domingo, 22 de febrero de 2009

DECÁLOGO DE BUENA CONDUCTA (SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE...)


No hay día en que uno no se vea compelido a adoptar estrategias y hábitos saludables. Las fuentes inductoras son los medios de comunicación, los gobiernos, la propaganda, el quiosco de la esquina, la mamá y hasta el cura del barrio. Y se comprende este bombardeo en busca de nuestra salud porque la mayoría del personal llevamos una vida bastante alejada de lo que deben ser las más elementales normas de la dicha física y mental. Hoy en día es bastante difícil conseguir hábitos saludables con esta puñetera sociedad que hemos montado entre todos. Comemos lo que no debemos, usamos la cama para todo menos para dormir, vivimos más pendientes del reloj que de nosotros mismos... Así que hoy me he puesto a reflexionar sobre el particular y me ha salido un decálogo de buena conducta cotidiana la mar de mono y al que calificaría de “made in Puñetas”. Claro que pasar del dicho al hecho, o del predicar a dar trigo es bastante complicado, pero creo hacer un gran bien a la humanidad (por lo menos a esa que todavía es recuperable o, al menos, a la que se queja de que las cosas no van bien) mostrando las diez reglas básicas de actuación para disfrutar de una vida saludable y salutífera.  

1. No ver televisión. La tele mata el cerebro.
2. La única grasa saludable en la mesa: el aceite de oliva virgen. Y comer poco.
3. El alcohol, para las farmacias. Sólo una copa de vino al mediodía y gracias.
4. Tragar humo es muy desagradable. Ni tabaco ni aire contaminado ni drogas.
5. Tener pensamientos positivos, aunque nunca se realicen.
6. Mandar la prisa a paseo. Tomarse las cosas en serio pero con calma.
7. El coche, lo menos posible. Hay mucho loco al volante. No seamos otro más.
8. Leer y jugar todos los días. Para conocer y para olvidar.
9. Hacer ejercicio físico, sexo incluido. El destino del cuerpo no es el sofá.
10. Tener el menor número de necesidades y deseos. Que compre Rita.

Este decálogo se puede sintetizar en dos ideas:

a) No te compares con los demás. La gente es idiota.
b) El tiempo no es oro. Es un cochino invento humano que sólo produce angustia.

Seguro que si mañana repaso este cataloguillo, quito cosas y pongo otras, pero  algunas de éstas se lleva una eternidad el cumplirlas, así que mejor dejarlo así. Ah y un consejillo último: antes que cambiar la sociedad, a lo que tan amigos son algunos humanoides (después resulta que todo era un camelo para vivir mejor....ellos), somos nosotros los primeros que debemos intentar cambiar y mejorar. Si no, de qué. Y, ahora, amigo lector o lectora, haga lo que le dé la gana que ya es usted bastante mayorcito para recibir consejos ajenos... O haga lo que yo: prometer cumplirlos pero luego si te he visto no me acuerdo...

miércoles, 18 de febrero de 2009

HAY GORILA PARA RATO

El viejo dicho de “cada pueblo y país tiene el gobierno que se merece” es un axioma para el  Puñetas. Sea mediante la democracia  o la dictadura, la conclusión es que el personal tenemos en asuntos de la gobernanza lo que nos merecemos. Los últimos que se han subido al carro máximo de la estupidez han sido los venezolanos (exigua, pero suficiente mayoría) que han votado sí a una enmienda del goriláceo  Chavez por la que puede ser ilimitada la elección de los cargos electos. Es decir, su reelección. Si un pueblo –al menos en más de 6 millones de personas adultas- desconoce que el ejercicio autoritario del poder es intrínsecamente perverso, es que merece que lo encadenen a los pies de un dictador hasta que éste se muera, lo maten o se vuelva rematadamente loco,  aunque basta oír a don Hugo para darse cuenta que no será por la locura por donde la piará el gallináceo. A sus 54 años (equivalentes a una edad mental de 12 añitos) piensa que tiene por delante 28 primaveras para conseguir su bello sueño: “Yo estoy listo para gobernar los cuatros años que me quedan (del actual período constitucional) y para gobernar los seis subsiguientes (...) para que continuemos creando la Venezuela socialista". No tenemos ninguna duda que conseguirá su objetivo, a imagen y semejanza de su amigo Fidel. Tiene casi 30 años por delante para no dejar vivos a los más de 5 millones que han tenido el valor de decirle “no” en el reciente referéndum y para joder al máximo a quienes ciegamente le acaban de garantizar  el reinado de dictadorzuelo durante las próximas décadas. 

