jueves, 30 de octubre de 2008

EL MINISTRO FRACASO: EL PLAN "VIVE" SE MUERE

El Ministro de Industria y Ecétera, don Miguel Sebastián, acumula un nuevo fracaso: su plan VIVE, se le muere. Un plan, marca de la casa, que pretendía renovar y vender coches, y a fecha de hoy lleva la friolera de 40, tras 3 meses de vigencia. Un ridículo tan sonoro como su batacazo electoral cuando se presentó para alcalde de Madrid.  Entonces le faltó tiempo para abandonar su compromiso con los pocos que le votaron (él es un triunfador y los triunfadores están llamados para otros papelones). Ahora no caerá esa breva pues podría enfadarse Zapatero, su amigo del alma. Seguirá en el cargo pensando en otro nuevo plan y otro nuevo fracaso. A don Miguel se le funden todas las bombillas que toca. Más que experto en Fundamentos de Análisis Económicos (con su asesoramiento, la actual crisis no durará ni cuatro días), lo suyo es tener un amigo Presidente que le coloca en los sitios más insospechados e inmerecidos. Por ejemplo, de ministro de Industria. No sólo no se venden coches del VIVE, si no que la industria automovilística le agoniza. Ahora anda con la cosa de los coches eléctricos. ¿Funcionarán con bombillas? En vez de preocuparse por lo suyo (gestionar la industria hasta hundirla), también se ha metido a inventor. ¡Dejadles, muchachos de Renault y Nissan, que éste os resuelve lo del coche de pilas en un pis pás! Acabará provocando un apagón en el país, que riete tú de aquel famoso de Nueva York…

PD: Por fa, don Miguel, vuelva a la Complutense a desasnar universitarios. ¡El país y la ministra Garmendia se lo agradecerán!

martes, 28 de octubre de 2008

CHORRADA CONFUSO-REFLEXIVA SOBRE LOS TIEMPOS CAMBIANTES

Hubo un tiempo, que duró mucho tiempo, en que los cambios se veían venir a lo lejos y daba tiempo para enfrentarse a ellos o asumirlos. ¡Qué tiempos tan redundantes! Hasta los cambios más radicales y revolucionarios se vislumbraban a tres leguas. Hoy, en este mundo desnortado y desequilibrado en que vivimos, a veces te enteras de que algo gordo ha cambiado a tu alrededor justo cuando ya ha pasado. Es el movimiento continuo hacia ninguna parte, el cambio permanente de la nada más vacía y tontuna. Compras una tele o un ordenador o cualquier cacharrete y ya lo adquieres viejo, desahuciado, pasado de rosca, aunque te lo estén vendiendo como la novedad más novedosa. Así que no nos enteramos de la misa, ni de la mitad.

Éramos la maravilla de la economía mundial y en un pis pás, zacatrás, al foso de los leones. Te comprabas un pisazo y un cochazo a precio de oro porque podías permitírtelo y, en poco menos de lo que canta un gallo, ahora te enteras que eres un insolvente, que estás en el paro y que hasta una lata de sardinas es un objeto de lujo. Vivías en una nube algodonosa cuando, pumba, de golpe y porrazo, se ha convertido en una tormenta perfecta. Sin olerlo. No te valen ni los tropecientos asesores y expertos, ni tus cincuenta masters sobre cómo adivinar el futuro sin morir en el vano intento. Nada, eres un pobre hombre o mujer al que ya le ha abandonado hasta la mascota. ¿Y cómo puede ocurrirle esto al inteligentísimo humanoide, dios de dioses, dueño del cielo y de la tierra? Pues sencillamente porque ya han conseguido que seas una máquinita más, de esas que se programan en un laboratorio repleto de publicistas y fontaneros y que –como todo el mundo sabe- son idiotas perdidas en cuanto le quitas las pilas o desenganchas de la corriente. Nos han programado con una basura tecno-ideológica de tienda de todo a cien, que abotarga el cerebro y hasta los sentimientos. Vemos sin ver, sentimos sin sentir y sólo sabemos que no sabemos nada, justo cuando ya no hay solución. Entonces hay que resetear el sistema, repleto de porquería y desechos que a nada conducen: hipotecas subprime, globalizaciones tercermundistas, desarrollo sosteniblemente insostenible, trolas a precios de saldo, ideas de barro -cocido en un estudio de televisión- y servido a domicilio en el sofá del dulce hogar. Como siempre, el tipo al que le ponen la cornamenta por montera, es el último en enterarse. Cuando quiere darse cuenta ya se ríen de él hasta los ciervos más torpes.

