domingo, 30 de marzo de 2008

EL CHOTEO DEL CAMBIO DE HORA


Si es que lo hacen, pobrecitos, por nuestro bien. Todos los años, a finales de marzo y de septiembre, los que mangonean en la mayor parte del mundo (unos 70 países) deciden darnos en septiembre una hora más de vida y en marzo quitárnosla. Es un decir, claro, porque nuestra naturaleza no está pendiente de ese artificio de los minutos y los segundos, pero el caso es que en nuestra vida artificial una gran millonada de humanoides nos tenemos que poner en hora buena si no que queremos acudir tarde al trabajo, ver ya comenzado o acabado el partido futbolero del siglo o perder el tren o el avión. Todos obedientes a una, como anoche. A cambiar los relojes de los tropecientos cachivaches y chatarra que tenemos en casa: móvil, vídeo, dvd, despertadores, relojes, mp3 y el ciento y la madre. El cuerpo, sobre todo el de los más ancianitos y más jovenzuelos sí que nota el cambio horario pero pronto logran adaptarse porque nuestro esqueleto y carnes se adaptan a cualquier tostada.

El pretexto desde el año 1974 es que se nos hacía un favor a los comunes mortales: ahorrar energía durante unos meses y beneficiar por ello al medio ambiente y a nuestro bolsillo. El beneficio que obtiene la naturaleza es tan evidente que sobran comentarios: la pobre está más muerta que viva. El de nuestros bolsillos no se nota (hagan el favor de mirar sus recibos de la luz). Y si el ahorro se produce por parte de las fábricas, empresas y multinacionales todavía está por ver que los precios de los productos hayan bajado algún año gracias al famoso ahorro de energía. Todo es una pura patraña.

Lo primero que no dicen es que esta medida tan uniforme beneficia en algo a determinadas zonas y perjudica a otras. El ahorro de energía producido en la iluminación es ridículo y se compensa con otros gastos. Ni siquiera el estudio que la UE llevó a cabo a través de una consultora privada y de los clásicos expertos (que opinan según quien les contrata y paga) llegó a conclusiones determinantes y claras desde el punto de vista económico y energético. Hace poco la Universidad de California estudió durante tres años las cuentas de luz de un cuarto de millón de hogares del Estado de Indiana, incorporado a este choteo del cambio de hora hace tan sólo un par de años. “El estudio concluye que cuando los ciudadanos adelantan sus relojes una hora en primavera gastan más energía que si no lo hicieran. La factura de la luz de Indiana subió unos 8.600 millones de dólares al año por la introducción del horario de verano, a lo que se suman entre 1.600 y 5.300 millones de dólares anuales en costes sociales por el aumento de las emisiones contaminantes. En lugares con clima caluroso el gasto energético tiende a elevarse”. (Transcrito de una información encontrada en Terra-Ciencia). No es que uno crea mucho a estos tipos, pero es indiscutible que no hay unanimidad respecto al asunto, por mucho que la UE y otros listos que pululan por el mundo con mando en plaza pretendan seguir dale que te pego con el cambio de horario anual como si todo el monte fuera orégano.

A falta de argumentos concluyentes en el plano del ahorro (en España –donde somos más papistas que el Papa- algunos organismos y expertos listísimos en estas lides, hablan de un ahorro de hasta el 5 %: que dios les conserve la vista y el chollo de expertos de la nada) los listos de turno hablan de otros beneficios: a más luz solar, más asimilación de vitamina D, más práctica de actividades de ocio y deporte en la calle, reducción del estrés y de la vida sedentaria, incremento del sector de ocio y turismo, beneficio psicológico en términos de seguridad pues cuando se vuelve a casa todavía es de día, etc. El que no se consuela es porque no quiere. Y así seguimos año tras año, con el cambiazo de la hora. Todo es un vulgar cambalache, pergeñado hace años por una pandilla de científicos lacayos del poder, que dieron a éste el pretexto para mangonear en algo tan sagrado como el discurrir horario de nuestras vidas y sociedades. Y los gobernantes, oiga, encantados de poder demostrar al personal currante quien manda aquí. Una hora menos o más por real decreto y a callar. Eso sí, propugnar medidas serias y eficaces –aunque sean impopulares- para ahorrar energía, ni mú. Y mucho menos practicarlas empezando por ellos mismos. ¡Menudo choteo se traen!

