jueves, 25 de febrero de 2010

TRES VIDEOS COMO TRES SOLES

El mundo de Youtube es una inmenso cajón de sastre donde cabe de todo, más bien malo que bueno, aunque si se busca y rebusca siempre se encontrarán cosas muy apañadas. Hoy nos dimos una vuelta en busca de algunos vídeos de ficción de cierta calidad, no musicales, aunque uno pueda parecerlo. Nada de majaderías, de trompazos, de deportes (fútbol, claro) o de mal gusto. Aquí va una pequeña muestra, muy personal, que espero guste a los ocasionales lectores de estas Paridas, en el caso de que no los hayan visto antes.

1. Sorprendente historia de animación.



2. Final de un programa titulado “Tienes talento”, edición ucraniana. Una chica pintó en directo una animación de la invasión alemana de Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial, usando sus dedos y una superficie con arena. Magistral



3. Próximamente, el día 28, será el Día de Andalucía. Alejado de los almibarados cantamañanas que la gobiernan desde hace lustros y que en estos días sacarán a pasear lo bien que nos luce el pelo a los andalucitos gracias a lo buenos que son ellos, vaya aquí un video carnavalesco que suscribo totalmente. Que se dejen de cuentos y se pongan a trabajar… para los demás.

lunes, 22 de febrero de 2010

LEÑA AL MONO, QUE ES EL OTRO

Confiesa el Puñetas que ya empieza a estar bastante harto de muchas de las cosas que ocurren en este país. Especialmente de que algunos sectores minoritarios, cuando no cuatro gatos, impongan sus malos modos sobre el resto de los mortales. Gentes que tienen la desfachatez de declarar “personas no gratas” a quien les sale de las narices, prohibiéndoles literalmente que aparezcan por sus villorrios o ciudades, como si ellos fuesen los sheriffs de la película. Mastuercillos que no levantan dos dedos del suelo que imponen a una mayoría sus gritos y payasadas, reventando conferencias o discursos a los que no han sido invitados. Políticos que desprecian a sus rivales tachándolos de ultramontanos o peligrosos incompetentes. Periodistas que se creen ungidos por la verdad divina y amonestan y proclaman que ellos son la Luz y la Vida mientras que el resto de los medios son una mierdecilla pinchada en un palo.

Gentes que se arrogan el sentir y la representación de la sociedad, de la universidad, del progreso, de la ética periodística, de la honradez y de todo lo que les sale de sus aires triunfalistas y bananeros mientras que a los demás los dejan en cueros. En fin, que hay mucho cacique suelto por ahí y ya me tienen hasta las gónadas. Porque, encima, presumen de demócratas cuando la prueba del algodón del pensamiento y comportamiento democrático es el respeto a los demás, a las personas que piensan diferente. Menos leña al mono y más mirarse al espejo, desde el que nos contempla otro mono del mismo pelaje. Como dijo aquel, el que se sienta maravilloso y estupendo, que tire la primera piedra. A sí mismo, se entiende… Y que se abuchee en voz alta antes de abuchear a los demás. La libertad de expresión comienza por uno mismo, caciquillos míos…

OTRO QUE TAL BAILA


jueves, 18 de febrero de 2010

PASO A LA VOZ DEL PUEBLO


El señorito Alierta, mandatario máximo de esa multinacional del engaño llamada Telefónica (no es la única pero ocupa uno de los primeros puestos en el ranking) manifestó la semana pasada que “Google debería de pagar una parte de sus beneficios a las empresas de telecomunicaciones, ya que son ellas las que soportan los gastos de gestionar la red”. Como era de esperar, el gentío internetero se ha echado a la yugular del señorito viendo en esta medida otra vuelta retorcida al bolsillo del pagano cliente porque, que se sepa, Google le da servicios gratuitos mientras que las telecos no y porque si al final la primera tuviese que pagar a las segundas, ya se imagina a quien se le va a trasladar finalmente el coste.

El asunto tiene muchas aristas, ciertamente. Tantas que en esta cuestión no me atrevo a abrir la boca por si me la parten. De modo que me he dado un garbeo por la internet y he seleccionado algunos de los tropecientos mil comentarios que he leído al respecto.¡Paso a la voz del pueblo, je, je! (Eso sí, he procurado corregir la ortografía para no dañar la vista del lector. De nada).

