miércoles, 29 de abril de 2009

PAREN EL MUNDO QUE ME BAJO

 
Está el patio que da miedo abrir un periódico,  ver un telediario o escuchar una radio. No digamos entrar en algún medio informativo internetero. Siempre se han dedicado a darnos malas noticias pero esta vez ya se están pasando: es que no se puede aguantar esta inflación de noticias desagradables, negativas, tristorras y apocalípticas. Ni siquiera va a hacer falta que nos paren el mundo para que muchos nos bajemos de él: vamos a tener que hacerlo en marcha. Claro que, ¿a dónde ir? ¿Al País de Alicia la Maravillosa, a la Tierra Media del Señorito de los Anillos o al Palacio de la Moncloa, donde nunca pasa nada y se vive en la más absoluta de las felicidades?

Por si teníamos poco con el Sida, el fútbol, los políticos, las telecacas, los bancos, la Sgae, los chorizos, el juez Garzón, Jiménez Losantos, la crisis económica, la educación analfabeta, el terrorismo, los turistas, el adelanto y atraso de la hora, el cambio climático, los curas, las modelos anoréxicas y el Puñetas, nos llega ahora una nueva gripe que encima achacan al cerdo, como si el pobre animal tuviese culpa de algo, él, que nos da lo mejor de sí mismo, sin desperdicio alguno. ¿Acabaremos por ir a todos sitios en mascarilla, bien por culpa de la nueva gripe, la contaminación del aire o alguna bomba fétida de ERC? No sé ustedes, pero yo ando que no me llega la camisa al cuerpo. Nunca me gustaron las películas violentas ni de terror y ahora las tenemos servidas a todas horas, en casa y en la calle. O quizás es que nos hemos vuelto muy quejicas porque para “gripes” malas la famosa peste medieval o el tifus, la malaria y otras malas hierbas que nuestros abuelos y tatarabuelos vivieron en plenas carnes, pese a lo cual, muchos lograron salvar el pellejo. Por no hablar del hambre, las guerras mundiales y otras quisicosas relativamente recientes. Quejicas, si es que nos hemos vuelto unos quejicas… -que diría el bueno y cariñoso de ZP.

Visto así, mejor será seguir en este mundo, que es el único que tenemos y que vamos a tener, salvo que pensemos en la reencarnación o en ese más allá de las huríes o San Pedro, aunque mira que han tomado esa dirección millones de personas a lo largo de los siglos y a estas alturas de la trola no ha habido ni una sola que se haya escapado unos instantes para darnos la buena nueva de su existencia. El caso es que ya había llegado uno a la conclusión (a final del anterior párrafo)  de que cualquier tiempo pasado fue peor y que con tanto dramatismo y tanta leche no vamos a adelantar nada cuando vuelvo a caer en la depresión más absoluta: ¡Brad Pitt deja a Angelina Jolie! Bueno… pensándolo bien los dos quedan libres de amores, lo que favorecerá la felicidad de posibles aspirantes a emparejarse con ellos. Si es que todo tiene sus contras y sus pros, qué caramba… Pero –acabo de leerlo en “20 minutos”- lo que ya me noquea en plan KO técnico, sin posibilidad alguna de autoengaño, es que el intelectual Paquirrín va a ser fichado por la Sexta (la tele más progresista del mundo) para que nos ilustre con su florido verbo  cagarrutero. Sinceramente: ni con tres pastillas de valium es posible superar la caída de ánimo que provoca semejante noticia a todo bien nacido. No, si ya lo decía al principio… El patio está que da miedo y ni las buenas y optimistas inyecciones de moral de don Zapatero conseguirán levantar nuestro ánimo.  Ni siquiera que la mujer de Berlusconi considere una desvergüenza lo que hace y dice su marido.  Lo de Pacorro me ha dejado completamente turulato, sin posibilidad alguna de recuperación. Ahora sí, ahora sí que soy una causa perdida…¡Que me bajo, oiga, que me bajo...!