== VIDEOTECA ==

CELTAS CORTOS - LA SENDA DEL TIEMPO



MANOLO GARCÍA - NUNCA EL TIEMPO ES PERDIDO

miércoles, 26 de marzo de 2008

EL REGRESO DE FARRUQUITO - EL TIBET: PREGUNTAS SIN RESPUESTA

EL REGRESO DE FARRUQUITO. Farruquito es un bailaor de la cosa flamenca que se hizo muy famoso a partir del 30 de septiembre de 2003. La causa fue muy simple: atropelló a un peatón y lo mató. Circulaba a 80 kilómetros por hora en una calle con limitación a 40. Se saltó un semáforo en rojo antes del atropello. Se saltó varios más cuando salió huyendo. No tenía carné de conducir, pese a lo cual conducía un BMW. A los seis meses del hecho, y cuando la policía ya le acusaba tras seguirle los pasos, declaró un poquito sobre el accidente mortal. Por de pronto, insinuó que quien conducía era un hermano suyo, menor de edad, para que así no hubiera posibilidad de castigo. El coche ya lo había arreglado y mentido en el taller acerca del origen de las abolladuras y rasguños. Sólo con estas cuatro pinceladas la mar de gloriosas, ya todo el mundo sabrá, o recordará, quien es Farruquito. Tras diversos escándalos judiciales con ridícula condena, la cosa acabó en cárcel durante tres añetes y una moderadísima indemnización a la viuda. Hace catorce meses, más o menos, ingresó en la cárcel. Por su buena conducta e integración empezó a disfrutar regularmente de permisos de salida a los diez meses de trena. Ahora acaban de darle el tercer grado, o sea, que sólo acudirá a visitarla para dormir. En el país del “gratis total” (así lo venden los políticos, aunque la mayoría sabemos que de donde salen tantas alegrías es de nuestro depauperado bolsillo), lo más gratis de todo es defraudar a Hacienda si eres rico y matar a alguien con el cochazo, seas famoso o indocumentado. Así que desde aquí nos alegramos por Farruquito, faltaría plus. El señor al que atropelló (si es que hay vida en el más allá, que lo dudo) estará mordiéndose las uñas de rabia e indignación, pero en el país del vivo al bollo y el muerto al hoyo, hay que seguir manteniendo nuestras típicas señas de identidad.

EL TIBET, PREGUNTAS SIN RESPUESTA. “El Tíbet volverá pronto a ser la causa olvidada de siempre, su tierra ocupada noticia cuando Richard Gere se fotografíe con el Dalai Lama o Brad Pitt se decida a protagonizar la secuela de Siete Años en el Tíbet. Pero mientras todavía nos acordamos un poco de los tibetanos, cuando aún queda algún telediario dedicándoles unos pocos segundos entre las peleas políticas de siempre y el fútbol, es tiempo de preguntarnos por qué no importa el Tíbet. ¿Qué deben hacer los tibetanos para que un presidente occidental, sólo uno, hable en su favor y denuncie la represión que viven? ¿Romper su resistencia pacífica y volar discotecas llenas de adolescentes como hace el terrorismo islámico? ¿No merece ninguna atención que los tibetanos lleven cinco décadas sin devolver el golpe, no importa cuántos de sus hijos vayan a la cárcel, cuántos de sus templos sean sustituidos por burdeles, cuántas veces sean humillados en su propia casa? ¿Va a seguir guardando silencio la mal llamada 'comunidad internacional' mientras Pekín sitia el Tíbet, expulsa a periodistas y testigos y toma la región con decenas de miles de tropas, llevando la oscuridad al Reino de las Nieves? ¿Qué debe hacer el Dalai Lama, líder espiritual de millones de budistas y legítimo representante del Tíbet para ser recibido por un presidente occidental (Angela Merkel aparte, la única que ha tenido la valentía de hacerlo)? ¿Por qué el mismo Aznar que no tuvo problemas para entrevistarse con Gaddafi se negó a recibir al líder de millones de budistas? ¿Por qué el mismo Zapatero que habla de Alianza de Civilizaciones le ignoró en su última visita? ¿Es acaso posible que, en su desesperación, los tibetanos agradecieran incluso un poco de la retórica vacía de nuestros dirigentes, que sintieran arropados por ella? ¿Dónde están los políticos que con justicia denunciaban la brutalidad del régimen birmano cuando aplastaba a los monjes en Rangún el pasado septiembre? ¿Dónde los que celebran la emancipación de Kosovo, con una historia como nación independiente mucho menor que la del Tíbet? ¿Hasta cuándo condicionará Occidente su postura ante la dignidad de otros pueblos en función de los Airbus, las Coca-Colas o los Chupa-Chups que pueda venderles? ¿Hasta cuándo la cobardía moral de quienes claman por los Derechos Humanos sólo allí donde su denuncia carece de coste, callando en lugares donde existe la promesa del beneficio comercial? ¿A cuál de esos líderes europeos que hoy callan les importa que los tibetanos hayan sido convertidos en una minoría discriminada en su propia tierra, que sus pies tengan que ser amputados tras huir de la represión a través de la nieve en una larga odisea a través del Himalaya o que sus monjes sean torturados en cárceles chinas? ¿A cuál?” (David Jiménez en “elmundo.es”).