“Es igualito que si compras una tostadora y le cobran a Moulinex por tener que enchufar la tostadora a la red eléctrica”. “Mi teléfono no deja de sonar con llamadas de publicidad y Telefónica no me paga nada”. “Google está dando el servicio que Telefónica no quiere dar ni desarrollar por su cuenta para sus clientes”. “Lo próximo será cobrar a la Seat por el uso que hacen sus coches de la red de carreteras”. “La comparación sería que Telefónica fuera una empresa de autopistas y Google una empresa de transporte que la usa sin pagar un peaje ... Injusto desde mi punto de vista”. “Curiosamente una empresa que ofrece GRATIS unos productos del carajo en red como el Google Earth o el Maps, la van a hacer pagar. Que se gasta mucha pasta en continuas innovaciones y que no vive de sangrar a los mismos usuarios de los que vive”. “Me he planteado en más de una ocasión porqué los sucesivos gobiernos se bajan los pantalones ante estos sinvergüenzas... Entonces oyes como Zaplana coge un carguito de delegado de Europa de Telefónica y vas entendiendo un poco...”. “Es como cobrar a Zanussi o Teka por usar la red eléctrica”.

En éstas, don Miguel, el Sebastián, el Ministro de las bombillas industriales, sale de su letargo nuclear y afirma que el que las operadoras cobren a Google “es una opción  posible que hay que discutir y barajar”. Ya la tenemos todavía más liada.

“Que inventen ellos… Que nosotros nos encargaremos de freírlos a impuestos (lema de los socialistos)”. “Cobrar por qué??? Google paga la conexión a Internet de sus Datacenter, con lo que puede hacer lo que le venga en gana, porque YA ha pagado”. “Encima Google genera contenido en Internet y hace que la gente necesite conexiones y que se gaste el dinero con ADSL de Telefónica y demás chusma...”. “A ver, no es que Google utiliza las instalaciones de Timofónica para funcionar, es que sus "clientes" (si así es posible llamarlos) utilizan a Timofónica para comunicarse con Google, y estos ya le pagan a Timofónica”.”Cuando comenzaba la guerra de los buscadores-portales, el entonces inútil presidente de Telefónica, Villalonga, se compra primero Ole, que transforma en Terra, después compra Lycos (tercero del mundo en el momento). Fueron incapaces de hacer negocio con ellos (ni ninguna otra cosa salvo hundirlos) tanto Villalonga como el inútil que lo sustituye, y ahora que Google domina el mercado pretenden cobrar a quien les ha ganado limpiamente. ¿Estos degenerados saben qué es competir?” “Lo que tienen que hacer Vodafone, Telefónica y demás es montarse ELLOS un buscador MEJOR que Google y así tendrán todo el negocio. Es muy cómodo (y muy típico español) sentarse a chupar del bote y vivir del trabajo de los demás”. “Esa red es de los ciudadanos (aunque Aznar la malvendiera) ¿cómo que su red?”. “Yo creo que Iberia debería de cobrar a los hoteles de Canarias, por ejemplo, porque les lleva los clientes. También Repsol a los restaurantes de pueblo y clubs de señoritas, que la gente va en coche. Y los agricultores a Telefónica, que sus empleados comen, y luego sueltan estas ideas, ¿o no?” ”¿Algunos de los que están tan en contra de esta medida (parece que Google es suyo) estarían dispuestos en un futuro a una subida de Internet para soportar los gastos que el enorme aumento de tráfico genera y va a generar en fechas, estas sí, bastante próximas? Esta medida no es la primera vez que se plantea, ni tan siquiera España (o Telefónica) es la primera que lo hace”.

Para qué seguir. Parece que el personal se decanta más por Google que por Telefónica. Y es que aquel no cobra y ésta sí. Y es que aquel ofrece un buen servicio y ésta más bien no y a precios de oro. Y es que el gentío cree que al final le tocará pagar a él lo que vendrá: una vez adictos y obligados a internet (como antes al móvil o a los cajeros automáticos), cobrar es coser y cantar. El gentío, que se conoce el percal, empieza a adivinar que el futuro ya está aquí. El futuro de pagar hasta por enchufar el ordenador…(establecimiento de llamada, ¿no?).