domingo, 26 de abril de 2009

POLÍTICOS DE QUITA Y PON

Sabemos que presumen de todo (es decir, de nada). Hoy están en Obras Públicas, mañana en Asuntos Exteriores y pasado mañana en Educación. Nada extraño: al fin y al cabo lo suyo es poner el careto ante los medios de propaganda (normalmente, para que se lo partan) y decir cuatro obviedades previamente escritas por aquello de las encuestas. Como se rodean de tropecientos asesores y funcionarios –que son los que hacen el trabajo sucio- la máquina y el pegote, más o menos funcionan. Algunos  hasta logran aprender algo sobre la cartera y los asuntos que les tocaron en suerte. Tipos listos, ellos.

Pero últimamente está surgiendo una especialidad nueva: el saltador de gobierno. No es que estos genios de la política pasen de la Sanidad a la Economía dentro del mismo equipo gobernante, tras la consabida crisis ministerial. Es que lo hacen… ¡cambiando de gobierno! Con la inflación de gobiernos y gobiernillos que padecemos era previsible este nuevo deporte, pero hasta que no ha llegado en todo su esplendor, muchos no han caído en la cuenta.

-O sea, que Chaves deja la Presidencia de la Junta de Andalucía y se larga de ministro del Gobierno Central…
-Pues eso no es nada. Hay otra por ahí, Rosa Rosae,  que deja la alcaldía de su ciudad y se va de consejera de obras públicas del gobierno regional  ¡pese a que este es de otro partido!

Imaginación. No dirán que no hay políticos y gobernantes con imaginación cuando se trata de buscarse salidas personales. A los incautos que confiadamente les votaron… que les vayan dando…

Porque el Puñetas no vota casi nunca (y no será porque no tiene ganas, aunque su voto no se lo da a cualquiera) pero se cabrearía cantidubi si se lo otorga a alguien para que gobierne el chiringuito A y luego resulta que, pasados unos meses o años, el chiringuitero se larga al B porque allí gana más dinerín, tiene más prestigio o, simplemente, le sale de la rabadilla. A esto le llamo  “ciscarse en los electores”. Podrían esperar a acabar la legislatura pero en política sólo funciona el aquí te pillo, aquí te mato (o sea, el aterriza como puedas siempre que salgas ganando). 

También sabíamos de gente que se cree muy importante, que se presenta a las elecciones como número uno (porque ellos, pobrecicos, es que no pueden ir por debajo de nadie) y luego, cuando las urnas les dan un revolcón y los dejan como simples jefezuelos de la oposición, entonces van y dimiten.  No podemos olvidar tampoco otro ejemplo de filibusterismo político consistente en que el partido ganador de las elecciones muchas veces se tiene que contentar con hacer de oposición porque los partidos perdedores se unen para cepillárselo. Esta actitud tan frecuente en nuestra inmadura democracia hispana es considerada legalísima, lo que no obsta para definirla como el timo de la estampita electoral.  Los que quieran gobernar en comandita deberían decirlo previamente a las elecciones para que así todo el mundo supiese a qué atenerse.

La emisión del voto popular no da derecho a que luego los politicazos lo interpreten como les salga de las narices. El voto es propiedad de quien lo emite y no de quien lo recibe, y menos de quien no lo recibe, que hasta este despropósito hemos llegado. Entramos así en otro numerito pirata de nuestros amadísimos representantes de la cosa. Un día a uno de ellos se le cruzan los cables o se cae del caballo y, pumba, se pasa al grupo mixto o cambia de partido. Entonces se produce un movimiento sísmico y ahora pasan a gobernar los que nunca aspiraron a semejante bicoca o viceversa, gracias al tránsfuga. Todo -como se ve- muy legal, pero escasamente ético.

De modo que con estos numeritos circenses dan unas ganas locas de mandar a paseo a estos chiripitifláuticos cuando nos piden el voto muy zalameramente: ¡Ahora os va a votar vuestro puñetero…!