domingo, 16 de marzo de 2008

LA MALA EDUCACIÓN


El jueves 6 de marzo, en el suplemento EL CULTURAL de El Mundo, venía un interesantísimo reportaje sobre “la agonía del humanismo”. Algo en lo que este Puñetas puñetero viene insistiendo también desde hace tiempo, aunque con escasa sabiduría y peor arte. Basta echar un vistazo a la cultura y la educación que nos rodea para darse cuenta que estamos en claro retroceso, si exceptuamos una élite que, por otra parte, siempre ha existido.

Cuando el saber está más al alcance que nunca en nuestras sociedades occidentales y presuntamente avanzadas; cuando los sistemas educativos tienen unos recursos y medios que jamás soñaron, aunque todavía sean cortos; cuando la información nos sale ya hasta por las orejas, resulta que las nuevas generaciones tienen problemas para entender lo que leen e ignoran los saberes más elementales. Parece ser que con una pátina de conocimientos científicos (escasos, porque la sabiduría científica exige una dedicación y sacrificio que pocos están dispuestos a ejercer), el uso de los más avanzados instrumentos técnicos y tecnológicos (métase aquí a la interné y a otros cientos de cachorros que funcionan casi por sí solos) y adobado todo con el chapurreo de uno o dos idiomas extra, ya tenemos al nuevo ciudadano capaz de afrontar todos los peligros que se le vienen encima en el presente siglo.


Hay síntomas evidentes de que no sólo estamos en un desnortamiento cultural generalizado sino que sus consecuencias están ya afectando a nuestra salud física, mental y también a la del planeta. El gran colchón que evitaría parte de este malestar está en dotar a todo el personal de los suficientes anclajes culturales y de conocimiento que les permitan saber quienes son, dónde se encuentran, hacia donde vamos y qué hacer en esta situación. Es decir, necesitamos una mayor calidad en el conocimiento, traducido en menos publicidad, propaganda y mentiras facilonas, y más humanismo y Humanidades. La pregunta es si ello interesa a alguien, especialmente al sistema social imperante.


El sociólogo francés Claude Michéa (empiezo a tomar algunos apuntes del reportaje mencionado más arriba) “plantea el tantas veces debatido, y no siempre bien ponderado drama del declive inexorable de la enseñanza humanizada desde un atrevido enfoque que va más allá de las habituales discusiones bizantinas acerca de las torpezas de los planes educativos. Su tesis se apoya en una constatación empírica: la forja de ciudadanos ignorantes, y por tanto acríticos es una condición necesaria para el correcto funcionamiento de las sociedades de consumo avanzado. Se requieren consumidores educados en serie, sin referencias culturales, sin pasado, volubles e intercambiables, puros átomos sin voluntad zarandeados sin fin en el flujo incesante de la publicidad. La cita es larga pero creo que centra bastante la cuestión.


El mencionado reportaje pregunta poco después su opinión a los que llama “Sabios”, algunos de los intelectuales españoles con una formación humanista más sólida y completa. Naturalmente, a esta gente tan listorra no la conoce ni dios y, probablemente, ni a este le interesarán sus opiniones, por decirlo burramente. Pero como aquí sí nos interesan finalizo con varias citas para el debate y la reflexión.


“Enseñar se ha convertido, por lo general, en un estigma de sufrimiento, en una lucha de unos pocos, los profesores, probablemente cada vez menos, contra alumnos, familiares, sociedad y gobernantes. (…) Nos hacen falta la tecnología y el inglés como nos hace falta saber afeitarnos o conducir un coche pero al fondo cultural profundo que está en la historia, en las literaturas, no se le presta sin embargo atención”. (Rodríguez Adrados).


Resulta escaso el aprecio social por una educación que vaya más allá de lo utilitario. Lo lúdico y lo que ofrece una fácil satisfacción inmediata se impone en la distribución del tiempo y los gustos de la mayoría, embotando de paso su aprecio por la cultura más tradicional. (…) Es muy difícil que se cambie de rumbo porque se trata de una tendencia muy general y no sólo española. Tiene mucho que ver con el dominio de lo tecnológico, el consumismo a ultranza y un hedonismo vulgar y muy cómodo”. (García Dual).