Como hacemos el mundo a nuestra imagen y semejanza, tenemos el planeta y el clima que nos merecemos: hechos la picha un lío. Ayer estábamos tomando el sol en la playa y hoy, si no sacamos el abrigo, la palmaremos de frío. En cuestión de horas hemos pasado del tórrido verano al invierno más crudo. De la sequía más montaraz a ahogarnos bajo tres metros de agua. De creer en algo sólido aunque más falso que Judas (que somos los reyes del mambo), a constatar que lo único seguro es que somos carne de croqueta. Del totum revolutum, sin solución de continuidad, al revolutum totum: el carrito de los helados y, dos metros más allá,  un tío vendiendo castañas asadas;  un comercio con bikinis a precio de saldo y, justo al lado, otro con abrigos rebajados de pieles sin piel. Un despiporre, una mezcolanza, un guirigay, un follón en el que los  vividores de aguas revueltas pescan a sus anchas gracias a la programadísima confusión y caos del hombrecillo corriente y de la mujercilla moliente. Nuestra clásica naturaleza (tan en vías de extinción como el trabajo bien hecho) se cortocircuita con tanto cachondeo, pero esa reacción es el canto del cisne.  También el palmípedo caerá en el puchero. Lo que unos pocos malprogramados inútiles llamamos “memez”, la gran mayoría sincroprogramada lo define como “progreso y cambio”. Tantos siglos de lenta evolución y arduo afán civilizatorio para acabar no sabiendo ni la hora que es porque los tecnócratas nos la cambian cuando les sale de sus bajos más bajunos. Bush, Sarkozy, Pu Chi Min, Putinov, Zapatero...: no nos salveis del caos, por favor. Dejad que nos licuemos solos... 

domingo, 26 de octubre de 2008

LLAMAZARES, GO HOME


Tarde o temprano a todos acaban mandándonos a casa, aunque nos resistamos como gato panza arriba. La hora (a medias, puesto que sigue de diputado) le ha llegado a don Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida. Hace unos 8 años sucedió en el cargo al inimitable Julio Anguita y, al dimitir, ha conseguido el más difícil todavía: desbaratar todo lo alcanzado por el califa cordobés y dejar una izquierda desunida y hundida. Un exitazo.

Camarada de grandes obsesiones, siempre estuvo más preocupado de zurrar a la derecha (a la que siempre ha colocado en la órbita franquista) que de proponer alternativas originales de una izquierda moderna. Su papel fue actuar de comparsa del Psoe aunque, eso sí, arrogándose la autoría de todas las leyes aprobadas en comandita. Nunca aprendió que los señoritos que dirigen el partido del puño y la rosa (otra cosa son las bases) tienen verdadero asco a la grasa, al sudor del andamio y al trabajo manual. Lo suyo es la propaganda y el marketing electoral, amparados por una ley que se hizo a inicios de la transición para favorecer el bipartidismo y a los partidos nacionalistas bisagra, al tiempo que penalizaba descaradamente al tercer partido con representación en todo el Estado. Jamás se atrevió a reclamar en la calle una ley electoral equitativa y justa. Muchos anónimos ciudadanos le hubieran acompañado. El drama de Llamazares es que no se fía de los que están fuera de su Iglesia…y tampoco de los que tiene dentro. Ahora que se va (a buenas horas mangas verdes), proclama la necesidad de una organización “más abierta y menos sectaria”. Parece desconocer, con lo que le gusta la memoria histórica, que los partidos de su órbita ideológica siempre han sido expertos en las disensiones, las escisiones y los abrazos traicioneros.

