miércoles, 11 de noviembre de 2009

RTVE: AQUÍ HAY TRAMPA...



En el día de hoy don Zapatero y don Rajoy se han juntado para decidir a quién iban a poner al frente de RTVE, lo único suficientemente importante para merecer charlar unos minutos y llegar a un acuerdo. Luego, el Parlamento votará ciegamente lo que han pactado los dos líderes políticos mayoritarios y aquí paz y después gloria: tenemos una democracia envidia de todas las naciones y tal y cual, Pascual. Lo que ha llamado mucho la atención del paisanaje es a quien han elegido para echarle el marrón, viendo el panorama que espera a la telele pública de todos los españoles (lo digo, ojo, por los impuestos que pagamos para su funcionamiento, no porque nos pertenezca o nos haga caso en algo): un señor de 81 años que ha pasado en su larga vida por todas las tostadas políticas y que debe estar preparadísimo para llevar adelante la nueva empresa de RTVE donde ya no va a entrar un duro por publicidad. Si la persona de consenso ha sido el señor Oliart, válgame dios qué poco consenso tienen don Zapa y don Rajo que han tenido que remontarse a la transición política de la UCD para encontrar alguien que les gustara mutuamente.

Muchos van a poner el grito en el cielo por encargar a señor de tan elevada edad la dirección de una de las empresas más grandes de este país. Quizás no caigan en la cuenta que quizás se trata de cargarse la tele pública que da caquita audiovisual a TODOS los españoles, en cuyo caso a lo mejor han elegido a la persona más adecuada. Total, en un país repartido en 17 trocitos donde cada cual se lame las heridas como puede y donde la fuerza centrífuga ya supera claramente a la centrípeta, es lógico que el interés de los cabezas de huevo que mangonean o aspiran a mangonear el solar entero en forma de puzzle consideren absurda y obsoleta una telele pública que se dedica a proyectar programas idénticos para todos los españolitos, vivan en donde vivan. Algunos hablan ya claramente de que el señor Oliart llega para privatizar el famoso ente. Eso sí, a nadie se le ha ocurrido tener las mismas intenciones con las telecacas autonómicas y es que a más de uno se le empieza a ver el plumero demasiado descaradamente: la Cuatro y la Sexta para mí, Antena 3 e Intereconomía para ti, la TV3 es de mi propiedad, pues el Canal Sur ni tocarla, oiga, que es mía… El pastel telecaquil está perfectamente repartido y a la tele de todo el Estado sólo le queda la privatización o hundirla en el ostracismo para que el negocio de los amigachos de don Zapa y don Rajo sea cojonudo al tiempo que nos cuentan la realidad de acuerdo al color del cristal con que ellos miran. (En cuestión de desinformar es que son unos expertos: cuentan sólo lo que les interesa y ocultan lo que no les gusta).

Aquí el señor Oliart puede ser simplemente un futuro títere y por eso le molesta al Puñetas que un señor tan bregado como él, y a su edad, sea capaz de pasar por ciertas cosas. Y si no, al tiempo. Precisamente cuando RTVE ha sufrido en los últimos años una depuración (disfrazada de prejubilación) de trabajadores que estaban en la flor de la vida creativa –con 50 y pocos años- y muchos con una trayectoria profesional muy exitosa, echados de la cadena por “viejos”, ahora nos colocan para dirigir el invento a un señor octogenario. ¡Manda huevos de gallina, de avestruz y hasta de dinosaurio! Lo que no vale para la tropa y los de a pie es muy válido para el jefe. ¡Así entienden algunos el ejercicio del poder, la ya consabida ley del embudo!

-¡Cómo, Puñetas!, ¿defendiendo ahora a la televisión española?
-Sí, camarada. No está de más el hacerlo cuando le van a dar la patada precisamente por eso, por ser de todos. Siempre preferiré esta telecaca a las demás porque la considero más mía que el resto. Porque me hacen pagarla y porque es de todos los ciudadanos, independientemente del cortijo o pieza del puzzle donde vivan. De todas formas, le garantizo que –sea cual sea su porvenir- seguiré sin verla habitualmente, como hago con todas las demás. Siempre he preferido comerme yo mismo el coco a que me lo coman. Por fortuna existe internet y permite, teniendo algunas ideas claras, viajar por todo el mundo del entretenimiento, de las noticias y de la cultura de masas eligiendo uno mismo el lugar, el discurso, el tiempo y el para qué. Sí, cada vez más se está convirtiendo internet en un negocio y en una cloaca pero su inmensidad garantiza más libertad, diversidad y pluralismo que lo que ofrecen los medios tradicionales, tan cateturrios, tan reducidos al terruño, tan circunscritos a una ideología y a un carné determinado.  A mí que me dejen de coñas pues me ahogo entre cuatro paredes…

Deseamos a don Oliart que le vaya bien en su nueva empresa, seguros como estamos de que al menos no dirá ni cometerá las tonterías que suelen acompañar a ejecutivillos más jóvenes, creídos de que porque son amigos del politicastro de turno se han convertido en unos genios de la gestión y la modernidad. Con un poco de suerte, je, je, don Alberto hasta repone algunos programas de la transición que le dan mil vueltas a muchas de las paridas que han venido luego. ¿Qué tal si repone “La Clave”, donde se podía hablar largo y tendido, y tira a la basura esos “59 segundos” donde no hay tiempo (ni ganas) de construir dos frases seguidas?

En cuanto a ZP y MR, sería deseable que se pusiesen de acuerdo en cosas más importantes que el nombramiento de un alto ejecutivo de una televisión a la que ambos tienen ganas de perder de vista. Claro que, pensándolo bien, posiblemente es por esto por lo que han llegado a un acuerdo. Lo que ya no sirve (en tiempos de la internet y la tdt) mejor ir desguazándolo, siguiendo los planes ya previstos e iniciados.

2 comentarios:

la aguja dijo...

A ver, Rappelñetas... esta noticia es de ayer 02.02.2010:

Treinta años después de la muerte de Felix Rodríguez... vuelve 'El hombre y la tierra'.

Juan Puñetas dijo...

¡Ostras, Pedrín!

¡Estos son capaces de resucitar hasta la carta de ajuste!

¿Y si lo de la viñeta también se cumple?