“Si las humanidades asumen un papel cada vez más vicario en una educación en la que se privilegian los saberes técnicos es a causa de una equívoca visión de las mismas como adquisición fría de conocimientos y no como adquisición de conocimientos relevantes para las conductas. (…) Cuanto más pobres sean culturalmente las nuevas generaciones menos capacidad tendrán para asumir conocimientos, métodos, valores, actitudes, etc”. (Pablo Jauralde).


“Las humanidades no son la panacea pues lo primero que hay que plantear es la educación o la formación del individuo, dándole las herramientas suficientes para despertar la curiosidad y el espíritu crítico, pero evidentemente éstas son armas peligrosas para los gobernantes, que en muchos casos parecen preferir súbditos con anteojeras”. (Carlos Alvar).


PD: Enlace a un artículo de Pérez Reverte de hoy mismo que habla sobre el particular.



== VIDEOTECA ==

CHARLA DE UN JUEZ QUE SABE CÓMO ESTÁ EL PATIO: EMILIO CALATAYUD


miércoles, 12 de marzo de 2008

UNA LEY ELECTORAL TRAMPOSA

Es lo menos que se me ocurre decir de la ley electoral que regula nuestros comicios generales y autonómicos. Una ley que tergiversa el principio de “un ciudadano, un voto”, jugando con las circunscripciones provinciales –como si las elecciones fuesen a ese territorio- y con la famosa Ley Don’t, que reparte los escaños de una manera bastante arbitraria. Votar a determinados partidos en diversas provincias equivale en la práctica a no votar: ni decide ni contabiliza nada. Una trampa en toda regla a la que ahora parece que, por fin, algunos de Izquierda Unida (habitualmente el partido más perjudicado) quieren meter mano. No servirá de nada porque los partidos siempre beneficiarios –los dos grandes y los nacionalistas- no quieren perder ese momio.

Veamos algunos datos curiosos de las elecciones del otro día:


  • UPD, con el mismo número de votos que PNV, saca 5 diputados menos.
  • PSOE saca 38.361 votos más que en las anteriores elecciones y obtiene 5 escaños más mientras que PP saca 406.829 votos más y obtiene también el mismo número de escaños.
  • CIU pierde 61.000 votos más que en las elecciones anteriores pero gana un diputado.
  • Esquerra saca 7.000 votos menos que UPD y PNV, pese a lo cual consigue 2 diputados más que UPD y 3 menos que el PNV.
  • Coalición Andalucista obtiene 6.000 votos más que NA-BAI,pero a diferencia de ésta, no obtiene escaño.

Son sólo algunos ejemplos que mueven a risa o a escándalo (elijan), pero que en todo caso indican lo tramposa que es la ley electoral actual. Como bien ha dicho Llamazares, cada escaño de los dos conseguidos por IU ha costado 500.000 votos. Mientras al PSOE cada escaño le ha sido adjudicado con 65.470 votos, al PNV le ha sido adjudicado sólo por 50.541 votos. A UPD el escaño obtenido le ha valido 303.535 votos mientras que a Nafarroa-Bai el mismo escaño lo ha conseguido sólo con 62.073 escaños. Por el contrario, los 68.344 votos de Coalición Andalucista no permiten adjudicarle nada de nada. Sobran explicaciones para cualquier persona con sentido común y dos dedos de frente, esos que les falta a tanto tramposo al que se le llena la boca pidiendo al pueblo que vote, vote y vote aunque según el cortijo donde viva su voto tendrá una valía diferente y, en muchísimos casos, no servirá para nada a efectos prácticos. (Si la circunscripción fuese única, es decir, toda España, cada voto valdría igual y todos tendrían su importancia en el cómputo total).


Hagamos ahora una sencilla prueba: dividamos el número de votos emitidos (25.514.671 –no incluyo los de correo al no disponer de ellos a la fecha) entre los 350 escaños del Congreso. Cada escaño equivaldría, en un plano de igualdad, a 72.899 votos. Según los votos totales que han recibido los partidos saldrían los siguientes resultados:


  • PSOE: 152 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 169 escaños)
  • PP: 140 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 153 escaños)
  • CIU: 11 escaños (ha obtenido 11 escaños)
  • PNV: 4 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 6 escaños)
  • Esquerra: 4 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 3 escaños)
  • IU: 13 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 2 escaños)
  • BNG: 3 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica2 escaños)
  • CC: 2 escaños (ha obtenido 2 escaños)
  • UPD: 4 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 1 escaño)
  • NA-BAI: 0 escaños (la tramposa ley electoral le adjudica 1 escaño)
  • CA: 0 escaños ( ha obtenido 0 escaños)

Vemos, pues, que la tramposa ley electoral (permítanme hoy repetirme más que la morcilla con esta cantinela, pero a ver si se dan cuenta que no somos idiotas) prima en exceso a los dos partidos que obtienen más votos. De igual modo lo hace con quienes ganan presentándose en un feudo exclusivamente autonómico, como les ocurre a la mayor parte de los partidos nacionalistas. Los partidos que se presentan a nivel nacional y que copan el tercer y cuarto puesto en número de votos son castigados despiadadamente, adjudicándoseles un número de escaños absolutamente ridículo. Aquí entra el mal llamado voto “útil”. En realidad deberían decir, “voto inútil”.