Aquejado de “franquitis”, una rara enfermedad ya en vías de extinción, su mayor obsesión ha sido siempre la derecha del PP, mientras que a los periféricos nacionalistas (cerriles y ultramontanos) siempre los ha tenido en mejor estima. No tuvo empacho ni remilgos en posar junto a pancartas que lucían un “Aznar, asesino”, con motivo de aquella providencial guerra de Irak en que se metió el tío del bigote y que tanto bien le hizo a algunos.  Acusa de sectarios a los miembros de la Coalición que están en desacuerdo con la política que ha llevado en estos años. Enemigo de la autocrítica, quizás debería saber que él también es un sectario de tomo y lomo embuchao. Un tipo para el que sólo hay dictaduras de derechas y para el que las palabras mágicas de “República” e “Izquierda” son el bálsamo de fierabrás que resolverá todos los males del mundo mundial. Como si la historia hubiese empezado en el siglo XIX. Quizás el principio de la realidad le llegue con la presente dimisión, aunque la experiencia  habitual señala que, a los defenestrados, les suele ocurrir justo lo contrario: se radicalizan infantil y placenteramente. “IU necesita la revolución concreta del día a día y no la de la cafetería” –ha dicho en la despedida. Ya verán qué pronto se le olvidan palabras tan sensatas y certeras, cayendo él mismo en el defecto que endilga a sus rivales de partido y coalición. Cuando se va o lo echan, tiene la bendita idea de proclamar que “hay que apostar por un nuevo socialismo del siglo XXI”. Hasta el último mono sabe desde hace años que el capitalismo y el socialismo, las democracias y su deriva partitocrática, las viejas ideologías y las míticas historietas del pasado están dando sus últimos estertores y dios sabe qué demonios ocupará su lugar. Tenemos que refundar hasta  a la madre que nos parió…

Pese a todas sus contradicciones, manías y fobias, en una cosa hay que felicitarle cantidubi: ha sido un hombre honesto, trabajador, discreto y eso le honra. Es más, habría que hacerle un monumento viendo la pandilla de vagos y corruptos que hay en su profesión politiquera. No se ha contagiado. En eso, IU siempre ha sido un ejemplo. Quizás esa honradez sea una causa más del fracaso de la Coalición y del propio Llamazares. El pueblo ese, al que él tanto gusta de apelar infructuosamente, sigue prefiriendo a personajes golfos y mentirosos antes que a gente honrada. Y así nos va en la feria…  

== VIDEOTECA ==

GASPAR LLAMAZARES, IU Y LA IZQUIERDA...¿ÚTIL?
No van muy desencaminados los gansos éstos de Intereconomía...



"VENCEREMOS", HIMNO DE CAMPAÑA DE SALVADOR ALLENDE.
Seguro que esta canción le encantará a don Gaspi. Y a mí también. Lo que vino después no le gustó a casi nadie...

viernes, 24 de octubre de 2008

LOS LLORONES, DE MERCADILLO...

Andan llorando todo el año con grandes lágrimas de cocodrilo contra el Estado opresor, pero en cuanto llega la aprobación de los presupuestos estatales pierden el culo por hacerse imprescindibles. Este año volvió a ocurrir: el PNV y el BNG permitieron al Gobierno zapaterino aprobar los presupuestos de 2009. “En aquella pobre democracia elemental de hace cien años –decía Mingote en uno de sus geniales chistes-, se compraban votos por un duro!...” Ahora se siguen comprando pero en los vestíbulos del Parlamento, en un intercambio de carísimos cromos, carente de toda responsabilidad y finura. Se compran votos  -y se venden-  para “sacar tajada”, en palabras reveladoras de José Erkoreka, portavoz del PNV. Y el Gobierno, encantadísimo. Otro trámite más pasado por la trituradora de los votos y la pasta gansa mientras que el primer partido de la oposición sigue tan cegato y torpe como siempre. Hubiera bastado darle algunos votos al Gobierno o abstenerse en unos cuantos diputados para que nos hubiésemos ahorrado el espectáculo habitual de los nacionalistas poniendo el cazo –sin dejar de lloriquear- para tener unos presupuestos generales que, esta vez, nacen más falsos que Judas. Faltaron en el mercadillo los alegres chicos de la CIU catalana, omnipresentes durante muchos años, pero cuando te desalojan del poder ya eres un cero a la izquierda.  Estos sí que lloran a lágrima viva y con razón porque el cazo ya lo tienen otros. ¡Cuánto os echamos de menos, paisas!  

martes, 21 de octubre de 2008

UNA DE BANDOLEROS

Si hay algo que cada vez está más claro en esta merienda de negros en que vivimos (los negros, naturalmente, somos los ciudadanos de a pie, la morrallita, señor…) es que nos roban y engañan a manos llenas. Con la anuencia del poder, que para eso colabora todo lo que puede, a modo de vanguardia obrera, empresarial y financiera.