Los últimos ejemplillos de Manuel Chaves y de Rosa Aguilar han despertado en el Puñetas un recelo aún mayor hacia estos profesionales del quita y pon, chimpón. Como si el papel de quienes los eligen se limitase simplemente a darles un cheque en blanco cada cuatro añitos para que hagan y deshagan a su antojo, cambiando de gobierno, territorio, asunto y bagatela con una frescura digna de un frigorífico de cinco estrellas.  

viernes, 24 de abril de 2009

JAVIER CUERVO: SUBE EL DNI


De vez en cuando compro el diario La Opinión de Málaga. En él (y supongo que en otros periódicos de la cadena) escribe en última página un señor llamado Javier Cuervo que habitualmente leo pues me resulta original y divertido. No abundan articulistas así. Hoy quisiera acercar su última columna para que se hagan una idea. Muy recomendable…

“El Ministerio del Interior, implicado en la lucha contra la deflación, ha subido un 42% el precio de renovar el Documento Nacional de Identidad. Son 10 euros. Si te pones consumista encuentras muchas cosas mejores en las que gastarlos; si estás austero, preferirás conservarlos, y si echas cuentas, sabrás que ir documentado cuesta un euro al año. No es por el dinero: lo grave es que tienes que pagar para que el Ministerio del Interior sepa quién eres.

En vez de cobrar nosotros por darles datos personales, nos cobra el ministerio por tenerlos y nos obliga a llevar encima un plástico acreditativo de quiénes somos, algo que sabemos de sobra. Al titular del carné, el DNI no le arregla nada respecto a su identidad. Si tienes un problema de identidad y miras el carné para que te lo solucione, no consigues nada porque es como si quieres saber cosas de ti y te llamas por teléfono: o no estás o da comunicando.

No es noticia el caso de ningún carné que haya solucionado a su portador una crisis de identidad (la de los 40, una de identidad sexual, la que sea, hay crisis de todo, hasta financieras). Por contra, se saben casos de gente que hizo noche en prisión por culpa del carné, no por culpa propia.

La función del carné de identidad es identificar, pero no para el titular, sino para el Ministerio del Interior, que tiene la desfachatez de cobrar por ello. Además de pagar para que Interior te diga lo que sabes de ti, el DNI hay que llevarlo siempre encima. Es más fácil olvidar el carné que tu identidad, pero para Interior tienes que acordarte tanto de llevarte a ti como de llevar el carné.

Todo porque el ministerio no se fía. Le das tus datos para que no te crea si no les das el carné que expiden ellos. No hay simetría: los demás nos fiamos. Si te dicen: «Hola, hijo», puedes contestar: «Hola, mamá» o «no eres mi madre», pero nunca «carné de identidad, señora».

Llevamos DNI por si el Ministerio del Interior quiere saber quiénes somos. Si el carné es para ellos, ¿por qué no llevan los de todos?”

domingo, 19 de abril de 2009

PANFLETILLO PUÑETERO

Según el informe sobre precios de banda ancha de 2008 publicado por la Comisión del Mercado de las Comunicaciones (CMT), en España tenemos el ADSL más caro de la UE, siendo la mejor oferta en velocidades medias hasta un 12 % superior a la media de las “mejores ofertas” de la UE. Teniendo en cuenta que los sueldos de los hispanos suelen ser de los más bajos de la Unión, adivinen si las telecos y los gobiernos de turno (el de ahora y los de antes) no nos están tomando el pelo, el plexo solar, el hígado y hasta el cerebelo. Si también consideramos que las velocidades que se ofrecen en este país de mangantes tecnológicos rozan el nivel más bajo, la pregunta que cabe hacerse es: ¿qué demonios hacemos pagando un servicio tan malo y tan caro?

