miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL CONDÓN DEL CHIN PON CHIN PON

El Ministerio de Sanidad, con el ministro Soria (¿o es Palencia?) a la cabeza, acaba de lanzar una campaña publicitaria dirigida a los jóvenes para animarles al uso del preservativo en las relaciones sexuales ya que las tasas de embarazos entre las adolescentes aumentan que es un primor. Como el Ministerio debe tener en alta estima cultural e intelectual a nuestros jovenzuelos (los más preparados de la historia de España, al menos en el asunto de la jodienda), se dirige a ellos usando los más profundos tecnicismos y el lenguaje más directo, alto y claro que imaginarse pueda.

- Stop. Tronco, yo no corono rollos con bombo. O condon, o yo pongo stop. Como fosos, como pozos, somos dos. O con condon, o yo sobro, bombon. Yo propongo condon, como modo. Lo cojo, lo toco, lo pongo. Con condon yo floto pronto. Solo con condon, solo con coco.  (He quitado las tildes porque, francamente, afeaban la caligrafía).

Le he pasado la letra a varios conocidos. Un inglés de la Inglaterra, que está estos días tomando el sol por Andalucía, me dice: “Mí no entendé, mi español de la BBC no comprendé esas palabrotas”. Mi hijo y sus amigos afirman que ellos hablan como todo el mundo y que no conocen a ningún joven normal que hable así. Mi psicólogo de guardia, al que he acudido con inusitada urgencia, me dice que están todos locos: los del ministerio, los jóvenes, los condones y hasta Manolo el del Bombo. Un camarada, profesor del Instituto, se caga en las muelas de toda la parentela del Ministerio sanitario: “Treinta años enseñando a hablar y escribir correctamente nuestro idioma y vienen estos analfabetos y se mean lingüísticamente en los jóvenes y en el profesorado”. En fin, mi vecina la del quinto, del Partido Popular, se sube por las paredes y amenaza con pedir la dimisión y la cárcel a la plana mayor del señor Soria (sí, es Soria, y que los sorianos lo perdonen). Mi filósofo de cabecera, dándose cabezazos contra la tele de plasma: “Dos mil años de civilización (griegos, romanos, musulmanes…, ya sabes) para acabar con estos ladridos". Sí, “tronco” (tallo fuerte y macizo de los árboles), “bombo” (tambor muy grande que se toca con una maza”) o “coco” (árbol de América… y ecétera).  El borde del primero, actual presidente de la Comunidad de vecinos: “¿Qué cojones tiene que ver un tallo, un tambor y un árbol con los espermatozoides y óvulos?”

-No sea idiota, Calamidad. Si el anuncio hablara de vaginas y penes, una gran mayoría de jóvenes no se enterarían de nada…

Es mi vecino el del octavo, viejo psocialista anclado en sus imaginarias batallistas del mayo del 68, con el que siempre estoy discutiendo porque –como el Ministro de Sanidad- él también cree que los jóvenes de hoy día son gilipollas. O bebés, o analfabetos multifuncionales.

El Puñetas, el más objetivo, equilibrado, justo y sensato de cuantos bípedos campan por el ruedo nacional, espera sinceramente que esta novedosa campaña publicitaria sea todo un éxito y que la canción del anuncio alcance pronto el primer puesto en el hit parade de los 40 Principales. Además de a la agencia publicitaria que la ha realizado, a la que le ha tocado la lotería en tiempos de crisis, esperemos que a algunos jóvenes y jóvenas le haga el apaño y usen el tronco envainado en el condón preceptivo para que el bombo sólo sirva para mostrarlo (con su ombliguito, claro) en los días de carnaval y playa.   

- Jodé. Tronco, yo no corono rollos con bombo. O condon, o yo pongo stop. Como fosos, como pozos, somos dos… ¡Ahhhhhh, que me corrooooooooooooo! … ¿Y el condón? ¿Dónde coño está el puñetero condón?

2 comentarios:

AKSARAY dijo...

Ummmmm ¿entraré en el target? Tengo 26 años, y no hago mas que tatarear la canción a mi novio...
Lo que aún no entiendo es la parte de ...
Como fosos, como pozos, somos dos
¿Qué es eso?

Un saludo ¡

Juan Puñetas dijo...

Mira, paisana. He buscado en el Espasa, la Larousse y hasta en el Mortadelo y Filemón y no he podido encontrar nada que me ilustrase sobre lo de "como fosos, como pozos, somos dos". Esperaba darte una alegría pero se ve que los autores de la letra del tanguillo ese no tienen mucha idea de para qué sirven las palabras. Es como si yo escribiese: "pared azul, lámpara amarilla, somos cuatro". Una chorrada.

Si el asuntejo musical éste sirve para evitar embarazos indeseados, pues vale. Habrá que darle un Óscar al Ministerio Insalubre. Pero para mí que éstos tíos -ya pasados de años y rosca- lo que quieren es ligar con el cuento éste del tanguillo, rap o sonata de los condones...

Un cordial saludo, paisana.