

Yo creo que hay un poco de todo. En cualquier caso, aquí sólo estamos para hacer una cosa cínico-satírica sobre el particular, con unas gotas de mala leche (la que nos crean estos impresentables) y un poco de crítica sanota. Y aquí acaba nuestro papelón, así que no sabemos si es que el personal pasa de todo, menos del fútbol, o es que nos hemos vuelto tan vagos que hasta desplazarnos al colegio electoral nos resulta una lata. Por si acaso, yo pondría las mesas electorales en los campos de fútbol y baloncesto, con animadoras para alegrar la función, y regalaría algún detallito a los votantes, o les daría un número para participar en el sorteo de un jamón. Hasta en estas cosas del marketing están atrasados estos cagamandurrias.

Anónimo dijo...

Increible, caro amigo, en este panorama prebalcánico de chetniks y ustachas y otras demarcaciones tribales, surge, como el Ave Fénix, la figura providencial del "plogavich" de la república social chaviana (RSCh....no confundir con la RSI..)y nos cuenta una milonga matemática travestida de sofisma barato
-El 30 % dicen que si (má o meno..)
-El 5 % dicen que no (má o meno..)
-El resto, con el regalo que le hacemos -desagradecidos ellos- nada dicen, luego no se oponen.
Ergo, casi todos (el 95 % están de acuerdo). Pasmo, asombro ¡¡¡
Vamos, que ni Adolf ni el padrecito Stalin serían capaces de argumentar así al pueblo.
Claro que aquí, por ese afán misterioso de cambiar, cambiar, ahora se ha dado en llamar ciudadanía, por lo que, es posible que Adolf y Josef es posible que tomasen lección de nuestros próceres. Majos y dilectos amigos, ahora superados por estos tíos, que hacen que no sepamos con claridad si los tontos son ellos o si son listos y han logrado tomarnos permanentemente el tupé.
Espero poder ofrecerle de nuevo mis paridas siniestras, luego de período largamente improductivo.
Continúe con salud y acritud. Esta se la merecen

Anónimo dijo...

Todos han hecho el ridículo en este esperpento, pero lo que es poco conocido es el papelón del Partido Andalucista que propugnaba el no, que se lo ha apropiado enteramente, afirmando que es el ganador del referendum y que el camarada Chaves debe dimitir. No sé si fuera de Andalucía alguna televisión habrá informado de la noticia (supongo que en algún programa dibujos animados y muñecos).

En fin, ahora el bellotari de Extremadura va a solicitar la inconstitucionalidad del Estatuto en lo que se refiere a las competencias exclusivas sobre el río Guadalquivir pues el agua de este río también procede de algunos afluentes extremeños. Espérate que los 16 estatutos que están esperando turno se aprueben y tengamos recurrida su inconstitucionalidad por los partidos u otras comunidades autonómicas. Lo nuestro no va a ser los Balcanes, sino los Reinos de Taifas, que aún dieron peor resultado.

Lo mismo le deseo: salud, paciencia y a barajar...