Pero como las desgracias nunca vienen solas, sobre los internautas cae también el sambenito de que la mayoría son unos piratas, unos delincuentes que están socavando las esencias económicas del cine español, de la música española y hasta del jamón de bellota. Por nuestra culpa la industria nacional del chichi , el nabo y el gorgorito se está yendo al garete. Y es que nos pasamos todo el día descargándonos cosas, a pesar de que tenemos unas conexiones bastante caquiles. Por todo ello la SGAE y otras organizaciones afines están buscando cerrar las webs de descargas por la simple vía administrativa, que es la más rápida y barata. Y pronto no dudarán en meter un puro por salva sea la parte a quienes se atrevan a descargarse un folio en blanco. Si ya lo dijo la actual ministra de la culturilla bananera, hace no mucho tiempo, cuando aún sólo presidía la Academia del Cine: “Seamos sinceros, ¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuantos gigas?, ¿para mandar emails? Telefónica sabe que el 80 % del volumen de tráfico de sus líneas es descarga de archivos”.

De modo que no estaría mal que empezase un movimiento ciudadano consistente en darse de baja de la internet ésta. Te la hacen pagar a precio de oro cuando sólo te venden una vulgar hojalata y encima te llaman delincuente y pirata. Quizás así descubran algunos que la crisis del cine y de la música está en otra parte. Quizás consigamos entonces que Telefónica -y la restante patulea- entre también en crisis, que es lo se merecen por sus políticas abusonas y mediocres. Entonces nos sobraría tiempo para salir más a pasear, leer libros y charlar con los vecinos. ¡Hasta recuperaríamos el bello arte de escribir cartas! ¿Qué tal la pancarta de "Al cine, la música, el gobierno, las telecos y el internet… que les vayan dando"?

miércoles, 15 de abril de 2009

PARA SALIR CORRIENDO


Pasó en Granada durante la Semana Santa. Un joven de 30 años llega el Miércoles Santo para disfrutar de unos días de vacaciones. Se aloja en un hotel de la ciudad y a las seis de la mañana llaman a la puerta de su habitación. Es la policía. Sin explicación alguna,  esposado, se lo llevan a la Comisaría. Por fin alguien le dice que tiene una orden de busca, captura e ingreso en prisión por parte de la Audiencia Nacional. Y nada más. No hay averiguaciones, comprobaciones ni dudas razonables ante la queja del joven, sin antecedentes penales. Incluso le deniegan su petición de abogado. Vivimos en el país más democrático del mundo, así que todas esas bagatelas sobran, lo que no obsta para que una gran mayoría de chorizos (muchos de guante blanco) anden por la calle presumiendo y atracando, pero es que gran parte de la Justicia de este país, además de decimonónica, es así de cachonda. Sí, también suele ser bastante inane, parcial e injusta pero la perfección no existe, queridos y queridas.

Imagínense al joven, absolutamente aturdido y confuso, argumentando que debe haber algún error en su detención. La policía pasa del tema, los funcionarios de la cosa también y la juez de guardia, otro tanto. El personal está más por las procesiones y por el puente semanasantero que por intentar averiguar todos los detalles de la detención y las argumentaciones sensatas del joven.  “No es nuestro problema”. “Eso es tema de la Audiencia”. “Están todos de vacaciones”. “Aquí, en el ordenador, pone lo que pone y no se hable más, rediós”. Menos mal que en la pantalla no ponía que nuestro hombre estaba muerto porque hubieran sido capaces de llevárselo a un cementerio y enterrarlo.

Seis días, seis, estuvo el hombre en la cárcel. Sólo cuando unos abogados, a través de un amigo común, se pusieron farrucos, sólo entonces los lumbreras de turno se dieron de cuenta que habían metido la pata y que el joven tenía razón. Se habían equivocado de hombre, aunque las semejanzas entre uno y otro sólo eran ¡el primer apellido! Los lumbreras, a los que haría falta un reciclaje urgente, cuando se dieron cuenta del error todavía tuvieron la desfachatez de tener retenido a nuestro joven hasta las seis de la tarde pese a que desde las 9 de la mañana todo estaba más clarito que el agua. ¡La burocracia, jodé, la descacharrante burocracia que deja libre al chorizo auténtico y que enchirona a quien no tiene responsabilidad alguna! 

