viernes, 12 de octubre de 2007

METIÉNDOLE MANO A LA CARTERA


Francamente, no sé como los que hace más de 40 años fuimos niños hemos sido capaces de sobrevivir y llegar a los cincuenta, como el muá. Con goteras en el cuerpo y en el alma, pero vivitos y coleando. De niños dormíamos en camas con pintura de plomo, montábamos en bicicleta sin casco, tomábamos agua de una fuente o manguera, jugábamos en la calle y en los descampados, comíamos en casa y no en el colegio. A pesar de que no teníamos móviles, ni videojuegos, ni telecacas, ni internet, casi nunca nos aburríamos ni teníamos depresiones. Pese a comer potajes, tortas de aceite y otras maravillas culinarias, el sobrepeso no era lo habitual. No veíamos a tías y tíos en pelota a todas horas, por lo que nuestra curiosidad siempre estaba despierta. Jugábamos con lo primero que caía en nuestras manos y si no había nada, nos lo inventábamos. Casi nadie iba al psicólogo, ni al logopeda ni al protésico dental. Etcétera. ¿Cómo hicimos para sobrevivir?


Hoy día, parece que el mundo lo forman ciudadanos subnomales, auténticos deficientes físicos y mentales. Campañas de protección para evitar accidentes en la calle, en casa y en el WC. Consejos para comer, dormir y follar mejor. Si bajan las temperaturas, nos barullan con tropecientos mil consejos para no agarrar resfriados, gripes y pulmonías. Si aumenta la calor, cuidadín con las insolaciones y a beber mucho líquido. En fin, es que no hay día en que no nos metan el miedo en el cuerpo o nos aconsejen sobre lo divino y lo humano, como si fuéramos tontos del culo y del haba. ¿O será que ya lo somos?


De Italia nos llega la noticia de que la Cámara de los Diputados ha aprobado un proyecto de ley para regular el peso de las mochilas escolares. Para ello se nombrará a un comité científico y de expertos que deberá determinar los límites máximos con relación a las dimensiones y peso de cada mochila. ¿Son tan imbéciles los padres y madres de la bella Italia como para permitir que sus hijos se partan el espinazo llevando mochilas mastodónticas? Para el gobierno italiano, sí. ¿Son idiotas perdidos los profesores, que obligan a sus alumnos a llevar un equipaje en la espalda tal como si se fueran de viaje al Aconcagua? Para el gobierno italiano, sí. Para tema tan complicado se precisa acudir a la sapiencia mágica de un puñado de expertos (incluido, seguramente, algún premio Nobel de la Nada) para que dictaminen lo que científicamente corresponda. Antiguamente, con un poco de sentido común y otro poco de inventiva, el asunto cada cual lo habría resuelto a su medida. Hoy día, en que hemos complicado nuestra existencia hasta niveles absurdos e inverosímiles, debe ser un Parlamento quien dictamine y resuelva sobre el caso. ¡Manda güevos!


¿A quién multarán si la mochila excede el peso reglamentado: a los padres, a los niños, a los profes, a las editoriales, a los quiosqueros? ¿Pondrán detectores de sobrepeso mochileril en las puertas de los colegios? ¿Prohibirán las mochilas? ¿O quizás los libros? Y la pregunta del millón de dólares: ¿No será que, incapaces nuestros gobiernos de solucionar los graves problemas de la droga, la delincuencia, la pésima educación, las telemierdas, el paro, la emigración ilegal, la carestía de la vivienda, etc, sólo se sienten capacitados para meter su torpe nariz en bagatelas vulgares o en nuestra entrepierna, legislando sobre lo que antes cada hijo de vecino resolvía aplicando el puro sentido común?


Eso sí, al Parlamento italiano no se le ha ocurrido algo tan elemental como hacer revisiones gratuitas de las espaldas de todos los escolares para así informar, prevenir y curar. Lo que demuestra que las espaldas ajenas les importan un carajo. Las suyas –eso sí- las tienen cubiertas.