domingo, 15 de febrero de 2009

LA DESVENTURA ESPACIAL


Hace ya unos años al bípedo humanoide le dio por llevar sus sucias pezuñas al espacio. No le bastaba con esquilmar, ensuciar y emborronar el planeta azul (actualmente, planeta marrón). Ya no había rincón que hollar, cumbre que escalar o fosa que explorar. Así que decidió embutirse dentro de unos trajes incomodísimos y largarse al espacio interestelar. Como no se fiaba demasiado del asunto envió primero a sus primos hermanos, los monicacos, mucho más inteligentes que él, donde va a parar. Los primeros la espicharon en pleno vuelo, pero gracias a su involuntario sacrificio la humanidad pudo comprobar que eso de salir a cazar moscas al espacio estaba muy bien. Luego comprobó que fuera del planeta no había ningún insecto volador, pero eso no arredró a los futuros navegantes espaciales dispuestos a poner sus zarpas en la luna lunera, acabando de paso con todo el romanticismo que el satélite había hecho florecer en miles de noches enamoradizas. (No es por nada, pero se nota que escribo estas letrajas en el día de San Valentín…).

Tampoco en la Luna había ningún bicho viviente al que matar, maltratar o domesticar, así que el objetivo se puso más lejano: Marte. No sabemos si algún milenio de estos el bichejo humano también desvirgará al planeta que más ha salido en las películas de Hollywood, aún sabiendo que los marcianitos no existen. Los ánimos por la conquista se han enfriado bastante pues un simple viaje de turismo no es igual que uno para someter a lejanas civilizaciones, aunque sean vulgares animalillos monocelulares. Aún así, el rastro de la humanidad va quedando indeleble e imborrable  en el espacio que rodea la Tierra: miles y miles de trozos de restos metálicos procedentes de satélites, naves espaciales y otros cacharros voladores, abandonados a su suerte en el nuevo estercolero espacial pues el humano es un ser bastante guarrindongo y todo lo que toca con sus sucias manos lo deja hecho un asco.

Por si no bastara tanta mierda espacial con denominación de origen terrícola, ahora empiezan los accidentes de tráfico entre los más de siete mil artilugios (vulgarmente llamados satélites) que hemos enviado al espacio para poder espiarnos mejor los unos a los otros o, todavía peor, para poder visionar la basura que echan las televisiones.  También sirven para otros menesteres no menos gloriosos, pero no es cosa de hacer aquí un listado de todas las degeneraciones satelizadoras del esperpéntico ingenio humano. El caso es que a unos 800 kms conforme se sale de la Tierra, a mano izquierda, dos satélites chocaron brutalmente. El uno era ruso y el otro norteamericano. No se sabe quién tuvo la culpa del encontronazo por la cosa de saber a quién le corresponde correr con los gastos, pero lo sabido es que de resultas del accidente  tropecientos cachos de chatarra han quedado esparcidos en forma de nube, con lo que está prácticamente garantizado que habrá nuevos accidentes de tráfico. No teníamos bastante con los que fabricamos diariamente en el planeta, que encima los hemos trasplantado también al extrarradio terrestre. ¡Si es que somos una especie que la caga cada vez que tiene una gran idea!

La solución del problema que se avecina no es nada fácil. Somos expertos en crear problemas sin solución. Pensamos en el más acá en vez de en el más allá, que es adonde iremos todos, tarde o temprano. Así que como necesitamos mucha energía para despilfarrarla habitualmente en bagatelas y memeces, construimos centrales nucleares que generan unos residuos radioactivos que durarán miles de años. Los que vengan detrás de nosotros, que se aguanten y arreen. Y como nos hacía mucha ilusión ver a algunos de nuestros congéneres luciendo tipito en el espacio espacial, hemos poblado el más cercano con miles de cacharros carísimos que, una vez estropeados, quedarán vagando en su órbita por los siglos de los siglos, amén. Las generaciones venideras que resuelvan el problema.

