domingo, 11 de noviembre de 2007

LOS RENTISTAS DE LA MÚSICA


En un mundo que se despeña en constante cambio, una especie en extinción es aquella a la que el Puñetas llama “los rentistas de la música”. Son aquellos/as que durante muchos años se han permitido el lujo de vivir de las rentas de un casi único momento creativo musical, de grabarlo y de seguir percibiendo los beneficios de autor o intérprete pertinentes sin más esfuerzo que salir un par de veces en alguna televisión cantando en playbak o de hacer unas cuantas actuaciones en directo en algunas ferias veraniegas.


Ese mundo, por culpa de la interné, se está yendo a hacer gárgaras. Las tiendas de discos cierran sus puertas pues la demanda ha caído en picado al mismo tiempo que las descargas por el emule y otros ha alcanzado cotas de escándalo. Ni qué decir tiene que aquellos artistas de la música que esconden en su interior algo más que una cartera, lograrán sobrevivir, mientras que los clásicos vividores de algún éxito pasado acabarán reciclándose o buscando sitio en las colas del paro de donde, en realidad, nunca han salido pues lo suyo más que trabajar ha sido no dar golpe.


Siempre he considerado que el teatro y la música son primas hermanas. La función teatral no se graba y se vende por miles de copias, viviendo de las rentas de un momento. Los trabajadores del teatro, tras muchos esfuerzos colectivos, levantan su tenderete y todos los días lo exponen al público. Con la seguridad, además, de que cada día siempre habrá matices que harán diferente esa representación a la del día anterior o posterior. En la música debe de pasar lo mismo. Tener disponible una serie de canciones, grabarlas en un disco y a vivir del cuento será un buen negocio pero de arte tiene poco. El artista y toda su trouppe debería “representar” su música día a día, o al menos frecuentemente. Y hacerlo en lugares recogidos, sin grandes masas, sin derroche de decibelios ni gasto desaforado de energía. Así ha sido siempre la actuación musical hasta que llegaron esos rentistas del pop y el rock, que se instalaron en los grandes y mastodónticos conciertos realizados en costosas giras y en los que los espectadores son vulgares hormigas rodeados de miles de otras hormiguitas.


Basta ya de esta concepción filibustera de la música. Ahora, por la evolución de la técnica, más de uno está viendo peligrar su cartera. Ya no vende discos, que grababa con todo tipo de trampas y trucos tecnológicos, incapaces de repetir luego en el directo ocasional. Ahora, si quiere seguir viviendo del invento, va a tener que sudar la camiseta como todo hijo de vecino, actuando frecuentemente ante el público, aunque le asuste; haciendo actuaciones a pequeña escala; demostrando continuamente que lo suyo es la música en vivo y que es capaz de aguantar cotidianamente en un escenario, como hacen sacrificadamente los actores teatrales. (Los de cine ya son otra historia, otros grandes rentistas a los que también les llegarán sus desgraciadas horas bajas).


Por todo ello se han lanzado a degüello contra las nuevas tecnologías, contra los abusos de la interné (que los tiene), pretendiendo mantener el mismo tinglado que hasta ahora les ha dado muchos réditos: un disco cada dos años, cuatro galas y a vivir espabiladamente, que son dos días. No pretendo que se arruinen si no que –los que valgan- salgan de nuevo a la calle a cantar en ella, en los pequeños teatros, en las salas… para disfrute de la música auténtica que no es otra que la que se escucha en completo directo. Para lo cual no hacen falta muchas alforjas. A algunos, los cantautores toda la vida, les ha bastado a veces con su garganta y una simple guitarra. Y en sus actuaciones cotidianas, con tan escaso bagaje, han logrado poner la carne de gallina a sus menguados oyentes. Porque aquí, a ver si se enteran, algunos ya estamos hartos de tocar vinilo, cd o dvd en vez de carne fresca y olorosa. Qué poquito les queda a algunos para seguir viviendo del cuento de espaldas a la música.


== VIDEOTECA ==

IMMA GALGUEN - "CANTO DE FE"

Profesora de la isla de la Palma, es capaz de despertar la sensibilidad de un muerto con canciones como ésta. En vivo y en directo, claro…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fenomenal esta mujer.
Me refiero a Imma Galguén, hasta hoy completamente desconocida para mi.
Por una vez -permítame dilecto profe-
el postre (el vídeo) supera al plato principal (el texto de la entrada) de sus excelentes menús.
Salud.

Anónimo dijo...

En el verano, en un viaje a la isla de La Palma, entré en una tienda de artesanía de la isla atraído por la música que esta mujer entonaba. Compré los dos discos que tenía la dueña (una extranjera, por cierto) y toda la semana -en mi recorrido por la isla- me la pasé escuchando a esta mujer. Celebro que le haya gustado. En Youtube tiene varios vídeos con los que disfrutar al respecto.

Anónimo dijo...

Es IMA Galguen :)