viernes, 1 de julio de 2005

MÁS BASURA... QUE ES LA GUERRA

Más de un filósofo ha argumentado a lo largo de la historia que esta vida es una mierda. No lo ha dicho con esta fina palabra porque ya se sabe que la filosofía es de gente redicha y elegante que se la coge con papel de fumar, pero para que la gente sencilla del pueblo entienda claramente el mensaje se han elaborado diversas traducciones, una de las cuales tomo aquí de manera completamente literal. Una mierda, sí.

Otros muchos pensadores y escritores han denostado también al bichejo humano. Mencken, por ejemplo: “La raza humana, que otrora pasaba por ser la preocupación capital y la obra maestra de los dioses, empieza a asumir ahora el aspecto de un subproducto casual de sus gigantescas, inescrutables y probablemente absurdas actividades. El hombre es quizás una enfermedad local del cosmos, una especie de eccema o de uretritis pestífera. Dentro del reino de los animales el hombre es un producto chapucero y ridículo. Pocas otras bestias son tan estúpidas y cobardes como él. No hay otro animal que esté peor adaptado a su entorno. Todos los errores e incompetencias del Creador llegan a su apogeo en el hombre. El hombre es el único de los animales terrestres, aéreos o marinos, que es inepto por naturaleza para adentrarse en el mundo que habita. Debe vestirse, protegerse, fajarse, acorazarse. Su situación es eternamente idéntica a la de una tortuga nacida sin caparazón, un perro sin pelo, un pez sin escamas. Es el supremo payaso de la creación. Y sin embargo esta es la pobre bestia que nos invitan a venerar como si fuera una joya incrustada en la frente del cosmos. Este es el gusano que nos invitan a defender como si fuera el favorito de Dios sobre la Tierra, con sus millones de cuadrúpedos más valerosos, más nobles y más honestos: sus leones soberbios, sus leopardos ágiles y vistosos, sus elefantes imperiales, sus perros fieles, sus ratas intrépidas. Este es el bicho que nos exhortan a reproducir, con infinitas dificultades, penurias y gastos”. Perdón por cita tan larga, pero es que no tiene desperdicio.

El ser humano, además de “payaso de la creación”, encima es guarro. Quizás para equipararse a la vida misma. No extrañe por ello que cada año los humanoides aumentemos un 10 % la cantidad de basura que echamos al planeta. Sólo el océano Atlántico acoge más de 100.000 toneladas de residuos nucleares de baja y media actividad, además de muchos productos tóxicos.

Pero Juanito Puñetas quiere hoy hablar no de esta basura tan conocida, si no de otras menos conocidas aunque igual de virulentas. Todo el mundo sabe de qué hablamos cuando decimos "comida basura" y "televisión basura". Más fijémonos en otros ámbitos:Leo en un periódico que casi medio millón de niños están viendo diariamente la televisión en torno a las doce de la noche, una franja de la programación donde todas las cadenas se orientan hacia la población adulta. Esta vez la culpa, obviamente, no es de las teleles. La culpa es esos padres despreocupados de la salud física y mental de sus hijos. Padres impresentables, padres desperdicio, padres irresponsables, padres basura.

También hay políticos basura, que ya hieden en exceso en las campañas electorales, por aquello del calor aplicado en la búsqueda y captura del votante. Por supuesto que hay muchos votantes basura, esos que votan siempre al que manda, a quien es más guapo/a, a quien ha votado su familia toda la vida, esos que votan desinformados de todo... Hay moda basura, esa que sale en la mayor parte de los desfiles de alto pedigrí y que no se comprarían ni los taraos mentales. Hay frases e ideas basura. Nadie está libre de ellas, pero aquí va una oída el otro día en una peli de Hollywood: la superfamosa "América para los americanos". Ni América es para los americanos, ni Europa para los europeos, ni el País Vasco para los vascos. Basta ya de que algunos se crean propietarios en exclusiva de lo que es de todos: el aire, la tierra, la cultura, el agua, la vida. Y así podríamos extendernos basureramente a casi todos los ámbitos humanos.

Hay información basura, deportes basura, religiones basura, educación basura, música y cine basura... Basura para dar y tomar. ¿Y cuándo podemos calificar una acción o una idea con adjetivo tan oloroso? Aquí cada cual lo cuenta según sus intereses. Para mí está claro que todo lo que sea tomar al prójimo por imbécil (aunque lo sea realmente), engañarlo, aprovecharse de él, embrutecerlo, despertarle lo negativo que oculta bajo siete llaves, todo lo que no le ayude a crecer como persona o que se lo impida... es basura pura y dura. Como hipótesis basurera inicial me vale. Y aquí acabo porque tengo que bajar al contenedor la bolsa de la basura de hoy.

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