viernes, 22 de diciembre de 2006

NOS LARGAMOS UNOS DÍAS DE ESTE PUTIFERIO, DE LA MANO DEL MAESTRO REVERTE


Pues sí. Hay que desconectar de vez en cuando para que no salten los fusibles. El Puñetas no es de piedra y en estos próximos días en que la gente se dedica a comprar todo lo inservible, a comer todo lo incomestible y beber todo lo indigesto, no es cosa de estar pegados a la bitácora contando el dineral que llevamos gastado y el que caerá del bolsillo cuando lleguen los Reyes Derrochones. Así que cerramos el kiosko durante unos días para oxigenarnos y cambiar de aires. Nos largamos a las Cataluñas, al corralito del Honorable pero Horripilante Sr. Montilla. Y como ya huelo a Rambla, a Gracia y al Exaimple, “salud y força al canut”, que dicen mis otros primos. VOLVEREMOS EL 9 DE ENERO, con permiso de Spanair y de la ministra de Fomento.

Y para despedir el año, aquí tenemos uno de los mejores artículos periodísticos que he leído en mucho tiempo y que yo firmaría como mío con los ojos cerrados y las piernas abiertas. Con vuesas mercedes, el inigualable Pérez Reverte. ¡Chapeau, maestro!


NUESTROS NUEVOS AMOS


“A los españoles nos destrozaron la vida reyes, aristócratas, curas y generales. Bajo su dominio discurrimos dando bandazos, de miseria en miseria y de navajazo en navajazo, a causa de la incultura y la brutalidad que impusieron unos y otros. Para ellos sólo fuimos carne de cañón, rebaño listo para el matadero o el paredón según las necesidades de cada momento. Situación a la que en absoluto fuimos ajenos, pues aquí nunca hubo inocentes. Nuestros reyes, nuestros curas y nuestros generales eran de la misma madre que nos parió. Españoles, a fin de cuentas, con corona, sotana o espada. Y todos, incluso los peores, murieron en la cama. Cada pueblo merece la historia y los gobernantes que tiene.

Ciertas cosas no han cambiado. Pasó el tiempo en que los reyes nos esquilmaban, los curas regían la vida familiar y social, y los generales nos hacían marcar el paso. Ahora vivimos en democracia. Pero sigue siendo el nuestro un esperpento fiel a las tradiciones. Contaminada de nosotros mismos, la democracia española es incompleta y sectaria. Ignora el respeto por el adversario; y la incultura, la ruindad insolidaria, la demagogia y la estupidez envenenan cuanto de noble hay en la vieja palabra. Seguimos siendo tan fieles a lo que somos, que a falta de reyes que nos desgobiernen, de curas que nos quemen o rijan nuestra vida, de generales que prohíban libros y nos fusilen al amanecer, hemos sabido dotarnos de una nueva casta que, acomodándola al tiempo en que vivimos, mantiene viva la vieja costumbre de chuparnos la sangre. Nos muerden los mismos perros infames, aunque con distintos nombres y collares. Si antes eran otros quienes fabricaban a su medida una España donde medrar y gobernar, hoy es la clase política la que ha ido organizándose el cortijo, transformándolo a su imagen y semejanza, según sus necesidades, sus ambiciones, sus bellacos pasteleos. Ésa es la nueva aristocracia española, encantada, además, de haberse conocido. No hay más que verlos con sus corbatas fosforito y su sonriente desvergüenza a mano derecha, con su inane gravedad de tontos solemnes a mano izquierda, con su ruin y bajuno descaro los nacionalistas, con su alelado vaivén mercenario los demás, siempre a ver cómo ponen la mano y lo que cae. Sin rubor y sin tasa.

En España, la de político debe de ser una de las escasas profesiones para la que no hace falta tener el bachillerato. Se pone de manifiesto en el continuo rizar el rizo, legislatura tras legislatura, de la mala educación, la ausencia de maneras y el desconocimiento de los principios elementales de la gramática, la sintaxis, los ciudadanos y ciudadanas, el lenguaje sexista o no sexista, la memoria histórica, la economía, el derecho, la ciencia, la diplomacia. Y encima de cantamañas, chulos. Osan pedir cuentas a la Justicia, a la Real Academia Española o a la de la Historia, a cualquier institución sabia, respetable y necesaria, por no plegarse a sus oportunismos, enjuagues y demagogias. Vivimos en pleno disparate. Cualquier paleto mierdecilla, cualquier leguleyo marrullero, son capaces de llevárselo todo por delante por un voto o una legislatura. Saben que nadie pide cuentas. Se atreven a todo porque todo lo ignoran, y porque le han cogido el tranquillo a la impunidad en este país miserable, cobarde, que nada exige a sus políticos pues nada se exige a sí mismo.

