martes, 23 de mayo de 2006

LA PALABRA MÁS BELLA



Durante el mes de abril una Escuela de Escritores convocó a los internautas hispanohablantes a elegir la “palabra más bella” de la lengua castellana. Durante 21 días, 41.022 internautas de todo el mundo respondieron a la iniciativa y enviaron 7.130 términos diferentes explicando porqué los habían elegido. Como era previsible, en unos tiempos donde la imaginación está en las catacumbas cerebrales, sepultada por toneladas de propaganda, videojuegos, pelis de acción y programas telebasurientos, la palabra elegida entraba dentro de lo previsible desde el primer día. El Puñetas se dijo cuando conoció la convocatoria:


-Me apuesto la cabeza del ministro de Defensa Bono a que la palabra elegida saldrá entre “amor”, “libertad”, “solidaridad”, “vida” e “igualdad”.


Oye, que gané la apuesta. Al final la palabra elegida ha sido “amor” y, como consecuencia, el ministro Bono se ha largado del Gobierno zapateril para irse a hacer vida familiar. De repente le han entrado al buen hombre unas ganas enormes amorosas de estar con su esposa e hijos. Échenlo en la cuenta de mi fácil apuesta a lo seguro.


Elegir la palabra más bella de un idioma por lo que teóricamente significa, resulta bastante tramposo. Las personas más buenazas, tolerantes, comprensivas y desprendidas no son forzosamente las más bellas y hermosas. No sé a qué viene aplicar el cuento contrario a las palabras. Pero es que –además- la trampa es doble, porque entre lo que teóricamente representan las palabras “agraciadas” y la realidad practicada, hay una distancia a menudo sideral. El amor será muy bello, pero del dicho al hecho hay muchos años luz. Se nos podrá llenar la boca de “igualdad”, “solidaridad” y “patatín patatán”, pero en la inmensa mayoría de los casos la cosa no deja de ser una tomadura de pelo. El Puñetas está hasta el tupé (si lo tuviera) de tanta palabreja muy hermosa por fuera pero hueca por dentro, manoseada hasta la náusea. Oir hablar a los poderosos (gobernantes, grandes empresarios, manipuladores de opinión, etc) de palabras otrora tan emblemáticas como “solidaridad”, “igualdad”, “obrero”, “socialista”, etc es que me hace vomitar. Menudo morro tienen algunos. Y si descendemos a la plebe, casi se repite la misma cantinela. Así que a uno ya hasta empieza a escandalizarle el uso prostituido, hueco y ruín de estas y otras teóricamente hermosas palabras, cuando se ponen en boca y manos de según qué gentuza. Menos palabrería y más hechos. Menos rollos macabeos y más dar el callo en la vida cotidiana, arremangándose hasta caer rendido.


Qué bonita sería la palabra “justicia”, pero cada vez se acerca en el significado a esta otra menos agraciada: “jódete”. Algunas sentencias de los últimos tiempos así lo corroboran. Qué linda sería la palabra “verdad”, pero habitualmente suele utilizarse como sinónimo de “mentira”. Hay gente (empezando por el presidente del Gobierno y acabando por los Rolling Stone) a la que el Puñetas interpreta lo contrario de lo que afirman. De modo que uno esperaba que los internautas eligiesen una palabra bella por su melodía, o por su gracejo, o por su estética pero hablar de armonía, humor inteligente o fina estética en esta putrefacción en que vivimos, no deja de ser una utopía la mar de utópica.


-¿Y qué palabrejas hubiera votado usted, eh, listo? –preguntará algún lector quisquilloso que no conozca el percal que tiene enfrente.


Yo creo que –manteniendo la línea de lo votado- la palabra “humor” es bella. Y “finura”. Y “árbol”. Y “salud”. Pero uno hubiera planteado otras palabrejas menos rimbombantes de contenido, pero más bellas desde el punto de vista formal, aunque muchos opinan que la belleza es muy subjetiva. Así que aquí dejo unas cuantas palabras dignas de haberse presentado al Festival de lindas palabras castellanas. No se hubieran comido una rosca, pero ni falta que les hace: “mojiganga”, “camelo”, “almendrón”, “zoquete”, ”cachete”, “cabriola”, “chiripa”, “pacotilla”, “cocorota”, “pataleta”, “cucurucho”, “pupa”…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo, Puñetas, hubiera votado "salud". Así tenemos al final la trilogía de siempre: salud, dinero (money) y amor. Si es que no salimos de lo de siempre...En cuanto a palabras de otro tipo, mi preferida -será cosa de mi niñez- es "churrete"...