jueves, 4 de diciembre de 2008

1 comentarios:

Anónimo dijo...

1) no sabemos de fijo que estos señores eran los compañeros de partida de Inaxio.

2) la muerte en el norte no se vive como en las zonas mediterráneas; compara el entierro del ex-concejal asesinado el año pasado, Isaías Carrasco, y el de aquel jugador del Sevilla, Antonio Puerta. Compara los comportamientos de sus viudas en público. Aquí no es común rasgarse las vestiduras ni echarse ceniza por la cabeza. Aquí los gestos de dolor son contenidos. Tenemos culturas diferentes. Próximas pero diferentes.

3) en un lugar como Azpeitia, quizá protestar por un asesinato de ETA te pueda costar un disgusto; recuerda la concentración de trabajadores de la empresa de Inaxio: faltaron cien. Sí, existe el miedo entre la población; no hubo crespones negros en los balcones del pueblo.

4) ¿qué otra cosa podían hacer estos señores de la foto? Sus rostros no son de fiesta, evidentemente; odio, rabia, dolor... todo ello contenido en sus miradas. No entienden nada, ni siquiera porqué un periodista que al día siguiente estaría a cientos de kilómetros de allí les importuna y les retrata para ganarse una portada un tanto discutible. Son gente sencilla que no quieren tener problemas ni desean que el entorno amenace a sus familias.

5) no es posible sojuzgar la situación del País Vasco... matizo aún más... de ciertos lugares del País Vasco sentado en la comodidad de una butaca a cientos de kilómetros de allí.

¿Dirías abierta y públicamente lo que piensas si tú y tu familia vivierais en Azpeitia sin posibilidad de hacer el hatillo y marchar lejos de allí?

La cosa no es sencilla. Si lo fuera no dudes de que ya se habría encontrado la solución.