Según manifiesta el joven, nadie le ha llamado (no sé, algún bedel de la Audiencia, algún jefecillo policial, alguna secretaria del Ministerio del Interior) para pedirle excusas, nos equivocamos, ya sabe, vamos siempre estresados, somos humanos y esas cosas que siempre se dicen. Nadie le ha dicho nada porque nadie es responsable de nada. A lo sumo, el ordenador. Decía el clásico (creo que Winston Churchill), que “democracia” significaba que si alguien llamaba a tu casa a las seis de la mañana sólo podía ser el lechero. Aquí llamó al joven mucha gente a partir de esa hora: la policía, la juez, los funcionarios de prisiones y un montón de lumbreras. Seis días, seis, tardaron en deshacer el entuerto. Seis días en que la democracia estuvo en suspenso para un ciudadano que pudimos ser cualquiera de nosotros.

PD: Según ha relatado el joven, la policía volvió a acudir al hotel en su busca para detenerlo y mandarlo a prisión cuando ya estaba en la trena. Al parecer “nadie se preocupó de borrar la orden de busca y captura después de haber sido detenido la madrugada del jueves”. Hiper, mega, supra, ultrapatético…

domingo, 12 de abril de 2009

EL REMENDÓN DE ZAPATERO

A principios de la Semana Santa, tras los abrazos y guiños al nuevo Emperador Obama, don Zapatero no tuvo más remedio que adelantar la remodelación de su agotado y trístísimo gobierno (aquí el único que ríe es Él), una vez que la prensa se le había adelantado en la noticia. No era cosa de seguir haciéndose el sueco, así que se vio obligado a presentar sus nuevos fichajes. Con ellos hemos comprobado lo que ya sabíamos: que Zetapé no quiere lumbreras a su lado. Así Él queda como el más listo de la clase.

-Pero estará usted contento, Puñetas… Er Chaves deja la República Andalusí y se va a las Españas…

Pues qué quiere que le diga, amable lector. Estaba uno tan acostumbrado a su presencia (tan duradera, cálida y cercana que ya parecía de la familia) que todavía me dura el síndrome de Estocolmo. Es más, ando en una orfandad que no sé yo cuánto tiempo durará. Supongo que hasta que don Manué empiece a mover ficha en el tablero nacional autonómico (deshaciéndolo aún más de lo que ya está) y hasta que el sucesor o heredero empiece a demostrar que cualquier tiempo pasado fue mejor, que todo puede ser.

-Le veo tan optimista como siempre…


Pues sí. Es encantador que los tres presidentes que hasta la fecha ha tenido la Junta andaluza hayan salido trasquilados de ella, no por el castigo de los votos populares si no porque algún jefe o jefazo del Partido así lo ha querido. A Rafael Escuredo y a Borbolla se los cargó directamente el afilador Alfonso Guerra y al Chaves de ahora (tras un año de haber ganado las enésimas elecciones) se lo lleva el Jefazo a Madrid para no se sabe qué. 

¿Qué busca Zapatero creando una crisis en el gobierno andaluz del Psoe, cuando tiene mayoría absoluta y controla hasta las uñas de los pies de Lucía? Anda…, eso es algo tan indescifrable que los currantes y mediocres somos incapaces de verlo. ¡No pensará nuestro carismático líder que corre peligro el dominio psocialista en Andalucía! Si es así alguien le está tomando el pelo. ¡No pensará ZP que Chaves le va a resolver el galimatías autonómico que a estas alturas de la peli ya no tiene solución! ¿Qué se esconde detrás de tan sorprendente nombramiento? Sí, Chaves ya ha colocado a todos sus hermanos y demás familia cercana en la Junta y puede irse, llevándose de paso a los pelotas e ineptos más cercanos que ha tenido en los últimos 19 años de mangoneo, pero aún así hay algo que no cuadra en la jugada. ¿Lo que pretende el amigo de Obama es quitar de en medio a Chaves, por elevación, para asegurarse dirigentes más fieles en el gobierno andaluz? Eso cuentan algunos marisabidillos, pero si así fuese flaco favor le hace ZP a las urnas cuando hablan (y hablaron hace un año), flaquísimo favor le hace al Psoe andaluz, donde las cuchilladas y navajazos previstos con la sucesión futura de Chaves se van a adelantar 3 ó 7 años antes e increíble torpeza conlleva la decisión de llevarse al lado de casa a un equipo de gente (con Chaves tocando el tambor) que va a dar más quebraderos de cabeza que otra cosa al ingenuo pero simpático líder de la Alianza de las Civilizaciones.

