miércoles, 24 de junio de 2009

CUANDO REINABA DON PEPITO

(El reciente libro “Cómo salir de la crisis”, parido por el señor Aznar, anterior Presidente del Gobierno, nos ha hecho recordar que algunos tenemos muy buena memoria. Sobre todo cuando en sus tiempos ya escribíamos cosillas bitacoriles. Hoy le dedicamos el presente articulillo a ver si así se afeita el áspero bigote y sienta un poco la cabeza).

Le hemos dado tantos cogotazos a Zapatero y sus gobiernos de turno en estos años de Paridas Grillescas que algún lector poco avisado puede pensar que el Puñetas tiene ojeriza u obsesión con los alegres chicos de la meapilez psoera: uno no tiene la culpa de que estas huestes le gobiernen desde Sevilla y Madrid... Pero para despejar dudas y ver que muchos lodos de ahora proceden de polvos de antaño, no todos necesariamente zetaperinos, vamos a ir despidiendo la actual temporada con lo que escribíamos en una bitácora anterior, ya desaparecida de la interné, donde poníamos a caer de un burro a las huestes peperas (otras que tal bailan) y a su Jefazo Aznar, alias don Pepito. Y es que el Puñetas “dispara” a diestra y siniestra, como es justo y necesario.

LA ESTAFA DE LA VIVIENDA, UN ÉXITO PEPERO (30/04/2003)

En una carta al Director leo en LA RAZÓN: "En la comercialización de los productos como el tomate, las patatas, la fruta, etc los precios se multiplican escandalosamente respecto a los precios en origen". Y pone un ejemplo de frutas que en la lonja se venden a 0,6 euros el kilo (al agricultor se le pagó la mitad) y que en los puestos de los mercados ya asciende a 3,5 y hasta 5 euros el kilo.

Es una prueba concreta de la explotación moderna que se hace del sector primario, en este caso el de los agricultores. Pero donde hemos llegado (y todavía no alcanzado fondo) al máximo nivel de descontrol, estafa y caradura es en el ámbito de la vivienda. Este menda  se acordará toda la vida de Aznar y de la cohorte que le rodea no por el Prestige, ni la guerra de Irak, ni la visita del Papa. Se acordará porque en sus mandatos el precio de la compra de una vivienda alcanzó niveles descarados de robo y asalto a mano armada. Y el tío del bigote miró para otro lado, con la complicidad también fullera de gobernantes de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos de su mismo partido y de otros. Pero la máxima responsabilidad es del que más manda, por mucho que quiera quitarse el muerto (el piso) de encima.

"Dos de cada tres euros que adeudan los españoles se invierten en vivienda. Un joven sólo puede pagar con su sueldo la mitad de lo que cuesta el piso." (La Razón 24/04). "España es el país de la UE donde más ha subido la vivienda desde 1987, con una subida real del 4,2 % frente al 2 % de la media europea". (EL Mundo 22/04).  

Gran ciudad española. Un pisillo cercano a los 80 metros cuadrados construidos vale hace año y medio 24 millones de pelas. Al cabo de este tiempo, la constructora vende un piso idéntico al anterior, en el mismo sitio, pero ya al módico precio de ¡34 millones! El suelo ya lo tenía comprado hace más de un lustro. Los sueldos de los trabajadores están contenidos. Los materiales se mantienen en precios estables... La rapiña de los promotores y el laissez faire de Aznar y sus trogloditas hacen el resto.  Y la gente, claro, que acepta semejante estafa."

Hoy día, ya ven, no se vende un piso ni aunque lo “regalen”, la crisis del ladrillo amenaza con hacerse crónica y nuestros jóvenes tendrían que dedicar toda su nómina mensual para pagar íntegramente una hipoteca que lo mismo tiene que acabar pagando también su descendencia. Cuando –en estos tiempos de crisis y miseria- algunos beatifican a don Pepito aquí venimos a recordar que santos, lo que lo se dice santos, no hay ninguno en la política hispana. Ni ahora, ni antes. De haberlos, sólo los encontraremos en algunos ciudadanos con alma de Job…

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