Uno de los robos más clásicos (que como se realizan a la gran mayoría, pasan por naturales y hasta benéficos para la buena marcha económica de la sociedad) es el de las petroleras y gasolineras. No hablamos ya de que han conseguido, sin bajar un duro, que los clientes se arremanguen la camisa y ellos mismos despachen la gasolina, mandando al paro a miles de trabajadores. Es que cada vez que sube el petróleo estos caritativos bandoleros no tardan ni dos minutos en repercutir el precio en los consumidores consumidos, mientras que si se produce un bajón en los precios de origen, se hacen los remolones: es que hay un conjunto de costes que no disminuyen, es que la calculadora está estropeada, es que tenemos un morro que nos lo pisamos… La OCU ha denunciado que “el consumidor apenas paga desde julio un 6% menos por las gasolinas, cuando el precio del crudo ha descendido un 27% en este periodo”. Da igual, la culpa ahora es del dólar que se está revalorizando…

Mientras tanto, el Gobierno mirando para su cuenta corriente, que aumenta cuanto más alta es la factura que pagamos los negritos cuando vamos de visita placentera a la gasolinera. Y mientras “estamos estudiando porqué se retrasan tanto los cambios en el precio final de la gasolina cuando se trata de aplicar las bajadas” (palabritas del niño Jesús en voz de la señora presidenta de la Comisión Nacional de Energía), “es evidente que hay que subir el recibo de la luz” (palabrotas de la misma señora).  Como siempre, las dos varitas de medir o el clásico embudo. “Barremos España para investigar los precios de la gasolina” –sigue explicoteándose la doña, escoba en mano, mientras con la otra usa el aspirador para enchufarlo en nuestros depauperados bolsillos eléctricos.

Francamente: al menos  Luis Candelas o Jose María el Tempranillo se jugaban el pellejo cuando se trataba de robar y esquilmar a los unos para dárselo a los otros, pero los bandoleros modernos aplican los mismos fines sin poner en riesgo careto alguno. Es más, encima protestan porque no pueden sacar más tajada. La Comisión referida antes, uno de los organismos reguladores (ese que barre para casa, claro), tiene un gran problema: “Un problema importante que no podemos resolver nosotros. No podemos competir en sueldos con el sector privado”. Total, para el bien que nos procura a los negritos, mejor sería cerrar el chiringuito y que les den... 

domingo, 19 de octubre de 2008

EL JUEZ DE LA CAMISA DE ONCE VARAS

 
Hay dos sentidos a los que algunos concedemos tanta importancia, si no más, que a los clásicos: el sentido común y el sentido del ridículo. Del primero hablan muchos, pero del segundo casi nadie se acuerda o incluso su ausencia es considerada una virtud. Pues no: el sentido del ridículo es muy necesario porque que sin él pueden cometerse las mayores tonterías y las mayores infamias. Sólo quien no tiene sentido alguno del ridículo puede vanagloriarse de ser el más listo, el más solidario, el más guapo, el más inteligente, el más justo o el más gracioso. O dicho de otra manera, considerar que los demás son torpes, egoístas, feísimos, subnormales, etc.

Por mi olfato de perro perdiguero, tengo la impresión que el juez Garzón carece del sentido del ridículo, aunque para convertirla en afirmación precisaría conocer personalmente al personaje. Que el juez más famoso del mundo (¿) quiera ahora exhumar miles de cadáveres de una guerra cruel habida hace ya más de 60 años es una excelente noticia para los caínes que tanto abundan por esta antiquísima piel de toro. Pudiera ser que al final los unos y otros acaben arreándose mamporros con los huesos encontrados en las fosas comunes. ¿Hará falta recordar que vivimos en un país en el que los demonios familiares, para muchos, no sólo se remontan a 1936 si no –incluso- a siglos anteriores? No extraña que hasta una celebración reciente, como la del 2 de mayo de 1808, todavía se plantee por algunos -¡200 años más tarde!- como una efemérides de lectura política actualísima.

