miércoles, 7 de abril de 2010

INVESTIGACIÓN SEMANA-SANTERA (1 de 2)

En la Semana Santa vacacional le dio al Puñetas por repasar algunos archivos informáticos donde guarda sus primeros escritos en la internet, allá por el 2002, publicados en una paginilla web bastante cutre, ya desaparecida. De entre aquellas primeras paridas me llamó la atención una titulada: MI CAAAAAAALLEEEEEE. Allí se contaban unas cosas nada originales: un alcalde condenado en firme por prevaricación, con licencias de obras y recalificaciones urbanísticas de por medio. Lo de siempre. Pero en la noticia se decía algo llamativo: el partido del alcalde sentenciado e inhabilitado, pocos días después, decide cambiar el nombre de una calle del pueblo por el de… sí, sí, por el nombre del alcalde juzgado y condenado. Con dos bemoles. Con un par. Con los cataplines bien puestos.

Mi primera reacción, tras la relectura de aquella entrada, ha vuelto a ser de incredulidad. Quizás entonces el periódico mintió, quizás lo del cambio de calle fue una broma… Dispuesto a averiguar algo al respecto, me disfracé de inspector Méndez y dediqué toda una tarde a investigar en la interné sobre el particular. Ya han pasado 8 años de aquella noticia. ¿Qué ha sido del alcalde condenado y de su hipotética calle? Aquí están los resultados de la investigación, si internet no miente, claro…

16 de septiembre de 2002.  El Puñetas escribe el siguiente artículo:

MI CAAAAAAALLEEEEEEEE.

"Tribunal Supremo de no sé qué. Sentencia: condeno y condenamos al Ilustrísimo Señor don Juan Sevillano por un delito de prevaricación, estimando probado que el Excelentísimo Señor Alcalde ha aprovechado las ventajas que le ofrecía su posición política para beneficiarse haciendo negocios particulares; esto es, vendiendo parcelas a las que después concedió licencias de obras sin deber dada su calificación urbanística. (Recogido más o menos literalmente del diario EL MUNDO).

El mencionado ingeniero financiero, además de político sagaz, era alcalde del pueblo andaluz de Bornos y llevaba en la poltronilla (seguro que con un enorme sacrificio personal y económico) ininterrumpidamente desde 1979 hasta el pasado 12 de junio de 2002, fecha en que ya le fallaron las fuerzas y ganas y lo tuvo que dejar. (Bueno, seamos justos: también influyó un poquitín la sentencia en firme del Supremo).

Total, que esta historia no dejaría de tener un final de lo más aburrido y cotidiano si no fuese porque su partidín (llamado en esta ocasión pesoín) decide días más tarde, concretamente el 9 de julio, cuando aún está caliente el cuerpo sin vida alcaldil de don Juan, el ex, decide –digo- cambiar el nombre de la calle principal del pueblo, llamada hasta ahora de “San Jerónimo” para que a partir de ahora lleve el nombre de….

adivina, adivinanza...

...”llevará a partir de ahora el nombre de Juan Sevillano, ex alcalde socialista inhabilitado por el Tribunal Supremo para cargo público por prevaricar. Así lo aprobó el 9 de julio la comisión de gobierno municipal presidida por el alcalde accidental José Luis Ramírez. Según el texto de la propuesta, se tuvieron en cuenta los méritos contraídos por Sevillano en su etapa como alcalde”. (EL MUNDO).

¿A que es divertido y muuuu original? A mí esto de que las calles se llamen San Juan, San Matías, Chopin, Avda de la Constitución y otras hierbas anodinas es que me parece típico de gente sin gracia, aburrida y plasta. ¿No quedan mejor nombres como: calle Drácula, calle La Tormenta Perfecta, calle Juanillo el Tempranillo, calle Marilyn Monroe, calle Doctor Muerte, calle Juan Guerra, calle El Cachondeo, avda La Cabra Loca, etc, etc? ¿Para cuándo una total revisión de los callejeros de este país, naturalmente atendiendo a las peculiaridades y personalidades autonómico-culturales? Siento que en Bornos me hayan pillado la delantera en tan ingeniosa propuesta. Claro que más lo debe sentir San Jerónimo…"


1 de abril de 2010.  El Puñetas dedica una tarde a investigar el estado de la cuestión y he aquí lo averiguado. (Continuará mañana)


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