Se considera tan listo ZP que, al menos últimamente, no da ni una. Y mucho nos tememos que esta vez se ha pasado no ya de listo sino de listísimo. Pero el futuro dirá y explicará este arreglo remendón que muy pocos entienden pero que lo mismo tiene un maquiavélico bien que ya vislumbraremos con el tiempo y una caña. 

domingo, 5 de abril de 2009

AL METRO EN COCHE OFICIAL


Hace unos días se inauguraba en Sevilla la primera línea del Metro de Sevilla. No está mal teniendo en cuenta que fue en 1968 cuando el Ayuntamiento de la ciudad dio el primer paso. A su inauguración acudieron tropecientos mil cargos públicos, aunque podían haber sido muchos más si junto a los actuales aparecen los que han tenido que ver algo con la ciudad en esos cuarenta años. Como era previsible, una gran mayoría acudieron en coche oficial. Más que nada, para dar ejemplo a la ciudadanía… Pero lo mejor vino cuando a algunos de esos carguetes públicos les enchufaron los micrófonos. El diario EL MUNDO de Andalucía recogió 7 de los más sonados rebuznillos que se dijeron. Para mear y no echar ni una simple gotita. Pasen y vean lo que da de sí inaugurar una línea de metro:

* CHAVES (Er Presidente de la Junta juntera): “El metro nos hace más libres”.
* LUIS GARCÍA (Consejero de Obras Públicas y Ecéteras): “El metro va a cambiar incluso las realidades familiares”.
* FERNANDO RODRÍGUEZ (Presidente de la ONG Diputación sevillana sin Fronteras): “Ya las fronteras tienen menos sentido que nunca”.
* MANUEL MARCHENA (Vicepresi icónico de las empresas municipales de Sevilla): “El Metro de Sevilla es un icono, la guinda a un proyecto de sur absolutamente distinto al que algunos manejan”.
* ANTONIO RODRIGO (Concejal de Izquierda Hundida): “Los trabajadores han conseguido hacer una gran obra, de varios años, sin sufrir una sola baja”:
* CARMEN TOVAR (Delegada tranquilota de la Junta en Sevilliya): “Me he quedado muy tranquila al ver que es perfectamente seguro”.
* CARLOS ROSADO (Responsable de la Andalucía Film Commission y no sé qué): “Con el Metro y la nueva televisión municipal, los sevillanos vivirán mejor”.

A pesar de que muchos de los carguillos y chupópteros públicos que por allí aterrizaron estaban en el más glorioso de los delirios, a la finalización del acto protocolario regresaron a sus ocupaciones en el cochecillo oficial, para variar. Y es que –como señala el diario- mucha “movilidad”, “sostenibilidad”, “transporte público” y mucha gaita pero “como siempre, mensajes dirigidos a la ciudadanía por políticos que no se caracterizan, precisamente, por predicar con el ejemplo”. Ver a alguno de los ilustres citados más arriba mover el culín en algún vagón del Metro sevillano en hora punta o nula, se nos antoja a algunos heroicidad bastante improbable.

jueves, 2 de abril de 2009

¿PARA CUÁNDO LA TRADUCCIÓN SIMULTÁNEA?

 
Se han inventado todo tipo de artilugios y cacharros para hacernos la vida más fácil. Y sin embargo, en unos tiempos en que los ciudadanos ven como se les somete cada vez más a la imposición lingüística, esto es, al aprendizaje de otros idiomas cuando el propio se habla y escribe horripilantemente mal, cualquiera en su sano juicio debería pensar qué es lo que ocurre para que todavía no esté en el mercado un aparatito que permita la traducción simultánea (aunque sea en plan chapurecillo) para así poder entendernos con los demás sin necesidad de estudiar otros idiomas, salvo que seamos masoquistas y nos guste el asuntillo.