En fin, que a quien habría que enviar al espacio y sin billete de regreso, es a mucho gobernante, fabricante, ilusionista, empresario, científico y tonto del culo. Para que se den un garbeo eterno orbitando a unos cientos de kilómetros de nuestras casas. Mientras tanto, mejor fueran pensando en idear una máquina que –subida a los altares espaciales- sea capaz de jalarse toda la basura y chatarra inútil que tenemos en los alrededores terráqueos. No nos basta con ser los seres vivos  más cerdícolas del planeta que encima queremos serlo del Sistema Solar. Nuestras ínfulas de grandeza acabarán por convertirnos en los seres más despreciables del barrio galáctico.

== VIDEOTECA ==

BUENAFUENTE - BASURA ESPACIAL

miércoles, 11 de febrero de 2009

CUENTECILLOS PUÑETEROS: LA ESCOPETA JUSTICIERA

Los dos venados pacían bonachonamente a orillas del charco. “Ojalá que la crisis económica que padece el país dure toda la eternidad” –dijo el ciervo más viejecito. “No te entiendo, tito” –replicó el otro, que como era bastante más joven, aún desconocía muchas verdades de la vida. “Sí, querido, como los humanos están sin un duro, no les quedan ganas ni dinero para coger el coche, traerse sus escopetas y municiones y entretenerse un día disparándonos desde todos los rincones, a traición y con alevosía, para así saciar su sed de sangre animal. Los muy mamones se dicen amantes de la paz, del planeta y de todo bicho viviente. Hay que joderse… Como si nosotros no fuéramos bichos también y nuestro destino fuese simplemente ayudar a pasar un rato divertido a estos tipos tan anormales”.  “Tienes razón, tito. Se creen los reyes de la creación porque poseen un cerebro un poco más evolucionado a fuerza de machacar al resto de los seres vivos, incluidos los de su misma especie, que es el colmo de la imbecilidad. Pero si es como dices y las dificultades económicas que ahora pasan hacen disminuir el número de cazadores y de gente que viene a matarnos, que la crisis no acabe nunca”.

Pasaron varias horas hablando tranquilamente de sus cosas íntimas y despotricando sobre sus mayores enemigos: esos hombres con escopetas al hombro. El día había amanecido estupendamente gris y frío, lo que hacía presagiar una encantadora jornada pues los humanos odian las incomodidades climatológicas. En esto que empezaron a oír cierto murmullo a lo lejos. Con el instinto que tantas veces les había salvado la vida, salieron corriendo hacia el  escondite especialmente preparado para las situaciones de riesgo y peligro. Quizás estaban siendo demasiado optimistas. El número de cazadores, en el último año, había decrecido de manera altamente satisfactoria aunque les llegaban rumores de que la matanza de piezas más preciadas para el estómago humanoide estaba aumentando alarmantemente. Escondidos en su refugio vieron pasar muy cerca a un tropel de bípedos irracionales cargados de armamento hasta los dientes.  Nuestros cérvidos no perdían ojo ni oído. “Ministro, ¿siguen los jueces empeñados en hacerle huelga?” –se oyó a escasos metros. “Es una huelga ilegal, pero dejemos los problemas cotidianos que aquí vengo con mi amigo Garzón a echar un rato agradable disparando a todo lo que se mueva”. Los ciervos se miraron temblorosos, procurando evitar hacer el más leve ruido. Cuando la comitiva ya se encontraba a cierta distancia, el venado más viejo miró a su sobrino y le dijo con la innata sabiduría de los de su especie: “Se me había olvidado que la crisis no afecta a los políticos y aquí tienes una prueba. Con un poco de suerte lograremos ver amanecer mañana”.

Enlace patrocinado por la Sociedad “Animales sin Fronteras y Hombres sin Escopetas”.

domingo, 8 de febrero de 2009

¡PA QUÉ CUIDÁ LA ORTOGRAFÍA!


Cuando hablo con algunos profesores de la cosa deseducativa, todos coinciden al unísono: Mira, Puñetas, antes la asignatura que nos traía de cabeza a los docentes y a los alumnos eran las matemáticas; ahora ha tomado el relevo el lenguaje. Y da lo mismo que sea la lengua española, que la inglesa que la china: los chavales no se enteran de nada”.