PD: Una buena noticia aunque al final quedará en nada… 

lunes, 15 de febrero de 2010

MIRADAS

Revista "XLSemanal". Domingo 14 de febrero de 2010. Una carta de un lector. Simplemente. Pero, oiga, me ha gustado. Porque alguien –un colega- expresa de manera tan sencilla lo que uno mismo viene sintiendo desde hace años, aunque nunca lo haya llegado a poner en un papel. Mientras lee el breve texto, le recomiendo que escuche la suave melodía del video. Para que el sentimiento de la música realce aún más el de la carta.


Sus miradas cambiaron súbitamente. Intentabas explicar a tus alumnos de 4º de ESO el concepto de “generación”. Y para ello habías optado por hablarles de la tuya: España, años 60. Les contaste que carecíais de comodidades para ellos, hoy, tan elementales como agua corriente. O de una nevera. O de un teléfono… Que erais pobres y que salir con una chica a solas constituía, casi, una misión imposible. Tras casi treinta años de profesor –que no funcionario de la enseñanza- no me resultó difícil constatar la lástima con la que me miraban y escuchaban… Pero, acto seguido, les hablé también de puertas que jamás se cerraban con llave, de niños que jugaban en las calles, de tiendas en las que se fiaba,  de cómo en casa siempre almorzábamos y cenábamos juntos y de cómo hablábamos, largo y tendido, con padre y madre. Sus miradas cambiaron. Ya no eran de lástima. Eran de envidia. Y pensé que muchos de mis alumnos, pese a la obesidad de tantos, eran seres hambrientos. Hambruna de afecto, de tiempo, de ternura. Era la mía, ahora, la mirada de la que emanaba la lástima y un inmenso amor hacia quienes, desde la opulencia de las cosas, tan sólo rogaban retales de sentimientos… Y di gracias a Dios por el don de mi trabajo. Fue, casi, una oración.

jueves, 11 de febrero de 2010

NO SE VAN NI AUNQUE LOS ECHEN


En un país (se llame España o las Chimbambas) donde la tasa del paro ascendiese al 20 %, la deuda pública lo tuviese hipotecado para varias generaciones, las alarmas de las pensiones y de la seguridad social empezasen a sonar a toda pastilla y todo fuese un desbarajuste económico, una cultura política medianamente decente y responsable debería hacer que sus máximos dirigentes se marchasen a casita a regar geranios.

Pero ni en España ni en las Chimbambas hay decencia política, (de hecho, salvo contadísimas excepciones, el ejercicio de la alta política está reñido con la decencia) así que lo habitual es que los que han trincado el poder (por muchos votos que recibiesen) sigan amarrados a sus poltronas hasta que les den la patada final en las urnas, como si dejar un cargo al haber llegado al máximo nivel de incompetencia (a veces colabora en ello una oposición más bien de mente estrecha y unas circunstancias ajenas a uno mismo, pero eso no invalida el argumento) fuese un crimen o un desatino en vez de una medida higiénica que al primero que da fuerza es a quien la toma. Pero no, aquí y allá no dimite ni dios porque –digan lo que digan los que tienen la vara del más alto mando- ellos se lo pasan divinamente con ella entre las ingles. Ya se sabe que la erótica del poder nutre mucho, más que el ser cuasi-responsables de que un país se vaya a pique. Y si no, que se lo digan a los últimos gobiernos griegos, algunos de cuyos miembros deberían estar no ya en su casa sino en la cárcel.

De modo que nadie espere, siguiendo la tradición de crisis anteriores, que don Zapa coja el petate y se largue a León o a escribir los bellos discursitos del camarada Obama. Ni nadie espere que uno sólo de los 17 presidentes de las Comunidades Autónomas decida dimitir por incapacidad para afrontar las vacas flacas en su terruño o cortijo, como si aquí el único que tuviese que bregar con estos tiempos tan debiluchos fuese el presidente de la Nación y su gobierno. ¿Qué pasa, que en las autonomías sólo se dedican a gastar y a tocar la gaita del paisanaje? ¿No tienen también la misión de crear las condiciones para que el empleo suba o para que la deuda se minimice? ¿Acaso el millón de parados que hay en Andalucía, un suponer, no incumbe a las inútiles políticas que, en su caso, viene realizando la Junta de Andalucía desde hace la tira de años?