Imagínese usted viajando a Londres sin tener ni idea de cómo se dice en inglés “Eh, tú, ¿dónde está la calle de la Gallina, antes llamada calle del Huevo?”. Lógicamente el nativo dirá para sus adentros: “Menudo analfabeto integral tengo delante. ¡Mira que no saber inglés!”.  Al final usted se quedará in albis (para los lectores criados en la ESO: expresión latinaja que significa “sin comprender nada”) y no encontrará la maldita calle. Ahora imagínese a ese hijo de la Gran Bretaña preguntándole un día de agosto en mitad de una calle de Marbella, en un perfecto inglés: “¿Me dice usted, por favor, por dónde vive Isabel Pantoja?”. ¿Qué contestaría usted al fulano? “No sé quién es esa señora…” o “¿Es que no sabe usted hablar español, catalán, vasco, gallego o bable? Con la de lenguas que tenemos en este país y viene usted a preguntarme en una de la que no sé ni papa…”.

Ya ve, un lío esto de los puñeteros idiomas, aunque  algunas gentes juegan con ventaja –no tienen que aprenderse otro- pues el suyo está en el número uno del hit parade parlanchín gracias a que lo apoya un poderoso ejército, una economía boyantísima o una industria cultural del copón.

Ahora imagínese otra vez las mismas escenas de Londres y Marbella. Regresa usted a la orilla del Támesis y, aunque sigue sin tener idea del maldito  inglés, lleva un aparatito en la mano, con micrófono y altavoz incluidos, que traduce en voz alta lo que se le dice. Usted parla “buenos días” en perfecto castellano, el aparatito –un moderno traductor de bolsillo- descifra sus palabrejas y las pasa al inglés, contestando a través del altavoz “good morning”. ¿Ha visto qué fácil? Usted habla en perfecto castellano, el ciudadano inglés escucha en su idioma y ahora viene lo bueno: cuando aquel tipo le contesta “good morning” el aparatito recoge el sonido y le devuelve a usted la traducción: “¡Buenos días, capullo!”.  O sea, están entendiéndose dos personas a través de un artilugio traductor y parlante. ¡No me diga que no sería una virguería semejante trasto! ¡Adiós a las preocupaciones por no saber el idioma del imperio! ¡Ahórrese cientos de euros destinados a aprender palabras y frases rarísimas en academias de medio pelo y mucha lengua! ¡Se acabaron miles de horas de trabajo repetitivo hasta aprender el vocabulario básico de un idioma que, en el fondo, nos importa un higo chumbo!

¿Tan difícil es conseguir técnicamente un aparatito que cumpla con lo descrito más arriba? ¿No se han inventado ya cacharros mucho más complejos y sofisticados, aunque menos útiles y más banales? ¿A qué demonios esperan los científicos, técnicos y empresas del mundo mundial para fabricar esos pequeños traductores que nos harían la vida más cómoda y feliz, amén de evitarnos congojas, horas de arduo trabajo lingüístico y otras coñas marineras? ¡Pues no, señor, a nadie se le ha ocurrido todavía fabricar tan utilísimo aparatejo! (Si hasta en la internet hay traductores elementales e instantáneos que permiten a uno enterarse  de qué va una página extranjerizada…).

¿Por qué andamos huérfanos de invento tan utilísimo para la humanidad? Está claro que porque hay altísimos intereses políticos, económicos e ideológicos para que eso ocurra. Dentro de poco será habitual tener un aparatito diminuto en el que podremos leer decenas de libros y hasta escucharlos en el idioma deseado, pero todavía está por venir el día en que hasta el más lego en idiomas pueda presumir de enterarse, más o menos, de lo que dicen esos extranjeros que hablan tan raro que no se les entiende nada…

Que me expliquen por qué todavía estamos en la edad de piedra de la traducción simultánea oral  a través de un bendito cachivache tecnológico. Que me lo expliquen, plis…