Sería interesante que cualquiera de los múltiples gobiernillos que pululan y chupan la sangre en este puñetero país se gastase el dinero en investigar el porqué de esta observación mayoritaria de los maestros que tanto repercute negativamente en nuestro presente y futuro educativo. Un suponer: la Generalitat catalana, en vez de invertir un potosí en informes tales como “Elaboración de diez argumentos para el fomento de juguetes no sexistas” (11.948 €), “Diseño de parchís y puzzle de la casita de cartón recortable” (11.368 €) o “Proyecto fabulario sobre brujas y brujos” (12.000 €), bien podría solicitar uno (y pagarlo con un par de millones de €, de los que la mitad irían a dónde ustedes ya se imaginan) sobre “¿Por qué la asignatura de Lengua es el coco de nuestras escuelas?" (*)

Mientras a alguien se le ocurre investigar, y haciéndome eco del clásico refrán de que “lo que se come, se cría”, tiene uno la impresión que con tanta tecnología, artefacto y cachirulo moderno los chaveas han puesto en circulación sus conexiones neuronales matemáticas, mejorando el rendimiento -habitualmente desastroso- de tiempos pasados. Sin embargo, la disminución de los niveles de lectura reposada, el influjo de las imágenes y secuencias audiovisuales ultrarrápidas que no dejan ni pensar (la pe con la a… pi), el deterioro de la conversación, el hundimiento del correo escrito de papel y boli, los medios de comunicación repletos de gente experta en darle patadas al diccionario, el uso de malas traducciones del inglés que han pasado a formar parte de nuestro paisaje lingüístico, el fomento de la mensajería electrónica, la pérdida de conocimientos y contenidos intelectuales, la escasa importancia que se da a la expresión oral y escrita, la uniformidad social (todos hacemos y pensamos lo mismo), la introducción de más idiomas (también pésimamente aprendidos), que en vez de transferir habilidades y conocimientos se interfieren mutuamente, etc han hecho que el uso del lenguaje actual ande como las fregonas: por los suelos.

Cualquier abuelete habla infinitamente mejor que sus nietos, aunque éstos tengan la mayoría de edad. Escuchar a inmigrantes latinoamericanos te sumerge en una envidia sana por el buen uso que hacen todavía del idioma común. Leer a un escritor más o menos clásico levanta el ánimo a cualquier amante del buen lenguaje. Son las excepciones porque la sensación general –a falta de conclusiones más o menos científicas e independientes- es que la gran mayoría vamos retrocediendo en civilización e inteligencia, una vez superado el cenit de nuestra evolución bípeda. Tan optimista como siempre, el Puñetas intuye que el futuro lejano traerá de nuevo al viejo hombre de Cromagnon, atontado e idiotizado por las nuevas y futuras tecnologías, capaz sólo de comunicarse por señas, gritos (en las telecacas ya se ven algunos de estos especímenes) o mediante símbolos gráficos... no muy dificilillos.

Me siguen diciendo los camaradas docentes: “Puñetas, es que algunos chavales no saben más de 300 palabras, que usan a modo de comodín para cualquier cosa. Leer rápido, suelen hacerlo, pero la mayor parte de las veces no comprenden lo que pasa delante de sus ojos, ni entienden las ideas principales de un texto. Peor aún es su expresión escrita, donde no existen concordancias ni una secuenciación lógica de las frases, por no hablar de la escasez de imaginación. Y la ortografía, no digamos, Puñetas, esa sí que ya es una causa perdida. Ni dictados, ni reglas ortográficas, ni nada de nada. Muchos son incapaces de retener las correctas grafías de las palabras porque les falta vocabulario, no saben aplicar los conceptos teóricos aprendidos, no leen habitualmente y, además, les da igual”.

Andan desesperados los pobrecicos maestros (bueno, no todos, que algunos tampoco leen mucho, escribir les cuesta horrores y la ortografía la tienen sujeta en el cerebro con pinzas de tender la ropa) y no parece que haya signos de mejoría futura. Incluso los finlandeses, que son líderes en las últimas pruebas de diagnóstico educativo, son tuertos en un mundo de ciegos. Hoy mismo, sin salir de mi cortijillo andaluz, donde ocupamos los últimos lugares de la tabla, como mandan los cánones y los intereses del poder político (a mayor tontuna y analfabetismo del ciudadano, mejor vidorra del gobernante instalado en la propaganda perpetua) me he encontrado dos ejemplos de mala ortografía que tiran para atrás. Y eso que hablamos de campañas publicitarias municipales o de  un gobiernillo autonómico. Da igual, algunos han descubierto que las mayúsculas no existen y que todo vale. (Vean detenidamente las imágenes de la viñeta. Juzguen especialmente el anuncio de la EMT malagueña, tanto en la ortografía como en la sintaxis. Un ejemplo de libro de cómo está el patio de descarriado).