Por cierto, del total del censo (35.067.281), no han acudido a las urnas 9.552.610. ¿Tantísima gente pasa de la democracia, estaba enferma o en la playa? Muchísimos de ellos se acercarían a las urnas si su voto no fuese, a efectos prácticos, “inútil”. Claro que a los utilitarios partidos “democráticos” a los que les va divinamente esta tramposa ley electoral les importa bien poco. Al fin y al cabo lo suyo es gobernar con una “inmensa minoría”. El 31 % del censo votante se ha inclinado por el PSOE. Un tercio de la ciudadanía gobernará sobre los dos tercios. Todo, como se ve, profundamente democrático. Y tramposo…

domingo, 9 de marzo de 2008

LOS TOTALITARIOS DEL IDIOMA


Escribió el pedagogo Paulo Freire que los oprimidos suelen interiorizar los comportamientos e ideas de sus opresores, de tal manera que incluso una vez desaparecidos éstos tienden a reproducir sus malos modos e ideas. Para liberarse, deberían realizar un proceso de concientización, expulsando de sus vidas y mentes cualquier reducto heredado o que recuerde a sus opresores. Esta argumentación me parece una de las más lúcidas que he oído nunca y sistemáticamente se comprueba en la vida cotidiana pues cuando hablamos de la dialéctica oprimidos/opresores no sólo lo hacemos en el ámbito de la política sino también de la vida cotidiana en que siempre hay unos encima y otros debajo, unos que mandan y otros que obedecen, unos que toman decisiones y otros que las acatan, etc.

Lo que está ocurriendo en España con los idiomas nativos es un ejemplo bien ilustrativo. Expulsados algunos de ellos de la vida pública (o sea, prohibidos) durante la larga dictadura franquista, con el regreso de la democracia se podía haber alcanzado la situación de normalidad y convivencia deseable y natural en estos casos. Pues no. Todavía hay muchos que siguen pensando que el castellano es el único idioma del país y ahora han empezado a salir como setas otros fulanos que, con el pretexto de que el catalán, gallego y vasco estuvieron proscritos en la dictadura, es ahora al idioma castellano al que le toca pagar las consecuencias de aquella moneda. Los antiguos oprimidos quieren ahora convertirse en opresores. Al fin y al cabo es la leche que mamaron.


A nivel individual debería estar perfectamente claro que cada bichejo humano debe hablar el idioma que le salga de sus órganos genitales y boquita. O, si se siente más cómodo, puede usar la mudez, el tartamudeo o la confusión de lenguas. De igual modo, cada cual en su negocio puede emplear el idioma que le salga de las puñetas. Allá cada cual con sus saldos particulares a fin de mes. Ni estas nimiedades respetan los totalitarios del idioma. En Cataluña, por ejemplo, los politicastros de la Generalitat llevan años a la caza y captura de los comerciantes que no rotulan en catalán sus escaparates. ¿Y a ellos qué coño les importa?


Otra cosa es que los sistemas educativos públicos tienen entre sus obligaciones la enseñanza del lenguaje nativo (aprendido en casita de manera oral desde que uno viene a este perro mundo), dotándolo de toda la parafernalia del caso: normas gramaticales, vocabulario, ortografía, técnicas de escritura y lectura, etc. Se trata de que los educandos no se queden en la superficialidad del idioma, procurando acercarles a su estructura más profunda, esa que permitirá dar un salto de calidad e inteligencia pasando de la mera asimilación repetitiva a la comprensión y creatividad. Si no hay dominio adecuado del idioma no hay generación de ideas, que necesitan expresarse mediante la palabra o las grafías. Evidentemente el sistema educativo no puede enseñar tropecientos idiomas, a lo sumo dos o tres. Uno de ellos, el propio o nativo, y al menos otro de carácter más universal, para entenderse fuera de la tribu. Normalmente se recurre al idioma de las tribus cercanas por aquello del intercambio económico y sexual. (Vean que aquí no mezclo churras con merinas, es decir idioma, nación, Estados y otras gaitas artificiales, sino simplemente comunidad de gente que vive en un territorio más o menos común, o sea, tribu. Para qué vamos a usar tecnicismos rimbombantes y engañosos…).