Cualquier persona con sentido común y moderado sentido del ridículo diría que cuando se tiene una justicia decimonónica en medios –como la española-, con un atasco de causas y procesos pendientes digno del Guinnes, lo último que hace falta es añadir más leña al horno que no funciona. Se ve, sin embargo, que eso a algunos les encanta. Como estamos en un país donde pocos leen, nuestra historia es una gran desconocida. Es el caldo de cultivo ideal para que la propaganda funcione a tutiplén. En vez de enterarnos de nuestro pasado por los historiadores de variado pelaje, las hemerotecas y otros recursos al uso, una gran mayoría lo hace a través de los políticos (que sólo recuerdan lo que les interesa), los periodistos de pacotilla que viven sólo de los chascarrillos,eslóganes y anécdotas y algún que otro juez al que le encantan las causas perdidas para ganar él fama y poder. Como si no tuviera pendientes cientos de ellas, pero de hace cuatro días, a las que sí puede hincarle eficazmente la dentadura.

Da lo mismo que la familia de Lorca se niegue a que algún personajillo público se haga la foto con los restos de huesos del poeta vilmente asesinado: habrá foto. Si hay familias que pretenden encontrar y honrar a sus muertos (por culpa de la guerra civil, del franquismo o de la batalla de Guadalete), se les debe prestar todo el apoyo y medios requeridos sin necesidad de montar este circo mediático y legal en que se han empeñado algunos. También haría falta (es sólo una tonta idea) que las telemierdas y otros medios de comunicación dedicasen sus esfuerzos en hablarnos de nuestro pasado de luces y sombras, desde el más reciente al antiguo, a ver si así la mayoría aprendemos algo del ayer (para aplicarlo en el hoy y el mañana), en vez de tirar el dinero en concursos para oligofrénicos y en tanto fútbol comecocos. Son un servicio público pero todavía no se han enterado ni queremos enterarnos. El famoso juez (otra estúpida idea) debería centrarse en lo que ahora toca, sin tantas alharacas ni cámaras retratando su augusta persona, pues más parece una estrella de cine que un discreto servidor de esa señora  de tan  buena presencia (aunque ciega y sorda) llamada “justicia”. ¿Es que no se da cuenta –quizás por ausencia del sentido del ridículo- que ha coleccionado tantos cromos mediáticos y propagandísticos –como aquel de convertirse en político fino de la mano de Felipe González, del que tuvo que salir huyendo en estampida- que muchos lo tenemos más que calado? Para meterse en camisa de once varas ya nos sobran nuestros amadísimos políticos, directores de bancos y cajas, famosuelos de medio pelo y hasta presidentes de clubes deportivos.

== VIDEOTECA ==

LEONARD COHEN - TAKE THIS WALTZ.  
(Un binomio perfecto: La poesía de Lorca y la música de Cohen).



CARLOS CANO - LA MURGA DE LOS CURRELANTES.
(El cantor andaluz tempranamente desaparecido, siempre tan irónico, popular y cercano al sentir de la calle).



LLUÍS LLACH - CAMPANADES Á MORTS.
(El cantautor catalán sigue sobrecogiendo con esta rabiosa canción. No válida para estómagos delicados).

jueves, 16 de octubre de 2008

SOS: MÓVIL

Tiene el Puñetas la convicción científica de que eso de tener enchufado a la oreja un artefacto como el teléfono móvil no es cosa buena. En primer lugar para el bolsillo pues las compañías telefoneras destacan por su propensión al abuso y al trinque. Que un minutejo movilero lo cobren a precio de oro invita a echarlas a un pilón lleno de ácido sulfúrico, pero los gobiernos ya se cuidan de  protegerlas y mucho personal de besarlas en todos los morros. A la gente es que le encanta decir chorradas por el cacharro y a precio de caviar iraní. Pero más grave es que tantas horas como el personal pasa dándole a la mui ante el cuatro latas móvil puedan derivar en alguna grave enfermedad futura. Pruebas ha habido desde que surgió el invento (como las había con el tabaco o los insecticidas o los aditivos) pero los intereses económicos privan sobre los salutíferos. Por otro lado, al personal (algo masoca) le encanta jugar a la lotería. De algo hay que morir, ¿no? El último estudio parece no dejar ninguna duda pero no se preocupen que siempre habrá trescientos mil estudios más (pagados por las telecos) que nos convencerán de que usar mucho el móvil mejora la próstata, activa las defensas y retrasa la meno/pitopausia. Y el personal, encantado de seguir siendo carne de cañón, con tal de darle que te darle a la sin-hueso con el encantador aparatito. Y ahora, perdonen, pero está sonando mi móvil…    

