domingo, 18 de octubre de 2009

EMBUSTEROS



El otro día se desayunaba el Puñetas y media España (la otra media no lee ni los precios de los escaparates) con una noticia bomba: el Ejecutivo de Zapatero –en un ejercicio de transparencia democrática la mar de guay- declaraba sus bienes patrimoniales. Ministro a ministro, ministra a ministra y ministre a ministre (por si hay alguno que sea homo o bisexual). A los dos minutos de leer la noticia, el Puñetas y media España exclamaban al unísono: ¡Embusteros! (Vale también “embusteras” y “embusteres”, cara Aído de mis entretelas y entreteles).

Tal unanimidad no puede sorprender: nadie, en pleno disfrute de sus facultades mentales, se puede creer que nuestros más altos mandatarios de la cosa pública tengan un patrimonio tan pobretón. O eso, o que son unos derrochadores del carajo, con lo cual están invalidados para gestionar las finanzas públicas y ajenas. Basten unos ejemplillos la mar de edificantes y embusteriles. El patrimonio del señorito Zapatero sólo asciende a la miserable cantidad de 209.000 euros y, encima, debe 80.000. El del ministro de Exteriores sube a los 384.000 eurillos, pese a que lleva toda la vida viajando por cuenta ajena. El camarada Chaves bate todos los records, pese a que ha sido presidente de la Junta durante varios lustros, ministro del Paro y ahora Ministro de la Nada: 69.000 cochinos euros. Vamos, que cualquier día de estos lo vemos pidiendo a la puerta de la Casa del Pueblo de Sevilla.

Pero hay otros mandatarios (la palabreja es un decir, porque el único que manda algo es don Zapatero) que todavía lo pasan peor. Sus estrecheces económicas son dignas de conmiseración pues deben más de lo que tienen. La ministra de Defensa, el de Fomento y la de Sanidad tienen más pasivo que patrimonio. Y otros cuantos “potentados” salen casi parejos entre uno y otro capítulo. Naturalmente, eso significa que están hipotecados hasta las orejas y cachas, lo cual nos lleva a la conclusión de que son los menos indicados para sacar a este país de mierda de la crisis en que estamos. Pero es que, encima, algunos patrimonios son tan ridículos que rozan el esperpento si no fuese porque ya estamos acostumbrados los ciudadanos a que nos tomen el pelo por delante y por detrás. Los “tontos” del Gobierno son el ministro Sebastián y la ministra Garmendia, que declaran casi dos y cinco millones, respectivamente. Lo cual les augura un lugar seguro en la próxima remodelación gubernamental pues su ricachez no tiene cabida en un partido llamado “obrero”. Claro que la ministra no es militante del PSOE, así que por ahí lo mismo salva los muebles.

Lo de publicar su patrimonio sólo los alegres chicos y chicas del Gobierno central me parece cicatero. Debería obligarse por ley a que todo servidor público, autonómico, provincial, local o paranormal también lo haga. Así nuestra dicha sería completa porque no hay nada más agradable que comprobar que muchos curritos y currantes de a pie tienen más patrimonio que sus gobernantes, pese a pasarse todo el día en el andamio, la caja, el ordenador o el volante. ¡Y cómo seríamos de dichosos si también los alegrísimos chavalotes y chavalotas de la oposición sacasen a la luz sus miserias patrimoniales! De ser verdad sus datos, a más de uno le resultará comprensible que algunos acepten regalos de trajes y otras pamemas.

La mayoría, sin embargo, no cree a nuestros gobernantes y tampoco creería los datos que aportaran sus colegas, fuesen de la oposición o de otros gobiernos. Al fin y al cabo -por oficio, beneficio y asesores- toda esta gente sabe qué triquiñuelas se pueden hacer para que la realidad se convierta en pura fantasía. En cualquier caso, si necesitan una ayudita de la ciudadanía, el Puñetas –siempre tan generoso con los pobres y menesterosos- sería el primero dispuesto a salir en socorro de nuestra clase política. Eso sí, al 8,5 % de interés, que uno es un bendito pero no un gilipollas.


2 comentarios:

Freixo dijo...

Caro amico:
Esto ya no son trolas, son un puñetero recochineo.
El sistema está en tal fase de descomposición que ya de ha perdido la vergüenza.
Y ello es extensible a prácticamente toda la clase política.
Desde que nos hemos enterado que NI UNO SOLO de los tropecientos diputados de nuestra Cámara nacional ha hecho referencia alguna a la inmoralidad de los privilegios de que gozan con respecto al resto de los parias de este país, y encima vamos y como corderos les votamos, considero que todo está perdido.
Quede con Dios.
Freixo.

Juan Puñetas dijo...

Como no llueve (al menos por los 3/4 de Spain) la descomposición del Sistema echa un olor que atufa por culpa de tanta calor fuera de mes y temporada. Ya ve que cada día nos meten a un alcalde, concejal, empresario o famosuelo en la trena, aunque luego ya no nos informan si sigue así o es enviado a Miami a disfrutar de sus trinques (tenemos una prensa que no sabe que la verdadera noticia es seguir la noticia hasta que esta deje de serlo).

Y mientras, como dice muy bien, el rebaño pasta y pasta, regurgitando siempre el mismo gol, repetido cien mil millones de veces por las teletontas caqueras para que así el cerebro se le quede en perfecto estado de descomposición, igualito que el Sistema. Así que el porvenir ya es pasado y a ti te encontré en la calle ahorrando sólo diez mil eurillos tras chupar del bote durante más de 30 años (canción versionada por el ínclito señorito Chaves, el niño de Andalusía).

¡Ele mi niño, que no sabe ná ni ná!