Sin embargo, los nuevos dictadores del idioma (que ya no sólo actúan en nombre del castellano sino también de las lenguas antiguamente perseguidas) andan intentando que el personal de a pie sólo hable en el idioma tribal o nativo. Naturalmente, los más inteligentes y acomodados de estos dictadores ya se encargan de educarse y educar a sus retoños en los otros idiomas (la vida es dura, muchachos, y hay que estar preparados para comer el jamón y el Rioja del futuro…). Reproducen así el comportamiento típico de todos los totalitarios: niegan a la mayoría del pueblo lo que ellos comen y disfrutan a manos llenas. En esas estamos en Galicia, País Vasco, Cataluña… y otras Comunidades autónomas y cortijillos. Todavía escandaliza a muchos que se pueda estudiar catalán o gallego en Andalucía o en las Chimbambas, o que se hable catalán en un taxi de Madrid o Sevilla. Y todavía hay gentuza que no sólo multa a un comerciante por no rotular en el idioma nativo sino que se atreve a ningunear al idioma vecino y también propio –en este caso el castellano- por imperativo político: el que les sale a ellos de sus cojones.


Hoy estoy pariendo un articulillo la mar de seriote, con escasa concesión a la ironía, pero es que ante comportamientos tan birriosos y dictatoriales no cabe el más mínimo cachondeo. Los unos y los otros quieren imponer el idioma que hay que hablar, a la imagen y semejanza de su estupidez lingüística. Les repele hasta el más simple bilingüismo y a este paso acabaremos entendiéndonos mutuamente en un inglés chapurreado. Así que, ya puestos en la tesitura de hoy, permítanme que me cisque en toda la parentela de estos sátrapas del idioma, sea éste el castellano, el catalán, el vasco, el gallego o el de la madre que los parió. Cada cual tiene el derecho y el deber de aprender el idioma que le salga de sus narices y de sus necesidades. Es así como se aprenden los lenguajes comunes y cercanos y lo que tienen que hacer los mamporreros de la política es no impedir este fluir tan sano y natural de la ciudadanía, que al final acaba convergiendo en función de sus propios intereses in-di-vi-dua-les. Como algunos descerebrados con mando en plaza tratan de impedirlo con sus intereses bastardos, el Puñetas los declara gente aborrecible y cavernícola: ¡que les den morcilla! (Creo que en gallego también se dice “morcilla”, en euskera “odolki” y en catalán “botifarró”. Y ya puestos, en francés se dice “boudin”, en inglés”black pudding” y en japonés”morushîya”). Como dijo el clásico viendo el desastre que se avecinaba: menudo morcillón estamos haciendo…


== VIDEOTECA ==

Hoy tiramos la casa por la ventana incorporando a nuestra videoteca tres vídeos musicales en sendas lenguas tribales: el euskera, el vasco y el gallego. Y para que nadie se sienta ofendido por el adjetivo (no peyorativo) ni por la exclusión, un cuarto en castellano. La música suena igual de deliciosa en unos como en otros, lo que demuestra que los dictadores y catetos de las diversas tribus deberían hacerse el harakiri como medida higiénica y purificadora. O sea, cortarse la lengua en pedacitos…

En catalán: "L'àguila negra"

En gallego: "O Pozo de Arán"

En euskera: "Bizkaia Maite"

En castellano: "Miénteme"

miércoles, 5 de marzo de 2008

HACE FRÍO, PERO NOS MOJAMOS - PARA UNA VEZ QUE HACEN ALGO...