Nos han tomado perfectas las medidas, porque la incultura, la cobardía y la estupidez no están reñidas con la astucia. Hay imbéciles analfabetos con disposición natural a medrar y a sobrevivir, para quienes esta torpe y acomplejada España es el paraíso. Y así, tras la añada de políticos admirables que tanta esperanza nos dieron, ha tomado el relevo esta generación de trileros profesionales que no vivieron el franquismo, la clandestinidad ni la Transición, mediocres funcionarios de partido que tampoco han trabajado en su vida, ni tienen intención de hacerlo. Gente sin el menor vínculo con el mundo real que hay más allá de las siglas que los cobijan, autistas profesionales que sólo frecuentan a compadres y cómplices, nutriéndose de ellos y entre ellos. Salvo algunas escasas y dignísimas excepciones, la democracia española está infestada de una gentuza que en otros países o circunstancias jamás habría puesto sus sucias manos en el manejo de presupuestos o en la redacción de un estatuto. Pero ahí están ellos: oportunistas aupados por el negocio del pelotazo autonómico, poceros de la política.
Los nuevos amos de España”.

(Arturo Pérez Reverte. XLSemanal. Diciembre 2006).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero desearos, de todo corazón, que 2007 sea un nuevo año cargado de proyectos realizados y sueños cumplidos. El año nuevo es fecha de renovación y de planes de futuro. Se presenta ante nosotros como una hoja en blanco que nos impulsa a ser creativos, imaginando hasta donde podemos llegar en este nuevo tiempo. Suerte para todos en vuestros sueños particulares. Un abrazo:Alfredo Sánchez Monteseirín
(smsevilla.wordpress.com)

Anónimo dijo...

Señor, señor, qué sorpresa tan gorda... El mismísimo Monteseirín, alcalde de Sevilla, escribiendo al Puñetas una felicitación de tal y cual, aprovechando que uno estaba de vacaciones. Y como el menda es mú educao, vamos a responderle de la única manera que puedo hacerlo: con el cachondeo que se merece. Porque vamos a ver, señó arcarde: ¿Cómo va a ser el año 2007 "un nuevo año cargado de proyectos realizados y sueños cumplidos" si todavía no ha acabado? Eso de que "el año nuevo es fecha de renovación" se lo dirá usted a todos y todas, pero yo vengo escuchándolo aburridamente desde que tengo uso de razón hace ya 50 años. Lo de "planes de futuro", ya ve, tiene más imaginación. Yo todavía no conozco ningún "plan" que sea de pasado, ni siquiera de presente. Se planea el futuro, si usté no manda lo contrario.

Lo de que el año se presenta "como una hoja en blanco que nos impulsa a ser creativos", lo dirá por usted. Aquí no hay hojas en blanco que valga, y aparte la cursilada (perdóneme si le ofendo, pero el Puñetas no está en campaña electoral) el bagaje de un año pasa al siguiente y así sucesivamente, formando un grueso tomo neuronal lleno de recuerdos y memorias. (Ya ve que para cursiladas, las mías, aunque en mi caso lo hago de manera plenamente consciente). Dice bien que nos imaginemos "hasta donde podemos llegar en este nuevo tiempo", porque con mi raquítico sueldo no tengo más opciones que las imaginativas. Desde luego, comparado con la imaginería que usted le echa al asunto (mezclada con un buen puñado de morro), lo mío es de pitiminí, así que "mis sueños particulares" se reducen a viajar al extranjero sólo un 1 % de lo que usted lo viene haciendo gracias a que Sevilla se le queda pequeña. ¿Qué tal presentarse a alcalde del mundo mundial?

Le devuelvo el abrazo, con todo el regodeo del que dispongo en este momento.Y para corresponderle como es debido, aunque más modestamente, y dado que vislumbro que no suele leer esta bitacorilla, le recomiendo que lea mi parida grillesca del mes de octubre de 2006, día diez, intitulada "La maravilla del señor alcalde de Sevilla", donde podrá comprobar el gran aprecio y estima que le tengo. Deseo que tras su lectura (si es que cae esa breva) la cosa sea mutua. Suyo afectísimo...