martes, 14 de octubre de 2008

LA BANCA SIEMPRE GANA

Esto ya lo sabíamos por el Monopoly y por el nulo rendimiento de nuestras flacuchas cuentas corrientes o de ahorro (siempre en pérdidas), pero es ahora cuando está más claro que el agua, salvo para los palmeros, pelotas y ciegos de siempre. En anteriores minicrisis, mientras el personal y muchas empresas caían en el paro, las entidades financieras presumían, y no acababan, de pingües beneficios. En esta ocasión, con una crisis bien gorda, son ellas mismas las que se encuentran con problemas (por manirrotas o ladronas) pero ya vemos que todos los gobiernos del mundo mundial acuden a su socorro con dinero público no vaya a ser que su tinglado económico se venga abajo. Incluso algunos hasta admiten la nacionalización  de los bancos problemáticos (nunca de los que dan beneficios, claro), pagando a precio de oro lo que no es ya más que simple chatarra. Se puede dar la paradoja de que nos cueste más caro el saneamiento de estos dráculas y vampiros que si los dejásemos morirse bien muertos.

Casi dos billones de euros se han sacado de la manga los mangantes del poder político para inyectárselos en las venas a los mangantes de las finanzas. Que no tienen liquidez, dicen. ¿Qué han hecho con todos los depósitos que deberían tener asegurados para devolver en cualquier momento? ¿Acaso nos premian con alguna pedrea por disponer de ellos a su antojo? ¿O quizás los tienen invertidos en la noble filantropía de quitar el hambre en el mundo?  Dicen los que saben de esto (la FAO, por ejemplo) que “tratar a los 19 millones de niños que padecen desnutrición aguda severa no superaría los 3.049 millones de euros”. Unos miserables tres mil milloncejos de nada. Dicho de otra manera: “Con lo que se ha invertido en apenas unos meses, se podría erradicar el hambre del mundo durante casi un siglo y atender a los niños con desnutrición aguda de todo el mundo casi 500 veces”. Claro que, para los politicuchos y los banqueruelos, los muertos de hambre no existen ni se les espera. 

Creerse, a estas alturas de la película, que tantas ayudas, inyecciones y fondos al sistema financiero nos van a salir gratis, no se lo cree ni el que asó la manteca. Y seguir creyendo que, cuando lleguen las vacas gordas, el dinero regresará a las arcas públicas, es no conocer ni a los gobernantes de variado pelaje ni a los banqueros plumíferos. El invento funciona así… Con nuestro particular y escaso dinerín (que multiplicado por milllones de clientes forzosos da un potosí), ellos se lo guisan y se lo comen  a su antojo y, encima , tienen el morro de hacerlo “por nuestro bien”. Les importamos sólo un poquito más que los muertos de hambre.

jueves, 9 de octubre de 2008

EL DESALOJO DE LOS HOMBRES-ANUNCIO

El señorito Gallardón y la señorita Ana Botella, alcalde y concejala de Medio Ambiente de Madrid, van a prohibir la presencia en la capital de Spain de los hombres-anuncio. Tranquilos, no de los fubolistas que llevan propaganda hasta en el culo, ni de los famosos que en sí mismos son un cúmulo interminable de anuncios, ni de los propios políticos que sólo viven para la propaganda. A quien van a mandar al paro es al tipo que circula con un cartel delante y otro detrás anunciando cualquier pijadilla. Pocos hay por la ciudad pues poca es la costumbre de usar a este personaje, pero menos van a quedar. Exactamente, cero patatero. "Nos parece que obligar a alguien a soportar esos carteles y transitar por las calles ataca la dignidad de las personas” –han dicho muy dignos el señoritingo y la señoritinga. ¿Dónde han estudiado moral, ética y estética esta pareja tan meapilera? 
 

martes, 7 de octubre de 2008

UNA HISTORIA MUY MONA

Publicado en la sección de "Reir" de "Webalia", me parece que muestra muy didácticamente una parte de la cruda realidad económica, que es de risa pero también la mar de seria. Lo incorporo a estas Paridas haciéndolo mío -corrigiendo sintaxis y añadiendo algunos detalles puñeteriles- al tiempo que felicito calurosamente  a su ingenioso autor o autora.

