El ambicioso y listorro Alberto ha pillado un cabreo de no te menees, amenazando con largarse de la política tras los comicios del 9-M. En el PP empiezan a salir de la trastienda los dos bandos: los partidarios de que Gallardón fuese en las listas y los partidarios de que fuese en las tontas (que no fuese, vamos). En la oposición psocialista se lo han tomado también muy mal, como si uno de los suyos hubiese sido defenestrado. En vez de suspirar por un enemigo menos, lamentan su revés, lo cual tiene mosqueados a observadores tan imparciales como el muá. En fin, un desastre nacional e internacional el que Gallardón haya sido degradado a Gallardín. Encima, hay seis alcaldes del PP que figuran como cabezas de lista, lo que todavía hace más sangrante el NO al actual alcalde madrileño. La jugada de Rajoy será juzgada por la historia como un hachazo digno de un rudo leñador o como una estocada de florete digna del mejor espadachín que vieron los tiempos.
Llama la atención del Puñetas que el alcalde de la capital de España no tenga suficiente trabajo y motivación como para resignarse a desempeñar exclusivamente dicho puesto. O quizás es que en el Congreso se trabaja poco y, total, un trabajillo más –con su correspondiente asignación económica y cuota de pantalla- nunca viene mal, pensaría Gallardón. Naturalmente, el ambicioso camarada sólo se conformaba con el puesto de número dos, tras el jefe, porque en política funciona la cosa militar, o sea, los galones en la pechera. Y si el número uno se pega un hostiazo en confrontación electoral o en una caída de helicóptero, allí está el número dos para sustituirle, aunque ello represente un esfuerzo sobrehumano. Al menda lerenda que esto escribe le parece una falta de respeto que el máximo gobernante de una ciudad tan poblada e importante como Madrid haga pluriempleo. Si la alcaldía se le queda pequeña no es un problema de los madrileños, que merecen un señor que les dedique las 24 horas al día. Y si –fruto del revés político propugnado por su actual jefe- decide marcharse, esa falta de respeto todavía sería mayor: sus votantes deberían correrlo a gorrazos.
¿No es una contradicción bastante indecente que los políticos fuercen a los funcionarios públicos a una estricta incompatiblidad laboral o a una dedicación exclusiva, mientras que ellos sí pueden desempeñar varios cargos a la vez u ocupar chiringuitos éticamente contrarios a los que desempeñaban antes? ¿Hasta tanto llega su cinismo y desvergüenza? Esta es la madre del cordero en el caso Gallardón/Gallardín y no la grasienta escenificación llevada a cabo por los medios de incomunicación y distraimiento, cual si estuviésemos hablando de un asunto de simple marujeo.
La derecha española es expertísima en devorarse a sí misma mientras que la izquierda lloriquea farisaicamente sobre la misma cuestión. ¿Habrá que recordar que el actual presidente del Congreso, Manuel Marín, uno de los políticos más preparados, educados y serios de este país, se larga a su casa porque en su partido –el PSOE zapateril- no cuentan con él por razones obvias? (Ya saben, nadie puede ser más listo que el jefe). Si nuestros partidos hiciesen primarias como en los USA, otro gallo cantaría, pero aquí les va mejor el rollete parlanchín y gallináceo. “Aznar dice que en España gobierna la izquierda más ultra de Europa”. (Diario El MUNDO). “Zapatero ha señalado hoy que la ausencia del alcalde de Madrid en las listas del PP al Congreso, y la inclusión de Manuel Pizarro en las mismas reflejan la "posición cada vez más conservadora e integrista" del PP”. (El PAIS.es).
Co, co, co… Co, co, co… La política española actual es un corral donde faltan gallos y sobran gallinas. Co, co, co… Co, co, co…
== VIDEOTECA ==
TV3 - ME PETO A GALLARDÓN.
LA CANCIÓN PREFERIDA DE RAJOY: "QUE NO, QUE NO" (DELUXE)
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