martes, 1 de septiembre de 2009

YA ESTÁ


Por fin llegó Septiembre. Lo estábamos esperando como agua de mayo… Ya estábamos hartos de los achicharrantes calores del verano vacacional. Un verano donde siempre se repiten las mismas historietas televisivas: escenas de playa con tripudos bañistas y señoritas endomingadas; incendios abrasadores iniciados por manos insensatas o asesinas; fiestorros de pueblos llenos de tontainas  corriendo delante de un astado o poniéndose  de tomate hasta los ojos; juergas hasta la madrugada que no dejan dormir a los desgraciados que tienen que currar al día siguiente; tropecientas pachangas para que los jugadores vayan cogiendo la forma y los espectadores reenganchándose  de nuevo al opio futbolero.

A las doce horas estábamos en alerta amarilla, a las catorce en roja y a las diecisiete ni fu ni fa:  ¡cómo se desvelan por nuestros sofocones! Tropecientos mil rumores sobre la temida gripe A y conteo minucioso de muertos para que así la peli de terror venda muchas vacunas en la temporada cinematográfica invernal. Bombazos de rigor a cargo de nuestros paleolíticos vigías etarras de occidente o de esos otros talibanes del oriente, destripadores de cuerpos al por mayor. Por las Américas, lo de siempre, el Obama y el Hugo, con la atracción estelar de un sombrero llamado Correa. Y el pobre Jackson, que ya dejó de bailar espasmódicamente: otro dios a los altares.

Respecto a la crisis, a galope, con permiso de los caballos. Subsidio por aquí, subsidio por allá porque de crear empleo ni los empresarios ni el gobierno tienen mucha idea. El Presi mayor del Reino, de vacaciones lanzaroteñas a costa del erario público, como mandan los cánones, aunque las interrumpió para hacer, aprisa y corriendo, un favorcillo a sus amiguetes: la TDT de pago. De los variopintos y variados Presis menores, ni se sabe ni se les espera: sólo salen a escena cuando se trata de poner la mano, coger trajes o fardar de patria chica. Y la oposición a la oposición de la oposición, o sea, los cariñosos “pepitos”, corriendo tragicómicamente sin parar porque el Estado entero –y la inteligencia- les persigue. Ah, y los sindicatos mayoritarios, desaparecidos en combate. Es un decir, claro.

Separaciones conyugales a troche y moche: “¿Pero con esta foca celulítica me estoy acostando el resto del año?” “¿Y esta tripa disfrazada de aburridísimo tío es mi supuesto marido?” Los niños, como no están en el cole, dando la castaña a todo bicho viviente situado en un kilómetro a la redonda. ¡Malditos maestros, tenéis demasiadas vacaciones! Y todo este infernal panorama aderezado con la verdura habitual de los cagamandurrias de la cosa televisada de la bragueta y el corazón partío.

A todo esto, estupendas las vacaciones del Puñetas, pero han durado una “bimensualidad” así que estaba cantado que el regreso le crearía un síndrome postvacacional de mil pares de narices. Y en eso estamos, querido lector. Mi psiquiatra de guardia me ha recomendado que despotrique al máximo de estos dos meses de calorín y francachela que acaban de volar  y yo -chico obediente- sigo su sabio consejo. Oiga, ¡manos y picha de santo! Al acabar este folio de quejosas letras, empiezo a notarme tan eufórico como si mañana mismo empezase de nuevo el verano y las ansiadas vacaciones…  

PD: ¿Ve? Otro al que ha sentado fatal el fin de las vacances. Sólo que este es su propio psiquiatra…

2 comentarios:

Freixo dijo...

Caro Don Juan:
Gracias por abrir de nuevo el chiringuito. Algunos ya notábamos el ambiente un poco enrarecido y precisábamos tomar un aperitivo al menos en su barra, aderezado -como siempre- con una gotas de ácido prúsico.
Celebramos, pues, su retorno con salud.
Freixo.

Juan Puñetas dijo...

Pues muchas gracias, don Freixo... El horno no está para muchos bollos (y el negocio, no digamos) pero este chiringuitero seguirá pariendo un poco más, procurando combinar ese ácido que cita -made in de la casa- y unas buenas gotas de humor, porque si nos quedamos sólo con lo primero acabaremos con una úlcera de estómago de caballo.

Bien hallado y que nos sea leve la temporada...