domingo, 19 de abril de 2009

PANFLETILLO PUÑETERO

Según el informe sobre precios de banda ancha de 2008 publicado por la Comisión del Mercado de las Comunicaciones (CMT), en España tenemos el ADSL más caro de la UE, siendo la mejor oferta en velocidades medias hasta un 12 % superior a la media de las “mejores ofertas” de la UE. Teniendo en cuenta que los sueldos de los hispanos suelen ser de los más bajos de la Unión, adivinen si las telecos y los gobiernos de turno (el de ahora y los de antes) no nos están tomando el pelo, el plexo solar, el hígado y hasta el cerebelo. Si también consideramos que las velocidades que se ofrecen en este país de mangantes tecnológicos rozan el nivel más bajo, la pregunta que cabe hacerse es: ¿qué demonios hacemos pagando un servicio tan malo y tan caro?

Pero como las desgracias nunca vienen solas, sobre los internautas cae también el sambenito de que la mayoría son unos piratas, unos delincuentes que están socavando las esencias económicas del cine español, de la música española y hasta del jamón de bellota. Por nuestra culpa la industria nacional del chichi , el nabo y el gorgorito se está yendo al garete. Y es que nos pasamos todo el día descargándonos cosas, a pesar de que tenemos unas conexiones bastante caquiles. Por todo ello la SGAE y otras organizaciones afines están buscando cerrar las webs de descargas por la simple vía administrativa, que es la más rápida y barata. Y pronto no dudarán en meter un puro por salva sea la parte a quienes se atrevan a descargarse un folio en blanco. Si ya lo dijo la actual ministra de la culturilla bananera, hace no mucho tiempo, cuando aún sólo presidía la Academia del Cine: “Seamos sinceros, ¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuantos gigas?, ¿para mandar emails? Telefónica sabe que el 80 % del volumen de tráfico de sus líneas es descarga de archivos”.

De modo que no estaría mal que empezase un movimiento ciudadano consistente en darse de baja de la internet ésta. Te la hacen pagar a precio de oro cuando sólo te venden una vulgar hojalata y encima te llaman delincuente y pirata. Quizás así descubran algunos que la crisis del cine y de la música está en otra parte. Quizás consigamos entonces que Telefónica -y la restante patulea- entre también en crisis, que es lo se merecen por sus políticas abusonas y mediocres. Entonces nos sobraría tiempo para salir más a pasear, leer libros y charlar con los vecinos. ¡Hasta recuperaríamos el bello arte de escribir cartas! ¿Qué tal la pancarta de "Al cine, la música, el gobierno, las telecos y el internet… que les vayan dando"?

2 comentarios:

Freixo dijo...

Me ha gustado lo de la "huelga internet".
Ahora bien, esto es "troppo pericoloso", pues uno puede tirar el honor de otro por los suelos, hurtar en el super, colarse sin pagar, etc. y no pasa nada. Pero ¡cuidado con llamar a rebato en eso de "no pagar", "boicots fiscales", etc. Eso es un delito que un montón de gente persigue son saña. Y no les falta razón, pues todo es que algún día alguien comience seriamente, que a partir de ese momento se les acabó el mamoneo.
Fíjese, fíjese, que muchos ayuntamientos han subido los impuestos un cien por cien y, esto que es -vulgo dixit- un atraco con méritos suficientes para nadie pagar, todo el mundo pasa por caja....
Entonces, no le echemos al culpa a estos depredadores, somos nosotros mismos quienes, borreguilmente, aceptamos tales cosas.
Salud, caro Don Juan
Freixo

Juan Puñetas dijo...

Amigo, ¿sabe lo que pasará a pesar de tantos abusos con la internet ésta? Que tendremos que tragar sí o sí. Vea lo que ocurrió con la Banca. Hubo un tiempo en que no era obligatorio tener una cuenta corriente. La gente cobraba en la empresa y se gastaba todo el dinero (no sobraba, claro) sin que nadie se llevase una parte por guardártelo o hacer negocios propios con él. Luego empezaron a pagar las nóminas por banco y no hubo más remedio que abrir una cuenta y desde entonces el negocio les ha salido redondo: no dan un duro por tener nuestro dinero y encima nos cobran por ello. Así que ésto de internet, lo mismo: será obligatorio pero nos costará dinero. Más o menos como lo que aparece escrito en el artículo que puede leer después de éste: "Sube el DNI".