== VIDEOTECA ==

DOS SUBNORMALES (QUE SE LAS DAN DE LISTOS) HABLANDO DE COMO CARGAR LA MOCHILA

FRANCO BATTIATO - POBRE PATRIA MÍA

Letra de la canción:

Mi pobre patria, aplastada por abusos del poder
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo.
Los gobernantes, cuántos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado.
¿Acaso no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizá cambiará.
Y cómo excusarlos, las hienas en estadios y aquéllas
de la prensa chapoteando en el fango como cerdos.
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales.
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizá cambiará
Esperamos que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que nunca más se hable de dictaduras,
porque quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Caro amico,
Siento una gana irrefrenable de "largar" todo lo que pienso sobre el tema y que, grosso modo coincide con su planteamiento.
No se sorprenda de Italia, país que bien conozco y que, por fortuna -y espero que esto de las mochilas sea la excepción que confirma la regla- ha visto toda la clase de tonterías, gansadas y corruptelas hasta finales
de siglo pasado, y que hoy, con su pueblo inteligente, "si trova adesso sul binario iusto" en expresión coloquial de un amigo lombardo, de difícil -aunque no imposible- traducción al español y que podría ser algo así como "se encuentra actualmente en el correcto camino".
Puede que la gansada de la mochila sea de parecido tenor a gran parte de las actuaciones políticas en materia de educación en España, pero el sistema educativo italiano es, hoy por hoy, más sólido que el de nuestro, y para muestra me remito a la enseñanza en las dos regiones autónomas italianas de Alto Adige y Val d'Aosta, que en nada -y digo en nada- se parece al caso autonómico español, para nuestra desgracia.
Nosotros, con ese retraso respecto a los demás que no es ya proverbial, estamos ahora en la fase ya superada por ellos.
Le recomiendo encarecidamente la lectura de "Memorias de un Periodista" de Indro Montanelli, del que existe una buena traducción al español, para comprender mejor la Italia mussoliniana y luego la republicana hasta finales de siglo , rompiendo estereotipos clásicos bueno/malo que, respecto a Italia, se tienen en España.

Jc dijo...

¿Tal vez el parlamento italiano se ha visto aconsejado por alguna de las lumbreras que pululan por nuestro ministerio de in-sanidad o por el de des-educación o por cualquiera de los que pastan en los pesebres de las consejerías autonómicas de ambos ramos?

Visto el planteamiento tengo serias sospechas de que sí. Porque semejantes mamarrachadas son dignas de muchos de nuestros prebostes.

Juan Puñetas dijo...

Pronto se les ocurrirá algo parecido por las Españas, con la diferencia de que mientras por Italia se han puesto de acuerdo fácilmente en el concepto de mochila, por aquí habrá que recurrir a la historia desde los romanos para acá para que la ley mochileril refleje las peculiaridades e identidades de cada villorrrio y aldea. Incluso habrá que redefinir el concepto de "mochila", pues según como sea la definición, así estaremos hablando de una u otra corriente ideológica. Al final, acabarán tirándose las mochilas a la cabeza.

Granb diferencia de Italia, como señala el amigo Freixo, donde -sin tirar grandes cohetes- algo han mejorado desde que hace años decidieron refundar todos los partidos políticos y el sistema, viciado por lo que comenta y por la corrupción, el despotismo de la extinta democracia cristiana y el poder político de la mafia.

Una refundación de la que aquí andamos bastante necesitados. Y es que cuando oiga hablar a nuestros queridos políticos de cambios, mejoras y nuevos tiempos, a ninguno se les oye decir que lo primero y urgente a cambiar es el funcionamiento interno de los partidos, su oscura financiación y escasa democracia, la corrupción política y la anulación de unas leyes electorales que son un auténtico fraude al votante y al sentido común. En fin, cosas veredes, amigos...