HACE FRÍO, PERO NOS MOJAMOS. Para que no se diga que el Puñetas solo le da a las teclas para criticar y que se moja menos que La Condená, aquella mujer a la que gustaba tan poco bañarse que una vez se cayó a una alberca sin querer y desde entonces la apodaron con tan bello mote, aquí van algunas propuestas que considero imprescindibles que lleve un partido en su programa para que el menda tenga a bien votarle. He procurado rehuir las propuestas extremas de uno y otro signo para que así el arco parlamentario pueda cubrir el mayor número de ofertas. Aquí vamos hoy completamente en serio (sin que sirva de precedente): Reforma de la ley electoral para que refleje el principio de un hombre, un voto sin tergiversaciones territoriales ni aritméticas. Reforma del Senado, para convertirlo en una cámara de representación territorial. Fijación de unas competencias exclusivas del Estado, cerrando definitivamente el mapa autonómico. Debates electorales obligatorios por ley e independientes de los partidos políticos. Disminución de los requisitos numéricos para que se creen comisiones de investigación en el Parlamento. Desaparición de la inmunidad parlamentaria. Control externo y público, con auditorias anuales, de los ingresos y gastos de los partidos políticos, eliminando la condonación de préstamos bancarios. Elecciones con listas abiertas. Democracia interna en los partidos, lo que implicaría que debería haber primarias en todos ellos, con luz y taquígrafos. Eliminación del silencio administrativo. Supresión de la justicia militar y derecho de sindicación de las fuerzas armadas. Aumento de los recursos destinados a los Ayuntamientos. Eliminación del control político de las cajas de ahorro. Persecución del fraude fiscal, con multas ejemplarizantes y, si es preciso, con cárcel para los que superen cierto nivel mínimo de fraude. Deducciones fiscales en el IRPF según facturas presentadas, lo que debe obligar a que cualquier negocio y profesional liberal se vea obligado a emitir factura legal en cada uno de sus servicios y prestaciones. Persecución del encarecimiento abusivo y especulativo de los servicios intermediarios que intervienen en los productos alimenticios. Ley de unidad de mercado en España, suprimiendo todos los obstáculos autonómicos. Privatización (o desaparición) de todas las cadenas públicas de televisión, incluidas las autonómicas, excepto la Primera, que tendrá ingresos sólo por vía estatal. Política de liberalización de suelo, siempre que no se vean afectadas zonas protegidas, zonas costeras y espacios estratégicos. No exportación de armas a países ajenos a la UE y publicidad de ello. Reforma de horarios laborales (jornada continuada), aproximándolos a los de la UE, con objeto de conciliar la vida laboral y la atención a los hijos. Prioridad absoluta en la creación de empleo a tiempo parcial, sin perjuicios económicos respecto a la jornada completa. Incremento del gasto en la investigación científica y en educación hasta alcanzar la media europea. Trasvase e interconexión de cuencas hidrológicas. Desarrollo del medio rural y de la vida en los pueblos mediante la prestación de servicios públicos mínimos así como de medios de transporte eficientes. Enseñanza en castellano en todo el país (con idéntica proporción a la lengua vernácula de las comunidades que la tengan) y 90 % de contenidos comunes. Cumplimiento íntegro de las penas en casos de asesinato, sin reducción alguna por ofertas varias. Supresión del canon digital. Elevación de los servicios de banda ancha y de su precio a la media europea. Plan de seguridad vial con limitadores de velocidad en vehículos y retirada de los mismos en los casos de infracciones graves. Ir dando los primeros pasos hacia la democracia electrónica. (Me parece que con el esbozo de estas cuantas propuestas generales, ya hay materia para entretenerse un rato…)

PARA UNA VEZ QUE HACEN ALGO… Tengo escrito que la policía autónoma vasca es la policía más inútil del mundo en la lucha contra el terrorismo. No tiene la culpa la policía sino sus mandos políticos, esos meapilas del PNV expertos en poner una vela a dios y otra al diablo. Así que cuando el otro día escuchaba que la Ertzaintza había detenido a dos de “los terroristas más buscados” pensé que algo raro se cocía. Días después el juez de la Audiencia Nacional los ha dejado en libertad sin fianza aunque con cargos. No deben ser muy peligrosos o incluso es posible que ni sean etarras. Así que el ridículo más espantoso ha caído sobre el Gobierno Vasco o, al menos, sobre su Consejería de Interior. Para una vez que se deciden a actuar van y … la cagan. O tal vez pudiera ser lo que opinan algunos: que todo fue un simulacro, una entrega “pactada”. Tampoco me extrañaría. Todo antes que pensar que tras un quinquenio de estar silbando para otro lado, por fin alguien ha dado orden a la policía autónoma vasca para tomar alguna medida contra los etarras. Si hay algo indiscutible es que el País Vasco es muy pequeñito y que allí casi todos se conocen. Así que no nos vengan ahora con que –en una sociedad férreamente controlada por un partido que lleva treinta años gobernando aquellos bellos parajes- el PNV no sabe lo que se cuece en cada rincón de su feudo. Para qué mover un dedo contra los pistoleros si les va muy bien mirando para otro lado...

domingo, 2 de marzo de 2008

EL NUEVO BÁLSAMO DE FIERABRÁS: APRENDER INGLÉS


Al menos en una cosa se han puesto de acuerdo todos los partidos políticos que se presentan a las elecciones: hay que aprender inglés, cueste los sudores que cueste. Se ve que si no dominas la lengua del señorito Bush eres un don nadie, un idiota y hasta un analfabeto. Así que propugnan muchos colegios “bilingües”, muchos fascículos en plan “En siete días el inglés está chupao” y ya no sé si hasta subvenciones o créditos para aprender en la academia del barrio. La maravilla de las maravillas es que encima nos regalasen un mes gratuito en las England para perfeccionar nuestra segunda (o tercera) piel idiomática. Ya está aquí, modernizado, el nuevo bálsamo de Fierabrás quijotesco que todo lo cura y soluciona. ¡Ave César, los que no entendemos ni papa de inglés, te saludan!