No se largarán con viento fresco, dejando paso a otros del mismo partido gobernante o de la oposición o a un gobierno multicolor. En su cultureta política no cabe el abandono, como si quien abandona se convirtiese en un apestado o un paria. Muy al contrario, demostraría que tiene capacidad de autocrítica, que desea por encima de todo el bien de su país y de sus conciudadanos y no el suyo propio. Cuando las cosas no salen bien o no se saben hacer mejor, lo sensato y racional es dejar el sitio a otros que puedan hacerlo mejor, o al menos intentarlo. Pero no, como les falta humildad, altura de miras y decencia, tendremos que aguantar al “Uno” y a los “Diecisiete” hasta que el agua nos llegue al cuello. Y entonces, el pueblo llano, pagará como siempre las más altas consecuencias. No lo va a hacer ni el Banco de España, ni el BBVA (cuyo presidente tiene una pensión de 79 millones de euros), ni el Presidente de la Patronal por mucho que una de sus empresas haya quebrado, ni estos tipos aferrados al sillón que se creen (y va a haber que darles la razón) que sin él son unos don nadies. Pues hala, a seguir ahí mientras no se os caiga la cara de vergüenza. Que no se os caerá, claro…

lunes, 8 de febrero de 2010

¡EXPRÓPIESE!

-Vea, señor Presidente, qué barrio más maravilloso  tiene ante sí. ¡Qué edificios, qué calles, qué mobiliario urbano…!
-Muy bonito, sí, muy bonito…, señor alcalde.
-Es que en Caracas tenemos lo mejor del mundo, Presidente Chávez.
-Qué me vas a decir a mí, tú. Y aquel edificio de color rojo, ¿qué es?
-Una joyería.
-¡Exprópiese…! ¿Y aquel otro, ese de dos pisos con balcones?
-Ese es un local de prostitución.
-¡Exprópiese!
-¿Y las rameras?
-También quedan expropiadas. Y, ¿ese gato? ¿Qué coño hace ahí ese gato?
-Se habrá escapado, Presidente…
-¡Exprópiese! ¡Exprópiese!
-Señor, que sólo es un gato…
-¡Tú también quedas expropiado! A ver, palmeros, aplaudan a rabiar cada vez que expropio un local para el pueblo y la revolución. (Plaff, plafff, plafff). ¡Más fuertes esos aplausos, coño! (Plaaaaaf, plaaaaaffff, plaaaaaffff). ¿Y aquel edificio triste y medio derruido?
-¿Lo expropiamos también, Presidente?
-¡Sí, exprópiese, exprópiese!
-Señor Presidente, señor presidente…. Ufff, ufff….
-¿Qué le ocurre, doctor?
-Pues que… hoy… se nos ha pasado de darle la pastilla contra el delirums tremens y….
-¿Está insinuando que estoy más loco que un rebaño de cabras? ¡Exprópiese! ¡El doctor queda expropiado!
-Mire Presidente, que le puede dar un ataque al cerebro y dejárselo aún más dañado de lo que ya lo tiene…
-¡Exprópiese! ¡Exprópiese también mi cerebro!
-¿Y entonces qué va a ser nosotros y de Venezuela y de la revolución?
-¡Exprópiense! ¡Exprópiense! ¡Uffff, uffff...! ¡Aplaudan, coño! (Plaaaaffff, plaaaafffff, plaaaaffff)  


miércoles, 3 de febrero de 2010

PEPIÑO BLANCO, EL CONTROLADOR


El actual ministro de Fomento, Pepiño Blanco, anda a la greña con los controladores aéreos que trabajan para Aena porque estos tíos (y algunas tías) ganan un potosí, mucho más que cualquier hijo de vecino, incluyendo al mismísimo ministro de Fomento. Por todo ello no sólo se permitió el lujo -hace poco- de poner en el disparadero a estos profesionales sino que les echó en cara que, además de tener unos sueldazos, echan muchísimas horas extras y encima tienen una productividad ínfima (más o menos –esto lo digo yo- como el mismísimo Pepiño Blanco y sus compañeros y compañeras de gabinete zapateril). Como es lógico, los controladores se han enfadado muchísimo con las chiquicosas de este ministro tan bocazas. Están que trinan y dispuestos a elevar el canto a niveles de Traviata. (Se intuye que puede ser por Semana Santa, cuando llegue el buen tiempo… turístico, y algunos de ellos se pongan pachuchos del dedo gordo del pie y falten al trabajo y se arme entonces la de dios en Barajas y aledaños).