(*) Juro por mis antepasados que el título y el coste es real, si el diario ABC no miente en su edición escrita del 31/01/2009 referida a publicaciones anteriores.

== VIDEOTECA ==

WOODY ALLEN ASALTA UN BANCO CON FALTAS DE ORTOGRAFÍA

jueves, 5 de febrero de 2009

OTRA DE DON SEBAS

Una de las últimas cosillas de Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio (sectores a los que acabará hundiendo en la miseria) fue un Real Decreto de Noviembre 2008, realizado con la chapucería que caracteriza al personaje, por el que se establecía que las facturas de la luz deberían pasar a ser mensuales, aunque la lectura de los datos podía seguir siendo bimestral. La medida iba encaminada a favorecer a las eléctricas y a fastidiar a los consumidores, aunque en lenguaje sebastianesco “la facturación mensual está diseñada para ayudar a los ciudadanos”. En primer lugar porque las citadas compañías se han dedicado a interpretar a su antojo dicho Decreto aprovechándose que en el Ministerio de don Sebas escriben con renglones torcidos o, más bien, lo de escribir clarito como el agua no se les da muy bien. Así la primera lectura estimada ha tirado hacia lo alto en algunas comunidades, con el correspondiente grito en el cielo de numerosos consumidos consumidores. El caprichito de pasar al cobro los recibos cada mes (moda a la que se han apuntado otras empresas) nos fastidia un montón pues aparte de duplicar innecesariamente la burocracia hace que se dupliquen los gastos bancarios ya que las entidades financieras suelen cobrar comisiones por el cobro de recibos, algunas directamente y otras bajo el eufemismo de “gastos de correo”. Es decir, que a precios de 2009, el sólo hecho de pasar a cobrarse ahora mensualmente los recibos de la luz supone para el consumidor un incremento anual de unos 2 euros en comisiones bancarias. Dos eurillos tirados a la basura gracias a las geniales ideas de don Sebas. Sumen otros tantos de los recibos que antes también eran bimensuales y fueron o van a pasar a mensuales (teléfono, basura, gas, agua, etc) y tendremos una cantidad que bien podríamos ahorrar para gastárnosla en pipas. (¡Gracias, don Miguel, es usted un genio en el asuntillo de fastidiarnos el bolsillo!). En julio, otra vez volverá a subirnos la luz…  

martes, 3 de febrero de 2009

LA LEY DEL EMBUDO


El otro día algunos ciudadanos se cayeron del guindo al ver cómo un pequeño empresario amenazaba con pegarse fuego delante del Ayuntamiento de Loeches porque los que lo desgobiernan le deben 400.000 eurillos de nada, una minucia, una fruslería que puede esperar cuatro u ocho años porque el que manda, manda y el que no, que se joda. Si todos los que están en idéntica situación a la del depresivo empresario hiciesen lo mismo, pero acabasen finalmente por pegarse fuego o hacerlo al Consistorio deudor, nos quedábamos en cuatro días sin empresarios y sin Ayuntamientos.

Es una vergüenza que quienes exigen al ciudadano que cumpla con sus funciones fiscales y deudoras con celeridad y en los plazos legales fijados, se salten luego la norma cuando ellos han de  aplicarse el cuento. La  golfada debe provocarles mucho gustirrinín, pero a los que no tragamos que las varas de medir  sean distintas según quienes las apliquen, nos parece que debería dárseles un escarmiento a estos morosos empedernidos. No es cuestión de no votarles porque casi todos hacen lo mismo. Tampoco de mandarles el cobrador del frac porque llaman a la policía y enchironan a quien ose reclamarles algo (a ellos, dios, que velan por nuestras almas y bolsillos día y noche, noche y día). Tienen tan cubiertas las espaldas (ellos son la ley, pobre Montesquieu) que la única opción del ciudadano medio o del modesto empresario que va tirando como puede con su pequeña o mediana empresa, sería  mandarlos a la merde (no sirve para nada, pero desahoga mucho). Yo añadiría no  reírles las gracias, ningunearles en la lisonja y el baboseo, tomarlos a pitorreo, pasar de ellos, olímpicamente, tal como ellos hacen de nosotros.

