viernes, 21 de abril de 2006

ENFERMOS DE TANTA SALUD



Será que estoy perdiendo facultades o que no me chupo el dedo. Será, será… Viene al caso la autorreflexión porque estos días nos han dado la murga todos los medios de confusión de masas en torno a un informe sobre la salud de los españolitos y españolitas. Entremos en faena.


Un informe del Ministerio de Sanidad (ese que tiene menos competencias que un bombero en el Polo Norte) analiza la evolución de los indicadores de salud de los españoles de los últimos 10 años. Los resultados son inmejorables: los tipos que vivimos en el territorio situado entre Francia, Portugal y el estrecho con Marruecos, tenemos una salud envidiable, mejor que la media europea y en el caso de las mujeres, con la mayor esperanza de vida de toda la UE. Oh la lá, por aquí, oh, la lá por allá. Esto es una maravilla. Los homínidos hispánicos tienen una esperanza de vida de 76,3 años y las homínidas llegan a los 83. Tenemos cuerda para rato mientras que el resto de los europeos, tan civilizados y modositos, la espichan antes que nosotros. Conclusión del Ministerio de Sanidad: "la salud de los españoles es mejor que la de los países del entorno".


Pero al Puñetas no le cuadran los números ni los indicadores. Y a muchos doctores y especialistas tampoco, pues a la pregunta de “¿realmente nuestra salud es tan buena?” empiezan planteando que estas cosas son difíciles de valorar. El informe habla de muchos números pero muy poco de razones. Así que uno no acaba de aclararse con las cuentas y los cuentos. Junto con Grecia somos el país donde es más fácil morir o quedarse paralítico en un accidente de carretera. Somos el país de la UE con índices más altos de consumo en cocaína y los cuartos en consumo del resto de las drogas habituales. Oye, y aumentando la esnifada. Del consumo de alcohol, ni te hablo. Bebemos como cosacos y de ello dan pruebas los millones de extranjeros que nos visitan cada año y que, dada la permisividad horaria y legal, se hinchan a tomar cervezas, ginebras, vodkas y alcohol de garrafa, cosa que en su país les costaría una pasta gansa y más de una multa según dónde (en la calle, por ejemplo) y cuándo (las tres de la mañana, otro ejemplo). Morimos más por diabetes que en el resto de los países (una enfermedad que, además, se arrastra desde su aparición hasta la defunción, lo que disminuye claramente la salud). Ya somos uno de los países europeos donde hay más gordos (obesos, para no escandalizar a los meapilas de lo políticamente cursi) sordos (a más ruido, ya se sabe…). A sedentarios nos ganan pocos (nuestro deporte favorito es el sillonbol). El consumo del tabaco (con las gravísimas secuelas que provoca) también abunda como el comer y nuevamente recurro al ejemplo de los extranjeros que cuando vienen a España se fuman lo que no está escrito, gracias a los precios tan tirados del tabaco, llevándose cajetones de cigarrillos a sus países de origen, con permiso de sus controles policiales. En enfermedades cardiovasculares y cáncer andamos a la par que los países europeos, pero subiendo en el hit parade pues cada vez trabajamos más horas, tenemos más estrés, a la parienta o pariente no la/le vemos ni en la cama, cobramos menos que por el extranjero y ya ni echamos la siesta, un milagro salutífero más raro en la actualidad que un alumno sacando sobresaliente en Matemáticas. En la cosa del Sida seguimos siendo uno de los países europeos con incidencia más alta. ¡Si hasta la sífilis ha sufrido un repunte!


Total, que uno hace cuentas grosso modo y cuando oye hablar al Secretario General de Sanidad que “la salud de los españoles es buena y sigue siendo globalmente mejor que la de los países de nuestro entorno” es que le entra la risa, el cachondeo, el recochineo y el descogorcio. Y no es que el Puñetas sea un hipondriaco. Es que con los altos de niveles de consumo de drogas, alcohol, tabaco, muertes de tráfico, sida y otros malévolos perendengues, francamente, hay que ser muy ingenuo o muy ignorante para creerse la inocentada de que nuestra salud es de hierro y la de los forasteros europeos está echa un asquito. ¡A otro perro con ese hueso!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También dicen que somos de los más felices... ¿Como puñetas se pregunta eso?

http://lavaqueria.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Pues muy fácil, amigo. Se pregunta:

-¿Es usted muy feliz?

Respondas, sí, no, tal vez, a veces, los días pares sí y los impares no, depende de como esté el tiempo, etc, siempre te pondrán que SI. Salvo que los encargados de la encuesta sean un centro psiquiátrico o de psicólogos.