Las cosas denunciadas por el Ministro van en serio. Con la crisis galopante que padecemos y la necesidad de pasta gansa que hay que ahorrar, en Fomento están haciendo números a ver si les queda algún euro para gastárselo en cualquiera de las cientos de obras pendientes de ejecución. Ir a por los controladores tiene mucho sentido: son una presa fácil pues son pocos (unos 2400), ganan mucho, actúan como una pequeña mafia (y si no, que se lo digan a los viajeros que padecen sus huelgas encubiertas y miserables) y encima rinden poquísimo en relación al parné que se meten en el bolsillo. Así que duro y a por ellos, Blanquiño. El Puñetas, sin ir más lejos, echaría una mano al cuello de algún controlador –sí, yo también he sido en alguna ocasión una víctima de estos prepotentes millonarios-, ayudando así al ministro a poner las cosas en su sitio. Sin embargo, como aquí no nos chupamos el dedo, vamos a dedicar ahora unos parrafillos al lenguaraz del Ministro, que olvida demasiado a menudo que su actual trabajete es muy diferente del anterior, por lo que la lengua la debería tener menos afilada y la sesera más centrada.

Porque, vamos a ver. ¿Quién o quiénes son los responsables de que los pobrecicos controladores de Aena anden pidiendo limosna por las calles y se aburran a todas horas por falta de trabajo? Pues, Aena, o sea, el Ministerio de Fomento, o sea, el Gobierno de turno. Por tanto, si a mí me salen las cuentas, el señor Zapatero y su corte (donde cabe situar en un lugar destacado a don Pepiño) lleva ya sus añitos de gobierno y, hasta ahora, no sólo ha sido incapaz de atajar tanto despropósito sino que ha puesto su granito de arena para que la situación siguiese en los niveles de privilegio obsceno que actualmente tienen los controladores. Nos hemos enterado por los periódicos (que mienten mucho, pero menos que los políticos) que el último convenio firmado entre AENA y los controladores data de 1999, que caducó en 2004 y que ha venido siendo prorrogado año tras año. Por tanto, que el ministro no le eche las culpas a los controladores. Si éstos ganan lo que ganan es gracias a los Gobiernos de turno; si realizan tantísimas horas extras es gracias al Gobierno y a las necesidades del sector aéreo, que las precisa, salvo que dichas horas sean inventadas o pactadas a cambio de no aumentar las plantillas; y si la productividad roza el subsuelo, será porque los mandamases de turno lo están consintiendo con la misma alegría con que tiran al retrete gran parte del dinero público. De modo que, don Pepiño, menos lobos y más reconocer los errores propios y ajenos.

Naturalmente, si retrocedemos en el tiempo, también llegarían los lodos al señorito Aznar y su compaña, al Felipe de mi vida de aquellos años en que perdimos la ilusión por un futuro espléndido y si seguimos retrocediendo lo mismo llegamos a los tiempos de Viriato. Bueno, tan lejos no, porque entonces no había aviones ni existía AENA (¡qué felices tiempos, aquellos!), pero seguro que el lector inteligente ya me entiende.

En casi todo tiene razón don Ministro excepto en que los controladores son los responsables de todo: de lo que ganan, de lo poco que producen y de las tantísimas horas extras que echan a precio de diamante. De todo eso sólo hay unos señores responsables, empezando por Aena, siguiendo por Fomento y acabando por el señorito que duerme todas las noches en la Moncloa. (Repito la idea clave porque a algunos hay que explicarles las cosas dos veces para que las entiendan). Una cosa es que estos tipos sean bastante chuletas y otra que al pueblo llano don José Blanco nos la quiera dar con queso. Dicho lo cual, don Pepiño, estoy dispuesto a añadir mi cuarto a espadas en su próxima batalla contra el controlador infiel. Que es verdad que a usted lo tenemos un poco atravesado en nuestro gaznate, pero también seremos capaces de reconocer su valor, arrojo y torería si es que, de una vez y en serio, coge al toro controlador por los cuernos y lo pone en su sitio. Dicho lo cual, si yo fuese controlador (que para desgracia mía no lo soy), me contentaría con ganar los 200.000 eurillos prometidos por el Ministro, que no son moco de pavo. O eso, o el fuego eterno. Espero que, además de prepotencia y altanería, estos profesionales tengan un poco de inteligencia. Al fin y al cabo, controlar avioncicos tampoco es una profesión para herniarse, amiguitos. Ni la de ser Ministro, tampoco…