Nadie cuantificará la cantidad de miles de trabajadores y de empresas que están en el paro y en la ruina porque estos fulleros no han pagado sus deudas a tiempo. Nadie los meterá en la cárcel y mucho menos los inhabilitará para desempeñar cualquier carguete de “servicio” a la comunidad. La ley del embudo que ejerce el poder es intocable: lo maneja por el lado ancho para su beneficio mientras que el estrecho lo aplica al resto de la tropa a la que –encima- tiene la desfachatez de llamarle “ciudadanía”. Sí, sí… Hablan y no paran de la burbuja inmobiliaria y bancaria pero la gran burbuja, el burbujón, lo forman ellos, grandísimos deudores  (con dinero ajeno, encima) que, en cambio, tienen la desfachatez de multarnos a los pobres curritos en cuanto nos pasamos un minuto del día en que acaba el plazo del IBI, de la basura, de la renta, de la multa de tráfico  y de la madre que los parió.  (Señor, señor, el Puñetas está perdiendo su habitual flema británica…).

domingo, 1 de febrero de 2009

EL ACONTECIMIENTO (2 DE 2)

Las calles se quedaron vacías. Ni por la rúe del Funeral ni por la de Todo a Cien se veía un transeúnte. Todo el mundo estaba hacinado delante del Ayuntamiento. Cada cual buscaba, en dura pugna con los demás, el sitio más estratégico desde donde poder ver el espectáculo lo más estupendamente posible. Algunos chavales su subieron a las farolas, pero como las pobres estaban muy debiluchas, todos se fueron al suelo originando las risas del respetable.

-¡Que salga el ministro, que salga el ministro! –gritaba a coro todo el pueblo congregado.

Eran las cinco y cuarto y el Ministro aún no había salido al balcón municipal.

-¿Qué estará haciendo ese pelmazo? –dijo un chavalín de 34 años que sólo levantaba dos palmos del suelo (de ahí lo de chavalín).
-Seguramente estará preparando el discurso…

Pasó un ratillo y, al fin, en el balcón, apareció la oronda figura del alcalde de Piedragorda en compañía del señor ministro.

-¡Ciudadanos todos…! –empezó diciendo el alcalde con muy poca originalidad mientras que el pueblo le aclamaba y aclamaba-. Os he reunido aquí para presentaros al nuevo ministro…
-¡Que hable, que hable…! –rugía todo el pueblo a la vez.
-Señor ministro –le dijo el alcalde a la superior autoridad-  se ha ganado usted en unos minutos la confianza y la fe del pueblo que tan eficazmente yo gobierno. Le felicito. ¿Ve como mis ciudadanos son como todos los ciudadanos del mundo? Y ahora, le dejo sólo señor ministro. Ya puede usted empezar su discurso…
-Pero… -balbuceó el ministro al ver que el alcalde le dejaba más solo que la una en el balcón municipal.

El pueblo, expectante, seguía todos los movimientos oculares, labiales y manuales de la autoridad, sin perderse detalle.

-¡Piedragordanos todos! –empezó por decir el señor ministro. Pero ya no dijo más porque, desde ese momento, empezaron a lloverle tomates, melones, pimientos, berenjenas, patatas…

El acontecimiento duró treinta y cinco segundos escasos. El tiempo justo en que el señor ministro logró ponerse a salvo de los disparos y cantazos que le llegaban desde todos los rincones de la Plaza Mayor.  Una vez que logró escabullirse hacia el interior, el pueblo, lentamente, empezó a retornar a sus casas y a sus faenas habituales.

-¡Ya hemos aporreado a otro político! –iban felicitándose todos los piedragornanos.

Contentos y más felices que unas pascuas, caminaban en todas las direcciones. Mientras, a lo lejos, aún resonaban los ecos de las palabras del alcalde: “¿Ve cómo mis ciudadanos son como todos los ciudadanos del mundo?"

PD: Esta historieta fue escrita por el primo del Puñetas cuando sólo tenía diez añitos, en pleno franquismo. ¡Desde que era un mocoso ya apuntaba maneras tan bajas y rastreras!