domingo, 22 de febrero de 2009

DECÁLOGO DE BUENA CONDUCTA (SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE...)


No hay día en que uno no se vea compelido a adoptar estrategias y hábitos saludables. Las fuentes inductoras son los medios de comunicación, los gobiernos, la propaganda, el quiosco de la esquina, la mamá y hasta el cura del barrio. Y se comprende este bombardeo en busca de nuestra salud porque la mayoría del personal llevamos una vida bastante alejada de lo que deben ser las más elementales normas de la dicha física y mental. Hoy en día es bastante difícil conseguir hábitos saludables con esta puñetera sociedad que hemos montado entre todos. Comemos lo que no debemos, usamos la cama para todo menos para dormir, vivimos más pendientes del reloj que de nosotros mismos... Así que hoy me he puesto a reflexionar sobre el particular y me ha salido un decálogo de buena conducta cotidiana la mar de mono y al que calificaría de “made in Puñetas”. Claro que pasar del dicho al hecho, o del predicar a dar trigo es bastante complicado, pero creo hacer un gran bien a la humanidad (por lo menos a esa que todavía es recuperable o, al menos, a la que se queja de que las cosas no van bien) mostrando las diez reglas básicas de actuación para disfrutar de una vida saludable y salutífera.  

1. No ver televisión. La tele mata el cerebro.
2. La única grasa saludable en la mesa: el aceite de oliva virgen. Y comer poco.
3. El alcohol, para las farmacias. Sólo una copa de vino al mediodía y gracias.
4. Tragar humo es muy desagradable. Ni tabaco ni aire contaminado ni drogas.
5. Tener pensamientos positivos, aunque nunca se realicen.
6. Mandar la prisa a paseo. Tomarse las cosas en serio pero con calma.
7. El coche, lo menos posible. Hay mucho loco al volante. No seamos otro más.
8. Leer y jugar todos los días. Para conocer y para olvidar.
9. Hacer ejercicio físico, sexo incluido. El destino del cuerpo no es el sofá.
10. Tener el menor número de necesidades y deseos. Que compre Rita.

Este decálogo se puede sintetizar en dos ideas:

a) No te compares con los demás. La gente es idiota.
b) El tiempo no es oro. Es un cochino invento humano que sólo produce angustia.

Seguro que si mañana repaso este cataloguillo, quito cosas y pongo otras, pero  algunas de éstas se lleva una eternidad el cumplirlas, así que mejor dejarlo así. Ah y un consejillo último: antes que cambiar la sociedad, a lo que tan amigos son algunos humanoides (después resulta que todo era un camelo para vivir mejor....ellos), somos nosotros los primeros que debemos intentar cambiar y mejorar. Si no, de qué. Y, ahora, amigo lector o lectora, haga lo que le dé la gana que ya es usted bastante mayorcito para recibir consejos ajenos... O haga lo que yo: prometer cumplirlos pero luego si te he visto no me acuerdo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Caro Puñetas:
Y yo añadiría a este decálogo un precepto básico:
"Quiérete a ti mismo, pues si no lo haces, jamás podrás querer a los demás".
Con deseo de salud.
Freixo

Juan Puñetas dijo...

Pues sí, don Freixo, el decálogo se queda corto y su precepto básico es impepinable: ¡cómo vamos a querer a los demás si somos incapaces de querernos y cuidarnos a nosotros mismos! (Por cierto que, aunque parezca una perogrullada el precepto, hay la tira de gente que más que quererse, se odia. Al menos a tenor de lo que mal que trata a su cuerpo y espíritu).