martes, 19 de diciembre de 2006

ARMANDO EL BELÉN


Últimamente se está poniendo de moda la retirada de algunos belenes en colegios y centros educativos. La última en Mijas, Málaga. Y está siendo sonada porque en la tierra de María Santísima, que dijo el clásico, eso llama mucho la atención. Así que aquí, que no somos precisamente unos santurrones, vamos a dedicar al tema unas palabritas.


Resulta que unos chaveas de 1º de ESO, en vez de tirar petardos en clase o hacer la piruleta a la profe de turno (que en este caso les da religión católica, apostólica y romana), tienen el gusto o disgusto de comprar unas piezas en las tiendas chinas de los veinte duros y montar un belén en la clase. Un belén con sus pastorcitos, sus angelicos y toda la parafernalia consiguiente. Cuando los angelitos de carne y hueso volvieron al Instituto a la semana siguiente el belén había desaparecido. ¡Milagro, milagro! Pues no, es que la directora del Centro, muy celosa ella de la cosa laica, aconfesional y tal, había agarrado del cuello y los cataplines a las figuras belenescas y las había castigado por malas metiéndolas en unas bolsas de basura. Y si no lo hizo la señora, lo mandó hacer a alguien, gracias a esos escasos miligramos de poder que todavía tienen los directores de los centros públicos.


Como andamos todos con la mosca cojonera detrás de la oreja, partidos en dos mitades, las dos Españas de nuevo menos los escasos tontainas que nos quedamos en medio para recibir las tortas de ambos lados, se ha armado un follón de no te menees en la prensa provinciana y alguna nacional. “La directora de un instituto de Mijas retira un belén de un aula por considerarlo ofensivo”, titulaba la edición local del diario El Mundo. A estas alturas de la película, cada cual la cuenta como le sale de las narices pues la directora en cuestión tendrá las manos largas y la meapilez del sistema, pero todavía no ha dicho ni mú para confirmar o desmentir. Seguramente, sus superiores de la Delegación Provincial y Consejería le habrán dicho que está mejor calladita y que entre sus derechos no está contemplado el defenderse de las mentiras, ofensas y calumnias que se le están lanzando por tierra, mar y aire; por no referirnos a que podría explicar su versión del asunto y justificar lo que tiene toda la pinta de ser algo injustificable.


Porque aquí, seamos chiripitifláuticos de una vez, no estamos hablando de belén, religión ni peras al cuarto. Aquí el debate debería ser estrictamente educativo, es decir: ¿hizo bien la directora de marras arramblando con el belén en plan “comandante en jefe”, como si el belén fuese una bomba de relojería, sin buscar otro sitio donde ubicarlo (el cuarto de la limpieza, por ejemplo), y pasando de los alumnos, como si estos no tuviesen parte ni arte en el invento? Decirle a la profesora de religión que “era una actividad que estaba fuera de la programación lectiva” (eso dice la seño católica) es hilar tan fino que corre el riesgo de ahorcarse con el carrete. ¿La solución “educativa” al tema belenesco pasaba simplemente por quitarse de en medio el belén con nocturnidad y alevosía? Hombre (señora, en este caso), que se haga en un cuartel, en la sede de un partido político o en Telefónica, pues vale, pero en un centro educativo se supone que hay otras formas más cabales y amistosas de resolver los conflictos que –aunque sea de soslayo- afectan a los alumnos. No cuesta trabajo ser un poquitín compresiva y actuar en consecuencia.


-Chavales, ¿tiramos la mula y el buey al cubo de la basura? ¿Les hacemos filetes y los vendemos al MacDonald? ¿O qué os parecería trasladar el engendro éste al cuarto oscuro de la fotocopiadora? ¡Decidme algo, por favor, pero que sea rápido que me sube la bilirrubina laica viendo al mastuerzo del San José cómo le mete mano a esa pastora!


En la página web del Instituto donde ha ocurrido la anécdota (elevada al grado de categoría por los mercachifles de ambas orillas) se dice dentro del Reglamento de Organización y Funcionamiento esta cosa tan bonita que copio a continuación: “Para afrontar los conflictos se proponen dos recursos: la negociación colaborativa y la mediación”. Mucha ley, normas y gaitas la mar de lindas sobre el papel, pero en la realidad priva el particular ordeno, mando y meto el belén en una bolsa, porque apesta. Hay que tener muchos grillos politiqueriles en la cabeza para adoptar la única solución que va a enfolletar un asunto tan ligero e inane. ¿Pero no se trata de un centro educativo moderno, con sus ordenadores, sus normas democráticas, su parafernalia junteroandaluza y tal y cual? ¡Pues practicad lo que de boquilla tanto pregonáis!


Al final del asunto, por hacerlo tan bien, se han echado como buitres las fuerzas vivas de la cosa religiosa, desde las APAS católicas, la Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales de Andalucía y otros santos varones y varonas. Y, a su vez, se han alineado a favor de la directora incapaz o errática, todas las fuerzas vivas de la progresía de salón, que son muchas pues el pesebre es abundante. Una bella guerrita con pretexto religioso, a favor y en contra, cuando en el fondo del asunto late una docente que será muy buena enseñando matemáticas pero que no ha sabido dar con la tecla que más se le presupone que debe tocar bien: tomar medidas educativas, “colaborativas” y de “negociación” en el asunto del belén, belencillo, belencete. ¡No será que no lo tiene bien bien escrito y bien clarito en el Reglamento del Centro!

2 comentarios:

Jc dijo...

Más grave que el hecho de que se salte a la torera las propias normas que ellos mismos se han dado (al fin y al cabo a eso ya estamos acostumbrados, lo vemos a todas horas en todas partes) me parece el hecho de caer en la gilipollez de quitar un belén de una clase por la estúpida corrección política imperante. Por esa misma regla de tres, deberían dar eliminar las vacaciones de Navidad (no dejan de ser unas fiestas religiosas, ¿qué cojones pintan los profesores de vacaciones en un centro público, laico y aconfesional), las de Semana Santa (si el Viernes Santo no es una fiesta religiosa que baje Dios y lo vea), el puente de la Inmaculada (no creo que se refiera a la vicepresidenta), el día de San José, Santiago, la Virgen de Agosto, el Pilar, los Santos.

Pero me da a mí que para escaquearse del curro se les olvida el laicismo.

Anónimo dijo...

No te preocupes que tienen recambio para todo. En vez del Viernes Santo se le llama "Viernes de Reflexión", la Semana Santa podría pasar a llamarse "Semana de Fomento del Turismo", el día de la Inmaculada sería el día de la "Solidaridad Internacional" y así sucesivamente. En vez de buscar puntos de encuentro entre unos y otros (salvando el tema de las víboras y serpientes que pululan por el País Vasco), andan los unos y los otros zurrándose siempre, utilizando a los primeros espadas o a los últimos soldaditos o soldaditas, como la directora de marras. A ver quien derrota y aniquila al otro. Porque el ideal es el pensamiento único, exclusivo y verdadero: el nuestro. Lo malo es que las patadas las reciben siempre los de siempre, los desenchufados, los don nadies, los críticos, los que pasan de todo, como esos chavales de 1º de ESO a los que montar el belén debió de ser una cosa más divertida que religiosa. Pero ya ves en qué ha quedado... En fin, que el siguiente número de circo -según leo hoy mismo en la prensa- con el que nos van a entretener y divertir es la cosa de los toros. Y tiro porque me toca. Menos mal que pronto llegan las navidades y tendremos unos días de escapada. Perdón, llegan los "Días de Paz y Amor Universal".