domingo, 10 de enero de 2010

SUPERCOÑAZO DE ESTATUT



Regresa uno de sus merecidas vacaciones navideñas, pasadas -como todas- en Barcelona y sigue el circo político en el mismo numerito donde se quedó antes de ellas: anclado en el famoso Estatut catalán.

Se ve que eso de “año nuevo, vida nueva” no reza con los equilibristas, malabaristas, payasos, domadores de serpientes y demás troupe que puebla el circo politiqueril que nos saca los cuartos a espuertas con sus clásicas gracietas, más sobadas que el careto de la Belén Esteban. Hay una actuación en la que baten el record de la pesadez: desde el 2003 el lío del Estatut de las narices sigue en antena y sin visos del “the end”. Si en 2005 titulábamos esta monserga de “coñazo” (lean lo que se escribió entonces porque es pura arqueología… aún viviente), viendo que ha pasado un quinquenio y todavía seguimos con la misma cantinela, uno se ve forzado a comenzar el año protestando igual que entonces, sólo que  ahora ya la califico directamente como “supercoñazo”. (Para los hijos de la LOGSE y las simpatizantas de doña  Bibiana Aído, enlace al DRAE, aunque ya sabemos lo “machistas” que son los académicos de la Lengua, así que desde aquí proponemos que –de acuerdo a los nuevos tiempos- se autorice como sinónimo el palabro “superpollazo”. Mientras llega la aprobación de nuestra sabia propuesta, y dado que en Spain las cosas de palacio van despacio, seguiremos usando el DRAE en su actual acepción).

Han pasado cuatro años desde mi anterior articulillo, muy comentado en garitos de medio pelo y casas de alta alcurnia, así que hoy podría hacer un “remake” (una segunda parte, vamos) metiendo ahora en el saco a los tortugueros jueces del Tribunal Constitucional; el referéndum del Estatut al que votaron cuatro gatos; el editorial unánime –tipo NODO- de la prensa catalana adicta al Régimen; las cartas amorosas de don Montilla Moriles (el nuevo astro de la carpa, sucesor de don Pascual Maragallada) y todo tipo de mentecateces y salidas de tono que en estos años se han dicho: que si Cataluña quiere divorciarse de España, que si don Montilla llama a la desobediencia civil (con lo obediente que siempre ha sido el hombre), que si la dignidad del país está siendo pisoteada y mancillada, que si la culpa de todo la tiene el PP, el partido de los pepitos y las pepitas de oro, y hasta que don Moriles actúa como un batasuno (Rosa Díez, dixit) o que vive en la estratosfera (dixit Alfonsiño Paz, antes apellidado Guerra). En fin, trucos de los faranduleros del circo que pretenden que los espectadores sigan atentísimos al numerito sobón del Estatut (que aliviará todos los males sociales hasta convertirlos en bienes y parabienes) cuando la inmensa mayoría, ahora como hace años, está más pendiente del “canut”, cada vez más vacío, o de salir pitando a la cola del paro en espera de que –con un poco de suerte- le llamen de los primeros para ejercer de camareros o camareras durante el mes de agosto del 2014, que es cuando verdaderamente saldremos de la recesión económica. La nuestra, claro, que la de estos artistas del trinque y la mamandurria (aunque ya se lo montan bien para no ser pillados casi nunca) ya quedó atrás en cuanto se metieron en el invento politiqueril.
  
Pese a todo lo escrito hasta ahora, no quiero seguir alimentando el supercoñazo del Estatut, del que estoy seguro que llegará ese bienaventurado 2014 y todavía seguirá dándonos la matraca. Así que, como en los pésimos espectáculos en los que el personal acaba (acababa, quiero decir, porque las buenas costumbres también se están perdiendo) tirando todo tipo de hortalizas al escenario, al ruedo o a la pista, lanzo aquí mi tomatazo particular deseándole a usted, querido lector, un año libre de pesadillas y ninguneos. Que esta gente   no nos amargue los 365 días que tenemos por delante (bueno, ya han pasado diez, pues el tiempo corre que se las pela…).




PD: Andamos con la idea de hacer más fresca y lozana esta bitacorilla, cansados ya de artículos como éste donde tenemos que mezclar un chirriante y mordaz humor con el cabreo que nos sale de las teclas y todo ello con mucha letra. Buscamos el Puñetas y su Jefe una cosa más ligera, ágil, variada, cajón de sastre, cultilla (de cultura) y tal y cual, Pascual. Con secciones variadas y poco previsibles. Más corrosivos que nunca pero más “digeribles” en un internet donde el personal sólo lee cuatro renglones y ya se fatiga. Sin renegar de lo que somos pero buscando un aire más fresco. Con paridas multicolores, que es lo que nos gusta y no siempre pensando lo que quieren que pensemos. En fin, que no dejaremos de ser quienes somos pero seremos otros muchos dentro de lo que somos. Un lío, vaya. Poco a poco iremos dando suelta a nuestras fanfarrias paridescas y grillescas (que no grilladas). Comienza la cuenta atrás desde hoy y, para empezar, abandonamos la publicación fija de miércoles y domingos. Cualquier día, y en cualquier momento, será bueno para marcarnos una parida de la casa porque –como reza nuestra editorial- “la vida es una sucesión continua de paridas”.  Que así sea, amén.

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