"Una vez llegó al pueblo un señor muy bien vestido. Se instaló en el único hotel que había y puso un aviso en el periódico local indicando que estaba dispuesto a  pagar diez dólares por cada mono que le trajesen. Los campesinos, que sabían de un bosque cercano repleto de gráciles monos, salieron corriendo a cazarlos. El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de monos que le trajeron a 10 dólares cada uno.

Poco a poco fueron quedando muy pocos monos en el bosque, por lo que ya era difícil cazarlos. Los campesinos fueron perdiendo el interés por el negocio. El hombre ofreció entonces 20 dólares  por cada mono. Los campesinos corrieron otra vez al bosque.

Poco después, cuando mermaron aún más los monos, el hombre elevó su oferta a 25 dólares. Los campesinos siguieron cazando los pocos monos que aún quedaban hasta que fue casi imposible encontrar más. Entonces el hombre ofreció 50 dólares por cada mono. Como tenía negocios que atender en la ciudad, dejó a cargo del asunto a su ayudante, prometiendo regresar a la mayor brevedad. El ayudante convocó a los campesinos y les dijo:

- Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección, Ya  ni recuerda que los tiene. Yo me ofrezco a venderles los monos por 35 dólares. Cuando mi jefe regrese de la ciudad, tal como él dijo antes de partir, les comprará monos a 50 dólares cada uno. ¡Vean qué fácil es ganar un buen dinerín!

Los campesinos juntaron entonces todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula. Esperaron el regreso del jefe y siguieron esperando... porque ya nunca más volvieron a verle el careto. Lo único que vieron desde ese día fue la jaula vacía y evaporados los ahorros de toda su vida.  Como nadie les compraba los monos de 35 dólares (ni siquiera a medio dólar), los devolvieron al bosque. Al menos el medio ambiente natural salió beneficiado en esta ocasión".


Nota: Si ustedes comparan este bello cuento con el modus operandi habitual de la Bolsa, el Mercado de Valores y el Sistema financiero de cualquier país medianamente desarrollado, habrán acertado plenamente. ¡Se merecen un mono de regalo que podrán canjear previo envío de 50 dólares para sufragar los gastos de empaquetamiento, tramitación  y aduana! 

domingo, 5 de octubre de 2008

MANUAL DEL PERFECTO INOCENTE

 

Es muy probable que cualquier político con mando en plaza tenga en su frontispicio (alguna neurona activa) la famosa frase de Céline: “Todos los demás son culpables, salvo yo”. Ya ven cómo el dichoso tema de la crisis económica en los países desarrollados (los subdesarrollados no salen nunca de ella) ha sido tratado. Al principio la mayoría de los gobiernos negaron que se avecinara la tormenta. En España, con el país patas arriba por mor de unas elecciones, los argumentos tuvieron una publicidad añadida. Y un descaro aún mayor: ¡antidemócratas, que sois unos antidemócratas! –gritaron a quienes veían venir los grandes nubarrones.

Más tarde, cuando empezaron los rayos y truenos, los culpables exclusivos del tormentón eran los de fuera, los de siempre: los americanos. Representados en el idiota del Bush y esos neoconservadores más fachas que el copón. Pascal Bruckner llamaba inocencia “a esa enfermedad del individualismo que consiste en tratar de escapar de las consecuencias de los propios actos, a ese intento de gozar de los beneficios de la libertad sin sufrir ninguno de sus inconvenientes. Se expande en dos direcciones, el infantilismo y la victimización, dos maneras huidizas, dos estrategias de la irresponsabilidad bienaventurada”.  El manual del perfecto inocente dice en su artículo primero: Nunca te considerarás responsable de los fracasos, pero sí de los éxitos”. Y a cumplirlo a rajatabla.