Saber inglés se ha convertido en una necesidad total para los ciudadanos del planeta Tierra. Cuando todos nos vayamos a la mierda algún día, gracias al cambio climático, a algún desastre nuclear o futbolero, podremos hacerlo al unísono y en plan peliculero: the end. Pero hasta que eso ocurra tenemos bastantes generaciones por delante para intentar aprender, y no sólo chapurrear, el idioma de gente tan ilustre como Robert de Niro, Madonna o David Beckham. Hoy día hasta para lavar letrinas te exigen que sepas inglés, a pesar de que la limpieza no se hace con la lengua. De modo que hay que ponerse manos a la faena.


Los más viejarrancos del lugar, los que pudimos estudiar francés (hoy ya desterrado de las aulas), lo tenemos claro: perdimos el tiempo en nuestra juventud escolar aprendiendo un idioma que está muy bien para hacer el amor pero que en asuntos de la política, el interné, el laboreo y tal no sirve para nada. Los que no estudiamos el inglés por ser el idioma del imperio (ya teníamos bastante con el latín, que era endemoniadamente difícil de aprender), al final vemos como hemos sido barridos del mapa idiomático. A nuestra edad, en que ya sólo desaprendemos, aprender inglés es pura utopía. Saber cuatro palabrejas, vale, pero alcanzar sus esencias lingüísticas resulta empresa arriesgada que sólo podrá traernos algún que otro ictus cerebral. Otra cosa es cuando hablamos de los pardillos de cero años en adelante y de los adolescentes zangolotinos de la Secundaria. Con ellos, leña al mono e inglés por un tubo. Tienen un enorme porvenir a la altura de sus ojos y todo puede pasarles: que tengan que emigrar como hicieron sus abuelos o que competir en casa con gente venida de fuera que sabe inglés, maorí y hasta morse.


En esto de aprender idiomas, cuanto antes mejor. Es cuando la mente está más despejada y en blanco, es decir, cuando uno aprende lo que le echan y ni pregunta. Y cuando uno no se siente ridículo balbuceando con una fonética ajena a la materna. Por todo eso nuestros políticos piensan hacer bilingües todas nuestras escuelas e institutos. (Espero que también nuestras telecacas, sobre todo en horario infantil, o sea, todo el día). Así que nuestros jóvenes pronto podrán aprender las Matemáticas al menos en dos idiomas. Lo que quiere decir que si no se enteran cuando se las explican en castellano, ya me dirán qué van a comprender cuando se lo hagan en la lengua del imperio.


Para los que el mayor problema de nuestro sistema educativo es que la gente no aprende correctamente el inglés, en un futuro muy cercano la enfermedad estará completamente curada gracias al famoso bálsamo. Pero si el gran problema es el propio sistema, entonces hasta es posible que acabemos fabricando analfabetos funcionales bilingües o trilingües. Cuando en la mismísima Universidad, en el idioma castellano, los estudiantes cometen las mayores barrabasadas gramaticales, semánticas y ortográficas (habladas y por escrito), de no corregir las graves deficiencias estructurales que tiene el enfermo, corremos el riesgo de que el mal también acabe atacando al nuevo idioma.


En cualquier caso, y en vista de que en algunas Comunidades autónomas lo prioritario es la lengua autóctona –el euskera, el gallego, el catalán…- y el inglés, cabe pensar que con la extensión de este idioma a toda Spain al menos lograremos que las generaciones futuras puedan entenderse en un idioma común (y no precisamente el castellano). Lo curioso del tema es que en un futuro muy cercano uno no va a necesitar el inglés cuando viaje a los USA porque allí el castellano ya lo hablan más paisanos que aquí.


Adelante con los faroles idiomáticos. Que no se diga que en este país de parlanchines sólo le damos al idioma en plan cutre. En la UE no eres nadie si no dominas el don de lenguas. Claro que, ya puestos, uno recomendaría el chino como idioma preferente: es el futuro que ya está aquí. Al imperio yanqui le quedan dos telediarios.


== VIDEOTECA ==

Como aquí nos gusta llevar la contraria hasta a nosotros mismos, hoy los vídeos no van en inglés, claro. Y para fastidiar, vamos a añadir un tercero que tiene la osadía de ir ¡en francés! Están obtenidos de una página musical muy interesante.

ANNA MARÍA JOPEK: polaca.

JULIA BOUTROS: libanesa.

SANDRINE LA CHANTEUSE: francesa.