Así que ya tenemos a los americanos como responsables de todos nuestros males. (Zapatero dixit primero y luego la UE redixit). Eso sí, cuando las vacas gordas, no decíamos que los yanquis eran los que creaban puestos de trabajo, riqueza y otros chollos. ¡Faltaría más! Pero, claro, los días y semanas han ido pasando y el personal de a pie –que sabe más economía que los economistas profesionales y que es menos tonto que sus dirigentes políticos- ha empezado a darle al caletre:

-Tito, que en Inglaterra hay bancos que la pueden palmar. Que en Italia nos les llega la camisa al cuerpo. Que el narizotas de la Francia esa parece que está con la mosca detrás de la oreja. Que por Bélgica van a darle la respiración artificial a un banco muy importante…

Los americanos lo habrán hecho muy mal pero cuando quien se pone muy malito es tu propio sistema financiero, cabe pensar que en algo seremos responsables… ¡Digo, yo! Pues no, amiguitos, en la Europa de los carcamales seguimos sin reconocer nuestra cuota de responsabilidad, a pesar de que varios países ya han iniciado un plan de choque. Así que, ¿todo era culpa de los americanos, eh, beibis?

En el plano doméstico, la oposición y los partidillos-frontón le echan la culpa exclusivamente a Zapatero y éste recurre a Aznar y pronto encontrará en Islero (el toro que mató a Manolete) al último responsable del actual desconcierto económico. Pregunta lógica del Puñetas: ¿Qué pasa, que en este país sólo gobierna el caballero de la linda sonrisa? ¿No tienen ninguna responsabilidad en la crisis los diversos gobiernos autonómicos? ¿Pero es que nadie va a dar un paso al frente?: “Perdonen, hemos fallado un poquito, no lo hemos hecho del todo bien, ustedes también son algo culpables porque deberían habernos avisado, procuraremos que no vuelva a pasar y tal y cual”. Nadie va a salir con este cuento porque todos son culpables menos yo, el listo de la película. En todo caso, comprobado que los americanos son poderosos pero no tanto como para ser responsables de toda la crisis mundial, mejor que pague las culpas en exclusiva el ilustre Zapatero que no los 17 gobiernos autonómicos que sólo estamos para hacer bonito...

Lo que es cabreante es que parezca que el mundo se va a pique porque las economías más boyantes del planeta están atravesando un agujero negro, agravado con las dichosas hipotecas basura, la falta de liquidez y esos arrebatacapas de la bolsa que andan de estampida con el miedo de tener que trabajar por primera vez en su vida. Pregunten, queridísimos periodistas biplanos, a la gente que vive en el Tercer Mundo a ver si notan la crisis de los países ricos. Vayan allí y les preguntan, si tienen redaños… Mientras nuestros gobernantes no pueden disimular su cara de mentirosos ni con dos kilos de maquillaje encima, al tiempo que muchos currantes andan con la habitual soga laboral al cuello, todavía las pateras siguen llegando casi todos los días con desarrapados que saben (ellos sí que saben) que para crisis-crisis, la suya. Mejor haríamos haciendo planes de choque, no a favor de nuestros bancos y otros instrumentos de usura y rapiña, si no en pro de esas gentes que se juegan lo único que tienen –la vida- para aspirar a un trozo de manta y de pan en nuestro inocentón, infantil y victimista mundo desarrollado. Tarde o temprano los parias de este planetucho azulón acabarán pasándonos por la piedra. Y con razón…   

== VIDEOTECA ==

PIERO - LOS AMERICANOS



RICARDO ARJONA - SI EL NORTE FUERA EL SUR

jueves, 2 de octubre de 2008

NI PÚBLICAS NI PRIVADAS

Dice el proverbio chino que antes de meterle el dedo en el ojo al prójimo o enemigo, deberías hacerlo tú en el tuyo. Las telecacas privadas que defecan en este país no lo conocen, ni aquel de la paja en el ojo ajeno y tralará. Ni aquel otro de no exijas a los demás lo que tú no eres capaz de exigirte. En fin, que las muy hipocritonas dicen –en un reciente informe- que las teleles públicas no lo son, con lo que a ellas les están arruinando el negocio. A ver si hay suertecilla y la actual crisis se lleva por delante a todas. Acabaríamos ahorrándonos un pastón de impuestos con las públicas y un sin fin de sonrojos y vergüenza ajena con las privadas. Lo malo es que no caerá esa breva…